Arqueología de la Arquitectura 18
enero-diciembre 2021, e121
ISSN: 1695-2731, eISSN: 1989-5313
https://doi.org/10.3989/arq.arqt.2021.013

Investigaciones en el proyecto de restauración de la antigua sala capitular y panteón del monasterio de Santa Clara de la Columna de Belalcázar (Córdoba)

Research within the restoration project of the old chapter house and pantheon of the monastery of Santa Clara de la Columna in Belalcázar (Córdoba)

Pablo Manuel Millán-Millán

ETS de Arquitectura. Universidad de Sevilla
Instituto Universitario de Arquitectura y Ciencias de la Construcción

https://orcid.org/0000-0001-5343-6957

RESUMEN

El estado de deterioro del espacio que fue panteón de los Zúñiga en el Monasterio de Santa Clara de la Columna en Belalcázar (Córdoba) obligó a plantear una intervención de restauración y consolidación para su puesta en valor. Con el objetivo de poder conocer en profundidad las diversas causas de las múltiples patologías que ha sufrido este edificio, se planificó una investigación que recogiera no solamente la naturaleza de estas lesiones, sino también la propia evolución que este espacio ha tenido a lo largo de la historia. Para ello, además de conocer con detenimiento su estado actual, se llevó a cabo un pormenorizado análisis de los restos materiales y de las fuentes documentales. Este estudio puso de manifiesto importantes incursiones, como la del arquitecto Hernán Ruiz II, así como toda la historia de la construcción y destrucción de este conjunto. Estos trabajos nos han permitido conocer su evolución arqueológico-arquitectónica, así como sus diferentes usos y etapas dentro de la lógica monacal del conjunto.

Palabras clave: 
análisis arquitectónico; estudio estratigráfico; mudéjar; renacimiento; restauración arquitectónica.
ABSTRACT

The deterioration state of the former Zúñiga family’s pantheon in the Monastery of Santa Clara de la Columna in Belalcázar (Córdoba) forced to undertake a restoration and consolidation project in order to restore its value. With the aim of gaining an in-depth understanding of the different causes of the multiple pathologies suffered by this building, it was proposed an investigation to approach not only the nature of their damages, but also its evolution throughout the history. Along with an accurate knowledge of its current state, detailed analyses both of their material remains and documentary sources were carried out. These studies made it possible to reveal important interventions, such as that of the architect Hernán Ruiz II, as well as the entire history of the construction and destruction of this complex. This work has enabled us to know its archaeological and architectural evolution, as well as their different uses and stages within the monastic logic of the complex.

Key words: 
architectural analysis; stratigraphic study; Mudejar; Renaissance; architectural restoration.

Recibido: 18-04-2021. Aceptado: 10-09-2021. Publicado: 19-11-2021

Cómo citar este artículo/Citation: Millán-Millán, P. M. 2021: “Investigaciones en el proyecto de restauración de la antigua sala capitular y panteón del monasterio de Santa Clara de la Columna de Belalcázar (Córdoba)”, Arqueología de la Arquitectura, 18: e121. https://doi.org/10.3989/arq.arqt.2021.013

CONTENIDO

1. INTRODUCCIÓN

 

1.1. Contexto de la investigación

 

El monasterio de Santa Clara de la Columna en Belalcázar (Córdoba), declarado Bien de Interés Cultural en 1982, constituye uno de los principales conjuntos monacales del sur de España y uno de los pilares fundamentales del patrimonio histórico y artístico del Valle de los Pedroches (Abad 1991Abad Castro, M. C. 1991: Arquitectura mudéjar religiosa en el arzobispado de Toledo. Ed. Obra Cultural Caja de Ahorros, Toledo.). Fue fundado para frailes franciscanos por D.ª Elvira de Zúñiga, viuda de D. Alfonso de Sotomayor en 1476. Tras pasar en él un breve plazo de tiempo, dos hijas de estos deciden tomar los hábitos de la orden seráfica y comienzan a vivir en una casa próxima al convento. Este grupo de mujeres (aun no constituido como monjas clarisas) comienza a crecer. Ante esta circunstancia, se ve la necesidad de erigir un nuevo lugar para los frailes, permaneciendo ellas en este recinto. Es en 1490 cuando se termina de construir el convento de Los Cinco Mártires de Marruecos para los frailes, quedándose las hermanas clarisas desde ese día con las dependencias que ellos ocupaban. Desde ese momento (21 de marzo de 1490) hasta nuestros días el monasterio ha sido habitado por hermanas clarisas de forma ininterrumpida.

El complejo monástico se situó a las afueras de Belalcázar, en la actualmente denominada Villeta de Santa Clara, un ámbito extramuros del municipio, rico en amplias huertas y regado con diferentes fuentes y puntos de suministro de agua (Fig. 1). Así lo relata el cronista de la Provincia Franciscana de los Ángeles: “El convento se fundó en la parte oriental de la villa, medio cuarto de legua, junto a las quiebras de un arroyo en un pequeño valle desacomodado para la salud, al mismo tiempo de hacer unas casas principales para la condesa” (Fray Andrés de Guadalupe 1662: 137Andrés de Guadalupe, fray 1662: Historia de la Santa Provincia de los Ángeles. Madrid. ). Igualmente Madoz pone de manifiesto su lejanía del núcleo urbano: “a un cuarto de legua de la Villa”.

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Figura 1.  Plano de Situación del monasterio en la Villeta de Santa Clara. Plano del autor.

Dada su continua ocupación desde su fundación, el monasterio ha sufrido importantes transformaciones tanto de índole litúrgica como habitacional, configurando una estructura compleja de arquitecturas de diversas épocas que, en la actualidad, conviven dando uso a las necesidades de la comunidad de hermanas clarisas que las habita (Figs. 2 y 3).

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Figura 2.  Planta (baja) general del monasterio. Plano del autor.
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Figura 3.  Planta (primera) general del monasterio. Plano del autor.

En los últimos años se han venido desarrollando importantes trabajos de conservación, sucediéndose diversos proyectos, acometidos los primeros en 1998, 2002 y 2007 por la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía y los últimos en 2014 y 2018, promovidos por la comunidad de hermanas clarisas. En 2019 y ante la necesidad de seguir llevando a cabo intervenciones de conservación, se plantea poder desarrollar una investigación previa de las estructuras arquitectónicas, dado que hasta este momento no se había trabajado de forma sistemática.

La primera intervención planteada desde esta nueva perspectiva es el panteón, dado que hasta ahora todas las actuaciones que se han llevado en este espacio han sido de limpieza y de eliminación de añadidos, pero no de restauración para su puesta en valor. Como veremos, constituye un punto nuclear dentro del conjunto ya que, junto a la iglesia y el claustro principal, configuran los tres elementos construidos originalmente en la breve estancia de los frailes en este convento (Fig. 4).

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Figura 4.  Vista General del monasterio. Fotografía: Alberto Martínez Rubio.

Es por todo ello que este trabajo muestra el resultado de la primera intervención llevada a cabo con una planificación global e investigaciones previas. Confiamos que se sigan sucediendo para así ir, poco a poco, analizando este importante conjunto patrimonial. Aquí se incluyen todos los estudios previos que han sido motivados por la redacción del proyecto de restauración del citado panteón.

La investigación por tanto tiene como objeto poder establecer una lectura estratigráfica que, tras estudiar las fuentes escritas, aporte luz a las importantes lagunas de conocimiento que hay sobre este edificio. Poner en orden todas las secuencias constructivas y las diferentes alteraciones estructurales nos permitirá hacer una secuenciación procesual de la alteración de los espacios y un análisis pormenorizado de las patologías constructivas ocasionadas por estas transformaciones.

1.2. Delimitación de la actuación

 

El objeto de la intervención y, por tanto, de la investigación llevada a cabo se centra en el panteón funerario. Esta pieza se ubica anexa a la iglesia en su costado norte. Ha tenido múltiples usos como consecuencia de las diversas actuaciones que en él se han llevado a cabo, siendo desde capilla auxiliar de la iglesia (para aumentar el número de altares reservados a los frailes franciscanos), hasta sacristía, capilla funeraria, sala capitular o, en la actualidad, almacén. Cada una de estas funciones ha ido generando paralelamente una arquitectura que ha dejado su huella en el actual edificio.

Si bien este espacio no fue concebido para ser panteón funerario sino capilla auxiliar con varios altares para que los veinticinco primeros frailes pudieran tener un lugar reservado para celebrar los oficios religiosos, pocos años después de su construcción cambiará su uso. Durante la permanencia de los religiosos en este lugar se conservaron los restos de los condes de Belalcázar y su hijo en este espacio1Así lo manda en su testamento D.ª Elvira de Zúñiga (dando poder a su hermano D. Fadrique): “Mando e ordeno que esté en la capilla mayor del dicho monesterio donde está el enterramiento de la dicha señora delante del altar mayor dos hachas de çera ardiendo”, AHN, Osuna, Leg. 325-66, cit. Molinero, 2007, p. 294., sin embargo, cuando se marcharon a las nuevas dependencias construidas dentro de la villa se los llevaron consigo. Pasará un tiempo hasta que Francisco I, IV conde de Belalcázar y III duque de Béjar, en 1540 y tras pensar un proyecto típicamente renacentista de exaltación del linaje familiar, encargue a Hernán Ruiz II2Durante mucho tiempo se había pensado que este proyecto era de Hernán Ruiz “el viejo”, dado que estuvo trabajando en esta zona durante un largo periodo y en la década de los años treinta del siglo XVI lo hizo para Francisco I. Pero, dado el contexto temporal en el que nos ubicamos (años 50 del mismo siglo) y que en el encargo también se cita a Peñarredonda (J. A. Molinero) nos llevaría a pensar que se trata de Hernán Ruiz II. De este proyecto se conserva en el AHN toda la descripción iconográfica de los túmulos, pero hasta el momento no se ha encontrado documentación gráfica alguna. un proyecto de panteón del que mínimamente se ejecutará la puerta de acceso (Chamero 1996Chamero Serena, J. 1996: De los Pedroches a Indias. Viajeros del siglo XVI. Editorial Ciencia, Madrid.).

La planta, de proporción 1:2, consta de dos bóvedas estrelladas de nervios de piedra y plementería de fábrica de ladrillo muy dañada. El cuadrado en el que se inscribe cada una de estas bóvedas tiene una medida de 8,30 m (equivalente a 10 varas castellanas). Las estructuras portantes están llevadas a cabo mediante muros de carga de grandes dimensiones de bloques de granito, material característico en toda la arquitectura ejecutada en esta zona del Valle de los Pedroches (Alonso y Rodríguez 2016Alonso Ruiz, B. y Rodríguez Estévez, J. C. 2016: 1514, Arquitectos tardogóticos en la encrucijada. Editorial Universidad de Sevilla, Sevilla.). El conjunto presenta una estética sobria, masiva y cerrada. Solamente dos ventanas saeteras de pequeñas dimensiones y una ventana circular introducen luz al interior del panteón. Las diferentes construcciones que se han ido adosando al conjunto por el propio crecimiento del monasterio han ido restando iluminación y ventilación a este espacio, quedando en la actualidad prácticamente en penumbra. La actuación se centra en este ámbito estrictamente delimitado entre la nave de la iglesia y la nave de los dormitorios (llamada sala de la barca por la importante estructura de artesonado que la cubre) (Cabrera 1977Cabrera Muñoz, E. 1977: El condado de Belalcázar (1444-1518). Aportación al estudio del régimen señorial en la Baja Edad Media. Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, Córdoba. ).

1.3. Análisis funcional

 

El monasterio de Santa Clara de la Columna sintetiza de forma excepcional la forma de vida del carisma clariano. Si bien es cierto que el edificio ha ido creciendo en función de las necesidades, todas estas piezas se han ido encajando atendiendo a las demandas litúrgicas y la propia habitabilidad del conjunto. De esta manera es interesante el estudio de caso del llamado “panteón”, una pieza que, si bien tuvo uso funerario durante un espacio de tiempo muy limitado, siempre se ha conocido como tal dentro de la organización del monasterio.

La construcción de esta nueva pieza generó un gran volumen que rápidamente entró en desuso, ya que, con la salida de los frailes, el gran proyecto de panteón familiar de los Zúñiga quedó anulado. Este hecho es el que hace que la nueva construcción haya tenido diversos usos en función de la demanda, desde sala capitular alta y sacristía hasta almacén y espacio sin uso. No cabe duda de que un edificio de estas características es una “máquina atemporal” (Ábalos 2020Ábalos, I. 2020: Palacios comunales atemporales. Genealogía y anatomía. Ed. Puente Editores, Barcelona. ), en la que las nuevas piezas van encajando dentro de los ritmos y rituales litúrgicos. Todas las piezas que no entran dentro de esa lógica, jugarán una suerte de estar permanentemente en usos no adaptados. Como iremos viendo a lo largo del texto, el espacio objeto de la investigación que presentamos ha sido una de esas piezas que por su ubicación, tamaño y función nunca ha sido un ámbito plenamente integrado dentro del contexto monacal del conjunto.

El uso que más tiempo se desarrolló en este ámbito fue el de Sala Capitular alta, en planta primera, y diversos usos subsidiarios (almacén, sacristía, capilla funeraria, etc.) en planta baja. Estudiando la tipología monacal, no son muchos los casos en los que la sala capitular se contextualiza entre la iglesia y los dormitorios, al igual que una sala capitular a la que se accede por el coro alto. En definitiva, estamos ante el caso de una arquitectura singular por su fábrica y dimensiones, pero que intentará adaptarse en todo momento a un uso para el cual no fue concebida. Este hecho, como iremos viendo, repercutirá en el devenir de la propia arquitectura.

2. OBJETIVOS, MÉTODO Y HERRAMIENTAS EMPLEADAS

 

El proyecto de restauración, consolidación y puesta en valor de este panteón funerario, para albergar un salón de actos para el monasterio, preveía no solamente eliminar las patologías estructurales y constructivas, sino también hacer un estudio que las caracterizara. Este análisis previo ha desvelado todas las etapas que este espacio ha tenido, así como su propia configuración arquitectónica. La compleja unidad edilicia que configura esta construcción dentro de la lógica del monasterio obliga a estudiarla como una pieza independiente, tanto a nivel constructivo como a nivel de génesis y funcionamiento. A este respecto, cabe subrayar que prácticamente no se han llevado a cabo investigaciones de forma sistemática sobre el monasterio, por lo que todas las fuentes bibliográficas son de carácter genérico en cuanto al análisis histórico-artístico de todo el conjunto. (Molinero 2007Molinero Merchán, J. A. 2007: El convento de Santa Clara de la Columna de Belalcázar. Diputación Provincial de Córdoba, Córdoba.; Aranda y Lara 2017Aranda Moreno, S. y Lara Cabrera, E. 2017: Mística y Arte en Santa Clara. Ediciones Litopress, Córdoba.). Teniendo en cuenta por un lado la necesidad de la intervención y por otro lado lo limitado de las fuentes documentales, estos trabajos tuvieron como objetivo:

  • O1. Determinar a partir de las diferentes huellas arquitectónicas las múltiples fases constructivas del edificio para, a partir de ello, identificar y caracterizar las diferentes lesiones detectadas.

  • O2. Desarrollar una cartografía precisa que pueda servir como soporte para llevar a cabo una profunda lectura de las estructuras, huellas de intervenciones y fases en la propia construcción del panteón.

  • O3. Desvelar la relación del panteón con el resto del conjunto, estudiando la evolución que ha tenido en las diferentes etapas constructivas y usos.

Para poder llevar a cabo el planteamiento metodológico, se establecieron una serie de etapas no estancas, en las que se iban sucediendo, indistintamente, cada uno de los siguientes momentos:

  • 1. Análisis y estudio de la documentación gráfica y escrita existente en la actualidad sobre el monasterio. Si bien no hay mucha documentación bibliográfica sobre el edificio, la que existe se encontraba dispersa y descontextualizada. Las fuentes primarias consultadas del propio archivo del monasterio, unidas a fuentes documentales localizadas en el Archivo Histórico Nacional, aportan una visión global que hasta ahora nunca se había puesto en paralelo.

  • 2. Estudio de los proyectos e intervenciones llevadas a cabo previamente. A final del siglo XX comenzaron a realizarse una serie de intervenciones promovidas por la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía con el objeto, no solamente de conservar el edificio, sino también de eliminar añadidos y construcciones subsidiarias. Se ha llevado a cabo un profundo estudio de las actuaciones realizadas en cada uno de estos proyectos.

  • 3. Levantamientos y dibujos pormenorizados del edificio. El resultado del estudio gráfico no es un medio, sino un fin en sí mismo. Es por ello que se han realizado levantamientos fotogramétricos en paralelo a una profunda comprensión constructiva del inmueble. Si bien una interpretación, como su naturaleza indica, es un hecho subjetivo, el análisis de realidades constructivas y huellas arquitectónicas confrontadas con las fuentes históricas generan un conocimiento objetivo fundamentado en el análisis de estructuras (Almagro 2004Almagro, A. 2004: Levantamiento arquitectónico. Universidad de Granada, Granada.). Tras ortogonalizar y llevar a una escala gráfica todo el conjunto arquitectónico y tomar medidas directas con precisión, se han podido establecer lecturas materiales que hasta ahora nunca se habían realizado. Todo este trabajo se ha llevado a cabo tomando georreferencias con el fin de poder tener este documento gráfico siempre abierto y en proceso de trabajo (Benavides et al. 2020Benavides López, J. A., Martín Civantos, J. M. y Rouco Collazo, J. 2020: “Levantamiento arquitectónico y análisis arqueológico del Castillo de Piñar como punto de partida para su conservación”. Virtual Archaeology Review, 11 (22). https://doi.org/10.4995/var.2020.12397 ). Paralelamente, aunque no ha reportado resultados en esta fase de la investigación, se ha llevado a cabo un volcado de datos a sistema BIM (Building Information Modelling) LOD 200, con el fin de poder generar un sistema de trabajo no concluso con lo desarrollado hasta ahora.

La visualización gráfica de todas las fases constructivas de las diferentes fábricas se llevó a cabo mediante un estudio sincrónico de los usos con las alteraciones (construcciones y destrucciones) del edificio del panteón. Dada la complejidad edilicia y estructural del conjunto, al centrarnos dentro del propio edificio del panteón, llevamos a cabo un sistema de referencia de elementos arquitectónicos según la lógica de la construcción (Guerrero et al. 2019Guerrero Vega, J. M., Pinto Puerto, F. y Mora Vicente, G. 2019: “Trabajos previos y paralelos integrados en el proyecto de restauración de la capilla de los Tocino (s. XV) en la iglesia de San Juan de los Caballeros de Jerez de la Frontera”. Arqueología de la Arquitectura, 16, e086. https://doi.org/10.3989/arq.arqt.2019.008 ) (Fig. 5).

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Figura 5.  Planta general del panteón y sistema de referencia para la intervención. Plano del autor.

La fotogrametría se llevó a cabo mediante equipo compuesto por cámara Canon 80D (24,2 Mg). Calibrada y alternancia de objetivos: 10-22 mm; 24 mm; 24-70 mm; 50 mm; 70-200 mm. Igualmente se usó una cámara compacta Canon G7X (20,1 Mg).

  • 4. Estudio arqueológico. Las intervenciones anteriores realizadas en el conjunto del monasterio se llevaron a cabo sin estudios arqueológicos lo que ha limitado sustancialmente los resultados de la investigación. No obstante, las diversas catas previas en el subsuelo que todavía permanecen abiertas en la actualidad, han permitido hacer al equipo de arqueólogos un profundo análisis de las estructuras. Hay que reseñar que, en 2002, con la última de las intervenciones llevadas a cabo, se puso una losa de hormigón armado de 40 cm de espesor en el panteón, por lo que no se han podido ejecutar nuevos sondeos arqueológicos en el subsuelo del propio espacio del inmueble objeto de la intervención ni llevar a cabo un registro directo con el que hacer una lectura continua entre estructuras subyacentes y emergentes.

  • Dentro del estudio desarrollado por el equipo de arqueólogos, se estudiaron las diferentes materialidades de los morteros. Dado que todas las intervenciones se han ido configurando con granito, solamente los morteros nos han permitido poder distinguir las diferentes incursiones arquitectónicas realizadas en el edificio.

  • 5. Lectura estratigráfica muraria. Una vez obtenida una documentación gráfica precisa y a partir de una lectura arqueológica de los paramentos y del análisis de las fuentes documentales, se ha llevado un riguroso ejercicio de datación de lesiones, marcas, inserción de materiales o transformaciones ejecutadas según las descripciones históricas. Esta lectura de estructuras nos ha posibilitado concretar y definir la evolución del inmueble y establecer una matriz de actuaciones en cada uno de los elementos constructivos. Esta fase del trabajo fue esencial de cara a conocer la magnitud de las patologías detectadas.

  • 6. Desarrollo de modelos gráficos que nos permitan poder conocer visualmente la evolución histórica del panteón. Se ha llevado un modelado del sistema constructivo y estructural que ha sido sometido a varias solicitaciones con el fin de determinar y justificar todos los refuerzos, consolidaciones y manipulaciones de la estructura original. Este modelado gráfico ha sido de inestimable ayuda, ya que se ha aplicado una lógica constructiva a esta evolución volumétrica, reportándonos gran información estilística y material del edificio dentro del conjunto patrimonial del monasterio.

  • 7. Georreferenciación y topografía aplicada. Se ha realizado un modelo preciso del monasterio georreferenciado con apoyo de topografía. Para ello, se ubicaron una serie de puntos (clavos en el suelo y dianas en paramentos verticales) en el propio edificio a documentar. La precisión obtenida se ha logrado mediante tecnología GNSS-RTK, permitiendo trabajar posteriormente con coordenadas oficialmente referenciadas. Para las medidas de los puntos de apoyo se utilizó una estación Leica TCR 805 ultra con distanciómetro láser. Esta georreferenciación nos ha permitido desarrollar modelos BIM y ubicarlos territorialmente con precisión. Dado que se llevaban diferentes equipos, se ha podido establecer un marco de comparación para unos resultados óptimos (Benavides 2017Benavides López, J. A. 2017: Nuevas tecnologías en la documentación del patrimonio: la alcazaba de Guadix. El castillo de Piñar. Tesis doctoral, Universidad de Granada. ).

3. PROCESO DE ESTUDIO

 

Los trabajos realizados se desarrollaron en dos fases previas a la redacción del proyecto de intervención. En primer lugar, todo lo relativo a la documentación y toma de datos in situ. En este primer momento se llevó a cabo una sistematización de fuentes documentales existentes, trabajo que hasta ahora nunca se había realizado y que, como veremos a continuación, revistió gran complicación por la dispersión de documentos. En segundo lugar, el desarrollo de estudios gráficos sobre la arquitectura objeto de la intervención. Si bien es cierto que el edificio del panteón quedaba perfectamente delimitado, surgieron numerosas arquitecturas en torno al edificio, lo cual complejizó de forma sustancial el levantamiento (Fig. 6).

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Figura 6.  Vista aérea. Detalle panteón e iglesia. Fotografía: Alberto Martínez Rubio.

Tras estos estudios y tomas de datos comenzó una nueva etapa de interpretación y volcado de fuentes documentales y gráficas. En este momento se pudieron establecer varias hipótesis sobre el devenir del recinto monástico en general y sobre el panteón en particular. Una vez analizadas las fases constructivas sincrónicamente con las fuentes documentales se pudo llegar a las conclusiones y resultados que se recogen en el presente artículo. Los apartados siguientes estructuran de forma somera el procedimiento llevado a cabo. Si bien las partes nunca fueron estancas, sino que se fueron superponiendo, cada una de ellas tuvo sus propios objetivos y metodología específica de investigación.

3.1. Documentación y registro de las fuentes bibliográficas

 

En la investigación llevada a cabo previa a la redacción del proyecto de intervención se realizó un registro pormenorizado de todas las fuentes bibliográficas existentes sobre el monasterio. Es cierto que no hay mucho publicado y lo que hay se centra específicamente en cuestiones puntuales sobre elementos artísticos. Con este trabajo se da comienzo a un registro sistemático de referencias existentes sobre este importante conjunto patrimonial y, dado que entendemos que su desarrollo no ha terminado, confiamos que poco a poco se vayan incorporando nuevas fuentes aún no documentadas.

3.1.1. Fuentes primarias

 

Fuentes primarias escritas: El monasterio cuenta con un archivo propio de documentos originales: libros de ingresos/profesiones, actas y acuerdos capitulares, etc. La mayor parte de las fuentes originales propias se perdieron en la guerra civil española; no obstante, se conserva un importante fondo documental mínimamente estudiado. El trabajo llevado a cabo comenzó con la documentación sistemática de todos estos documentos, así como aquellos referentes al monasterio y que se encuentran en otros registros, tales como el Archivo Histórico Nacional o el Archivo Diocesano de Córdoba. Hay que reseñar la importancia que igualmente ha tenido para este trabajo e investigación la consulta realizada al Archivo de Protocolos y Actas Notariales, que ha permitido establecer de forma clara y objetiva la evolución de todas las propiedades, desde adquisiciones hasta cesiones de venta del monasterio.

Fuentes primarias gráficas: Dentro de las fuentes primarias tuvieron un lugar destacado las generadas a partir de la aplicación de nuevas tecnologías. Es por ello que la documentación gráfica que se realizó supuso un importante aporte y, por tanto, una relevante fuente primaria, dado que hasta ahora jamás se había visto el monasterio representado a este nivel de detalle y exactitud.

Fuentes primarias orales: El monasterio cuenta con hermanas de avanzada edad que han descrito a la perfección lo acontecido en el edificio en los últimos cincuenta años. Estas fuentes directas nos permitieron recorrer todos los espacios, y más concretamente el panteón, explicitando en todo momento qué ocurrió y de qué manera en cada uno de estos ámbitos.

3.1.2. Proyectos de intervención desarrollados

 

Desde finales del siglo XX se han venido sucediendo diversas intervenciones en el monasterio con el fin de estabilizar las partes más sobresalientes del conjunto patrimonial. En esta línea se llevaron a cabo diversos proyectos, los cuales han sido objeto de un profundo estudio para poder determinar qué actuaciones se ejecutaron bajo qué proyecto. Así se sucedieron proyectos de intervención en noviembre de 1985, abril de 1990 y octubre de 2000. Con estas intervenciones se acometieron importantes obras de eliminación de añadidos, consolidación de iglesia y claustro principal y adecuación de espacios subsidiarios para uso de la comunidad de religiosas. Hay que subrayar el importante impacto que las actuaciones acometidas en los últimos años han tenido en todo el conjunto ya que, al desnudar las paredes de enfoscados y revocos, se ha perdido gran información y posibilidad de llevar a cabo amplias lecturas paramentales. No obstante, estos proyectos han supuesto una importante aportación al conjunto dado que han garantizado la estabilidad estructural de prácticamente la totalidad del monasterio.

3.1.3. Fuentes bibliográficas y estudios.

 

Si bien es cierto que, como hacíamos mención en la introducción, no hay muchas publicaciones científicas o investigaciones realizadas sobre este importante conjunto monacal, se han llevado a cabo diversos trabajos sistemáticos, de carácter local pero de gran relevancia cronológica. Por otro lado, atendiendo al estado de la cuestión de este edificio, se han documentado múltiples estudios contextualizados en el Valle de los Pedroches que nos han permitido establecer una visión de conjunto del contexto en el que emerge la arquitectura objeto de este estudio (Jordano 1996Jordano Barbudo, M. A. 1996: Arquitectura Medieval Cristiana en Córdoba. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba, Córdoba. ; León-Muñoz 2018León-Muñoz, A. 2018: “Técnicas constructivas mixtas en piedra en la Córdoba omeya”. Arqueología de la Arquitectura, 15, e078. https://doi.org/10.3989/arq.arqt.2018.022 ; Rubio 1999Rubio Capilla, M. 1999: Belalcázar. Historia, Monumentos y Personajes. Editorial Ayuntamiento de Belalcázar-Excma. Diputación Provincial de Córdoba, Córdoba. ). Hay que hacer especial mención a los trabajos promovidos por la Diputación Provincial de Córdoba y que han supuesto un importante registro documental del contexto físico y cultural de la génesis del monasterio. En este sentido, hay que agradecer la importante aportación que ha hecho Juan Andrés Molinero Merchán con el trabajo monográfico sobre el convento de Santa Clara y todo lo referente a la historia del arte de este espacio de la geografía cordobesa.

3.2. Sistematización de estudios y trabajos

 

3.2.1. Trabajos de levantamiento gráfico

 

En el año 1992 se llevó a cabo un levantamiento con el objeto de redactar los diversos proyectos de intervención que ha venido realizando la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Este levantamiento, dado el instrumental con el que fue realizado, simplificó mucho el resultado pero dio una visión global de todo el conjunto monástico. También contábamos con un estudio topográfico previo que nos dio una importante visión del conjunto a escala territorial. Todos estos antecedentes nos sirvieron para empezar a pensar en las diferentes fases en las que acometer los trabajos. Tras un convenio suscrito entre el propio monasterio y la Universidad de Sevilla, se establecieron los ámbitos de actuación, empezando por el panteón, dado que sería el primer elemento que se intervendría para poder ponerlo en valor y abrirlo al público.

Los trabajos de levantamiento gráfico se desarrollaron mediante ortofotos para estructuras verticales y escáner y fotogrametría digital convergente para las bóvedas. La sistematización de estos procesos nos ha permitido obtener planimetrías vectoriales sobre las que poder trabajar bajo un control informático. Una vez extraída toda la documentación/información desde la estructura vectorial de datos (3D), hemos pasado a un sistema de representación plano (2D) para llevar a cabo el dibujo más descriptivo, tanto de los elementos constructivos y fases como de patologías (Fig. 7).

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Figura 7.  Volumetría del estado actual del monasterio. Dibujo del autor.

Para la toma de datos se estableció un doble sistema de coordenadas y referencias. Por un lado, el general de todo el edificio, que contextualiza a nivel territorial el convento; y, por otro lado, un sistema de referencias relativo y específico a cada una de las diferentes estancias del monasterio (Pinto y Guerrero 2009Pinto Puerto, F. y Guerrero Vega, J. M. 2009: “Estudios previos a la intervención en la capilla de la antigua iglesia de San Miguel, en Morón de la Frontera (Sevilla)”. Arqueología de la Arquitectura, 6, pp. 267-286. https://doi.org/10.3989/arqarqt.2009.09011 ). A cada una de estas estancias le asignamos una letra inicial para así poder determinar tanto a nivel de planimetría como de elementos muebles a qué espacio hacíamos referencia. Concretamente, para el panteón funerario se establecieron las letras “PF” delante de cada uno de los elementos a analizar. Este sistema ya ha quedado marcado para todas las actuaciones que se vayan sucediendo en el futuro tanto para los análisis de estructuras emergentes como subyacentes.

3.2.2. Trabajos de análisis de materiales y morteros

 
  • Granito. La mayor parte de las construcciones patrimoniales de la zona del Valle de los Pedroches se han realizado en granito, dada la proliferación de canteras que de este tipo de piedra hay en la zona. Esto, en cierto modo ha sido una garantía de conservación ya que, debido a su dureza, la mayor parte de estas construcciones se han conservado en buen estado. Además de ser garante de su permanencia, el granito ha supuesto un material de datación, dado que las incursiones posteriores que se han realizado, se han llevado a cabo bien con cerámica o madera o con granitos de diferentes composiciones. Es interesante el análisis de petrografía del granito, dado que el porcentaje de cada uno de sus componentes ubica la cantera de la que fue extraído y lo hace coincidente con otros monumentos coetáneos de la zona. El proyecto llevado a cabo, ha podido determinar diversas intervenciones gracias a los diferentes porcentajes de mica, cuarzo o feldespato con respecto al granito original.

  • Pizarra. La pizarra ha sido utilizada como elemento de cubrición durante un largo periodo de tiempo. Si bien la teja árabe se acaba imponiendo, encontrar pizarra supone hallar un testigo cronológico de una época concreta. En el panteón han sido numerosos los elementos que se han desarrollado con lascas de esta piedra, sobre todo en aras de la impermeabilización del espacio. Su huella en la arquitectura del monasterio es evidente; no obstante, este material ha ido generando una serie de patologías dado que para su puesta en obra era necesario abrir una importante llaga en la fábrica. Con el paso del tiempo esta “herida” en el muro ha sido una de las causas de entrada de humedades así como de la proliferación de nidos y madrigueras de animales.

  • Ladrillo. La fábrica de ladrillo se ubica en momentos y en lugares concretos de esta topografía cordobesa. Responden a fábricas de época mudéjar y suelen estar en cubiertas, configurando la plementería de las bóvedas. Las incursiones posteriores de fábrica de ladrillo en la arquitectura del monasterio han respondido en su totalidad a trabajos recientes de época moderna. La fábrica de ladrillo original ha presentado diversas e importantes patologías debidas en mayor medida a una mala cocción. Esta ha sido la causante de grandes pérdidas y desprendimientos documentados para la restauración en el proyecto de intervención que hemos redactado.

  • Madera. La madera, al igual que la cerámica, está cronológicamente documentada. En el panteón únicamente se insertaron elementos de madera durante la construcción de la galería que daba acceso a los dormitorios y, en segundo lugar, en el forjado que dividía horizontalmente al panteón en dos ámbitos, la sala capitular alta en planta primera y el espacio de usos variados en planta baja. Son pocos los restos de madera que, en la actualidad, permanecen todavía en el edificio funerario y menos aún tras la intervención de 2002, en la que se eliminaron incluso los revocos. Los mínimos restos que han aparecido nos han servido para confirmar los sistemas estructurales empleados en la construcción de todas las alteraciones realizadas.

  • Cal. Las cales han sido uno de los materiales más estudiados en este proyecto. Su composición nos ha permitido determinar diversas incursiones, así como pequeñas reformas llevadas a cabo. Las cales originales, al ser muy pobres en cuanto a su dosificación, nos ayudaron a establecer qué elementos se modificaron con respecto al edificio original.

  • Cementos y hormigones. Todos los cementos y hormigones han sido insertados en el edificio con las incursiones realizadas con los proyectos llevados a cabo por la administración, por lo que quedan perfectamente datados. Estos trabajos no contemplaron intervenciones de restauración del panteón, pero construyeron una solera de hormigón armado que actualmente se ubica en este espacio sin posibilidad de eliminación. Integrar morteros de base cementosa en este contexto patrimonial supone la incorporación de materiales ajenos a la fábrica original y ajenos a cualquier correcta intervención de conservación en patrimonio (Fig. 8).

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Figura 8.  Sección longitudinal. Paramento PF2 obtenido mediante ortofoto. Estudio de patologías. Plano del autor.

3.2.3. Estudio constructivo y de patologías

 

Tras el proceso de determinación y análisis de materiales, se llevó a cabo un profundo estudio de los sistemas constructivos empleados en el desarrollo de las diferentes fábricas que configuran el panteón. Igualmente, y a partir de un conocimiento profundo de todos los componentes anteriormente descritos, se trabajó en la detección de patologías de forma pormenorizada. Para ello y, como se ha explicitado con anterioridad, se generó un sistema de referencia para el monasterio en general y para el panteón en particular. Esto nos ha mostrado la complejidad constructiva de este edificio dado que, como si de una ciudad se tratara y como ocurre en este tipo de edificios habitados desde hace tantos siglos, fue cambiando, fusionado, eliminando, construyendo y reinterpretando las construcciones que hoy analizamos.

El sistema constructivo generalizado en todo el panteón es de muros de carga sobre los que se dejan caer bóvedas de crucería (Henares y López 2020Henares Cuéllar, I. y López Guzmán, R. 2020: Arquitectura mudéjar granadina. Editorial Universidad de Granada, Granada.). Estos importantes muros de 210 cm de espesor configuran una “U” que se adosa al muro de carga de la iglesia. Aunque se estudiará posteriormente en las diferentes fases constructivas del inmueble, cabe señalar que el muro perimetral no ha sufrido importantes patologías debido a su importante potencia constructiva. Las únicas lesiones reseñables se han debido al mal uso de materiales en las construcciones posteriores, pero no en el “cajón” de granito original.

3.2.4. Determinación de fases y cronología

 

Para la determinación del orden de las diferentes fases constructivas del edificio, se ha realizado una pormenorizada lectura arqueológica de los paramentos que ha permitido entender la complejidad del actual espacio (Ramírez 2006Ramírez Laguna, A. 2006: “Algunas reflexiones sobre la arquitectura civil andaluza en el paso de la edad media a la moderna”. Cuadernos de los amigos de los museos de Osuna, 8, pp. 38-42. ). La documentación escrita existente en el monasterio ha aclarado ciertos aspectos y matizado cronologías precisas. Las crónicas existentes en el monasterio han ido poniendo fecha a las grandes actuaciones ordenadas a partir de la arqueología de la arquitectura. Hay que subrayar que la última intervención que se llevó a cabo tuvo como objetivo principal consolidar un momento concreto del edificio, siendo una intervención excesivamente agresiva con las épocas no coetáneas a ese momento. La lectura paralela entre la arqueología muraria y la propia construcción nos ha obligado a llevar a cabo un profundo análisis de los elementos arquitectónicos que han perdurado hasta hoy, dando así a todos un orden sincrónico matizado por las fuentes documentales.

Las diferentes fases se levantaron volumétricamente integrando los elementos arquitectónicos que aún perduran, tomando como referencia las huellas que esas etapas han ido dejando en el actual monasterio. El levantamiento volumétrico nos sirvió para encontrar una concordancia directa con las fuentes y una lógica de los recorridos que, en función de los diferentes usos que fueron desarrollándose en cada una de las piezas, han ido modificando la funcionalidad del conjunto.

La recuperación mediante volumetrías de las diferentes modificaciones ha permitido igualmente comprender numerosos elementos “sueltos” que fueron quedando disonantes y que han llegado a la contemporaneidad sin una razón lógica aparente. Al poder reconstruir los diferentes momentos del edificio, se han encajado todas estas piezas, aportando luz y sentido a la cronología del conjunto. Es evidente que, dado que es un edificio que ha estado permanentemente habitado, ha sufrido infinidad de transformaciones menores, todas ellas recogidas en los libros de crónicas de la comunidad. Las fases que aquí explicitamos son aquellas que han causado una mayor transformación o han sido de relevancia para el funcionamiento del edificio y de la vida de la comunidad (Figs. 9 y 10).

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Figura 9.  Sección longitudinal. Paramento PF3 obtenido mediante ortofoto. Estudio de fases constructivas. Plano del autor
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Figura 10.  Secciones transversales. Paramentos PFB/PFC obtenidos mediante ortofoto. Estudio de fases constructivas. Plano del autor.

3.2.5. Estudio estratigráfico

 

Tras la lectura paramental se llevó a cabo un profundo análisis de la estratigrafía. Hay que subrayar que después de estudiar los resultados llevados a cabo por el equipo pluridisciplinar, fueron coincidentes en su totalidad con el análisis de lesiones causadas por las diferentes fases constructivas analizadas a partir de las fuentes documentales. Esta actividad se desarrolló a partir de las catas abiertas con anterioridad que habían dejado los diferentes perfiles al descubierto, observándose la continuidad de las estructuras. El procedimiento usado es la aplicación de lectura de estructuras emergentes del método de Harris para estructuras arqueológicas (Tabales 2002Tabales Rodríguez, M. A. 2002: Sistemas de análisis arqueológico en edificios históricos. Universidad de Sevilla, Sevilla.; Oliva y Tabales 2011Oliva Muñoz, P. y Tabales Rodríguez, M. Á. 2011: “De Palacio a Monasterio. Génesis y transformación del Real Monasterio de Santa Clara de Sevilla”. Arqueología de la Arquitectura, 8, pp. 141-162. https://doi.org/10.3989/arqarqt.2011.10001 ).

Este estudio es continuación de los anteriormente realizados, tanto el histórico como el de materiales o patologías, y viene a completar los planteamientos supuestos a partir de la lectura de estructuras emergentes. Tal como se indicaba en los objetivos, el equipo pluridisciplinar ha hecho que tanto los trabajos llevados a cabo como los propios resultados hayan sido fruto de un trabajo nada compartimentado. Este proceso poliédrico ha ido generando una complementariedad tanto a nivel de planteamientos como de resultados.

3.2.6. Estudio geométrico y compositivo

 

La arquitectura objeto de análisis en esta investigación, como cualquier arquitectura, responde a un proceso formal determinado por multitud de caracteres configuradores: materiales, estilísticos, económicos, etc. Estudiar el contexto en el que se desarrolla este proyecto nos ha permitido extraer todos los mecanismos histórico-arquitectónicos que han dado como resultado esta arquitectura funeraria: la época en la que se desarrolla; la lógica de la cantería y la estereotomía del granito; el proceso de extracción o incluso la documentación de las canterías. Todo este proceso es configurador de una composición y una geometría concreta.

El edificio se desarrolla en dos módulos cuadrados de diez varas castellanas cada uno. A partir del análisis geométrico hemos podido ver cómo el panteón responde a una construcción independiente al resto de la trama monástica. Desde las medidas de la planta hasta la lógica constructiva, todo tiende a un hecho aislado, sin discurso compositivo transversal. El panteón, por tanto, es una arquitectura sin condicionamiento alguno, que se adosa a la existente, pero mantiene una lógica compositiva propia. Se puede ver en planta cómo el módulo usado de 10 × 10 varas funciona en cuanto a la proporción transversal, pero longitudinalmente las medidas de la iglesia no responden a ese módulo, quedando en la parte trasera un resto no encajado en este nuevo edificio. No sorprende que esto pase en esta arquitectura. En todos los edificios monacales, dadas sus dimensiones, acontecen hechos similares y suelen contener diversas lógicas, con diversas tramas arquitectónicas con diversos estilos (Montes y Pérez 2014Montes Rivas, A. y Pérez Ordóñez, A. 2014: “Aportaciones al estudio arqueológico del mudéjar en la Alpujarra: las iglesias de planta de cajón”. Arqueología de la Arquitectura, 11, e015. https://doi.org/10.3989/arq.arqt.2014.001 ). El conocimiento del proceso constructivo nos ha permitido llevar a cabo un proyecto de intervención que responde al propio argumento arquitectónico de evolución material y formal. La falta de documentación puntual de algunas de las intervenciones realizadas, unida al exceso de limpieza llevado a cabo con los trabajos de 2002, habían dejado algunas lagunas en cuanto a la argumentación constructiva del panteón funerario que se han podido dilucidar con esta investigación.

El estudio de la composición arquitectónica de este espacio funerario se planteó tres objetivos: primero, aportar conocimiento a la lógica constructiva que aparentemente quedaba oculta en una compleja trama de incursiones no diferenciadas; en segundo lugar, redibujar los espacios según orden cronológico a las actuaciones detectadas en el objetivo anterior; y por último, establecer una secuencia de materiales incorporados en cada una de las fases (Nuere et al. 2020Nuere Matauco, E., Candelas-Gutierrez, Á, y De Mingo García, J. 2020: “Análisis constructivo de la cúpula de madera del desaparecido Palacio de los Cárdenas en Torrijos (S. XV)”. Informes de la Construcción, 72 (559), e353. https://doi.org/10.3989/ic.71019 ). A partir de los datos obtenidos anteriormente, se pudo llevar a cabo con rigor y con lógica argumental el proyecto de intervención (Fig. 11).

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Figura 11.  Plantas cenitales obtenidas mediante ortofoto. Plano del autor.

3.3. Redacción de proyecto de intervención

 

El proyecto de intervención que se ha redactado sobre el panteón tenía como objetivo restaurar este espacio y ponerlo en valor, dado que a día de hoy sigue siendo un almacén que alberga restos de obra de las intervenciones anteriormente realizadas. De este proyecto nació el planteamiento de llevar a cabo un instrumento que ordene las actuaciones. Dadas las dimensiones del monasterio, no tenía mucho sentido empezar haciendo algo descontextualizado del resto. Si bien lo lógico podría haber sido llevar a cabo la figura de un Plan Director, no se planteó dado que en la actualidad son pocos los elementos que requieren de actuaciones. Es por ello que se estudió la génesis constructiva y se dotó de un criterio genérico para todo el conjunto, de manera que sea este el que vaya orientando futuras acciones.

Una vez llevados a cabo todos los estudios previos anteriormente citados, y tras un importante análisis de campo, se obtuvo documentación e información suficiente para poder afrontar el proyecto de ejecución. La intervención en el panteón se reducía a un estudio de patologías para su eliminación, así como la puesta en valor del espacio y adaptación para un salón de actos. No se podía estudiar este proyecto de forma aislada y es por ello que, si bien fue un trabajo lento, los resultados nos posibilitaron poder afrontar nuevas actuaciones de forma ordenada. Dentro del proyecto y tras la toma de datos inicial, se previeron diferentes subfases o intervenciones paralelas:

  • Intervención arqueológica: Esta fase supuso la recopilación de documentación arqueológica existente y análisis de elementos constructivos (subyacentes y emergentes) que pudieran aportar conocimiento al conjunto de la intervención.

  • Intervención geológica: Se caracterizó, además de la propia piedra que comprende casi la totalidad del monasterio, el subsuelo, como posible origen de algunas patologías observadas en toda la construcción.

  • Intervención histórico-artística: Se llevó a cabo un exhaustivo análisis artístico que pudiera caracterizar todas las fases claramente diferenciadas, unido a las propias fuentes documentales.

  • Intervención arquitectónica: Se ejecutaron una serie de actuaciones con el fin de tratar las patologías que afectaban al panteón funerario.

4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

 

Todo este proceso de análisis y lectura de estructuras ha dado como resultado un profundo conocimiento del panteón como pieza independiente y como una arquitectura integrada dentro del recinto monástico (Fig. 12). Si bien, como ocurre con todos los edificios de estas características, siempre se están transformando por las necesidades de la comunidad que las habita, el panteón ha sufrido muchas alteraciones, aportaciones y eliminaciones. Estos cambios los hemos agrupado en amplios periodos, en función de su magnitud.

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Figura 12.  Volumetría. Estudio del crecimiento del monasterio. Dibujo del autor.

La imagen exterior del edificio puede parecer el resultado de una única intervención monofase, por la homogeneidad de su fábrica, y es cierto dado que la piel exterior fue el resultado de un único momento constructivo; pero, como veremos ahora, este edificio, al no tener un uso determinado desde el origen, ha sido la pieza de todo el monasterio que más ha cambiado su configuración.

Las grandes transformaciones que ha tenido el edificio lógicamente se han debido a importantes cambios tanto de uso como de usuario. Los requerimientos litúrgicos y funcionales de las diferentes comunidades religiosas han traído emparejados importantes alteraciones arquitectónicas. A partir de una lectura exhaustiva de la fotogrametría y atendiendo a las fuentes escritas y orales, así como a un profundo análisis de las huellas dejadas en las arquitecturas existentes (estratigrafía muraria), se ha llevado a cabo un proceso de datación cronológica de épocas y estructuras, distinguiéndose seis importantes periodos:

Periodo 1: El panteón como ampliación de la iglesia. S. XV

 

El panteón, a todos los efectos, podríamos considerarlo la primera ampliación que sufre el recinto del convento3Hablamos de convento durante el periodo de ocupación del edificio por los frailes franciscanos. A partir del momento en que llegan las monjas, en sentido estricto deberíamos hablar de monasterio y ese criterio es el que se ha seguido en toda la investigación y por ende en este artículo. . La construcción inicial se limitó a la iglesia y al primer claustro, adosado a esta por el lado sur, pero rápidamente, nada más terminar las obras de estos dos elementos, se llevó a cabo el edificio del panteón adosado a la cara norte de la iglesia. Sorprende que, solo catorce años después del comienzo de la construcción del templo, se lleve a cabo la obra de este nuevo edificio tapando las ventanas en saetera de la iglesia, dejando todo el interior del espacio sin iluminación natural.

Como se observa en la planta, este nuevo espacio se apoya en el muro norte de la iglesia, tanto a nivel estructural como de cerramiento. La construcción original se configura como una importante pieza cerrada al exterior, y compuesta por cinco capillas laterales (en la actualidad al estar vacías pudiera dar la sensación de ser arcosolios, pero recordemos que el proyecto de panteón será posterior) y un altar principal presidiendo el espacio en el lado este. El panteón se abría y disponía de acceso únicamente desde el templo. Todas las aperturas que actualmente tiene al exterior han sido operaciones posteriores.

Su uso original fue una extensión del propio espacio de culto. Dado el importante número de frailes que originalmente vivían en esta comunidad, necesitaban de diversos altares secundarios en los que poder oficiar los cultos a diario. Este espacio surge como un lugar reservado a estas capillas individuales pero, como veremos, rápidamente entrará en desuso.

La iglesia, recién terminada la construcción, estaba únicamente adosada por el lado sur al recinto del claustro primitivo, quedando como un edificio prácticamente exento. Esta situación condicionó que la ampliación de los espacios de uso religioso se hiciera por el lado norte.

Se ha podido detectar tras el desarrollo gráfico de la investigación, que la iglesia cedió al nuevo espacio soporte estructural y cerramientos, pero no supuso una referencia constructiva que guiara la nueva obra, dado que el nuevo edificio tuvo una lógica arquitectónica propia. Se llevaron a cabo unas importantes zapatas corridas sobre las que se asentaron los muros perimetrales de granito de 1,70 cm de espesor, abiertos por un único punto para comunicarlo con la iglesia. En cuanto a aperturas para luz y ventilación, el espacio solo se abría al lado norte mediante dos ventanas en saeteras y un óculo circular a los pies (lado oeste). Como veremos, esas aperturas rápidamente serán modificadas.

La cubierta es el único elemento de este edificio que no ha sido transformado a lo largo de los años de la vida de la capilla funeraria. Fue desarrollada con una geometría sencilla: dos cuadros, en los que insertaron dos bóvedas, la primera de terceletes y la segunda estrellada. El reparto de cargas de la nueva construcción asumió una importante libertad al tener el vasto muro de la iglesia como soporte. El único elemento estructural que quedó integrado en el nuevo edificio fue la pilastra que se observa absorbida en el muro de entrada del panteón (Fig. 13).

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Figura 13.  Detalle de la cara interior del muro oeste (fachada principal) en el que se observa la fábrica de la pilastra integrada en el muro de cerramiento. Fotografía: Alberto Martínez Rubio.

El análisis de estas estructuras emergentes, así como su evolución constructiva nos ha llevado a pensar que la construcción empezó por el muro que actualmente configura los pies del edificio (muro de entrada), a partir del contrafuerte que absorbe. La fachada se retranquea de la alineación de la iglesia, empezando justo a nivel de este primer contrafuerte. Con los levantamientos llevados a cabo se ha podido testimoniar cómo el contrafuerte es absorbido por el muro de cerramiento de la fachada del panteón. Una vez establecida la línea de fachada, el resto del conjunto se moduló mediante la citada doble cuadrícula de 10 × 10 varas castellanas (8,30 × 8,30 m aprox.).

De la configuración interior poco se sabe, debido a que las diferentes intervenciones que ha recibido este espacio han sido muy agresivas con los elementos anteriores. Únicamente se conservan restos de los arcos configuradores de los diferentes altares y el acceso desde la iglesia aunque muy alterado.

Periodo 2: El panteón como espacio funerario. S. XVI

 

Tras la salida de los frailes franciscanos del recinto conventual y su marcha a las nuevas dependencias construidas dentro de la villa, este espacio quedó sin uso específico. Cabe recordar que, al ser un recinto destinado al culto como extensión de la iglesia y no darse esta demanda de espacio durante el funcionamiento del monasterio para el uso de las hermanas clarisas, permaneció como un lugar de culto secundario y sacristía. Continuó así hasta que en 1540 Francisco I, dentro de un discurso de ensalzamiento del linaje familiar, encargó a Hernán Ruiz II una importante reforma de este lugar con el fin de transformarlo en una capilla funeraria que albergara los restos los Señores de Belalcázar. Este proyecto, como ahora veremos, se inició pero nunca llegó a ser concluido ya que en 1544 murió de forma accidental Francisco I (Francisco de Zúñiga), que era el promotor de este mausoleo. La única referencia directa que tenemos de este proyecto se encuentra en el Archivo Histórico Nacional4“Mandatos y órdenes que el Sr. D. Francisco 1er Duque de Béjar para la traza de los enterramientos de sus Ascendientes los Señores D. Gutierre de Sotomayor y demá condes de Belalcázar”, AHN, Osuna, Leg. 326-41., en la que se describe pormenorizadamente el conjunto iconográfico previsto.

El proyecto de Hernán Ruiz II consistía principalmente en tres intervenciones perfectamente delimitadas: la apertura del panteón al exterior para generar un acceso directo, la construcción de una arquitectura funeraria que adaptara el espacio al nuevo uso y, por último, el desarrollo de un programa iconográfico con la lógica renacentista de la transmisión del conocimiento de un linaje. De estas tres fases solo llegó a ejecutarse la primera de ellas. Para poder realizar el acceso se llevó a cabo una operación de apertura por la que se desfondaba uno de los arcos que dan acceso directo al compás del conjunto monástico. Este es el hecho por el cual el acceso queda descentrado con respecto a la fachada principal, dado que de haberlo centrado hubieran tenido que taladrar el espesor del muro masivo (Fig. 14).

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Figura 14.  Fachada principal de acceso y trasera. Paramentos PFA/PFD obtenidos mediante ortofoto. Plano del autor.

El planteamiento ornamental del acceso al panteón, como bien explica J. A. Molinero (2007)Molinero Merchán, J. A. 2007: El convento de Santa Clara de la Columna de Belalcázar. Diputación Provincial de Córdoba, Córdoba., se somete estrictamente al orden clásico formal del estilo jónico, casi como si trasladase aquí una ejemplificación de la teoría de algunos de los tratados que estuviera estudiando en ese momento, seguramente el texto de Serlio. Es una composición sobria que podría calificarse como experimental ya que enlaza planteamientos compositivos secundarios de forma muy sintética y elemental. Al igual que hará Hernán Ruiz II en la cercana parroquia de San Juan Bautista de Hinojosa del Duque (Morales Martínez 1996: 19Morales Martínez, A. J. 1996: Hernán Ruiz “El joven”. Akal, Madrid.), este proyecto le servirá para probar varios patrones aprendidos de los tratados y que resultaron de forma unitaria (Fig. 15).

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Figura 15.  Volumetría del panteón. Evolución de intervenciones. Dibujo del autor

Periodo 3: El panteón como acceso intermedio a la nueva sala de dormitorios. S. XVI

 

Con el paso de convento de hermanos menores a monasterio de hermanas clarisas, el conjunto sufrió importantes transformaciones. Dado el abundante número de hermanas que vivían en él, fue necesaria la construcción de unos nuevos dormitorios que se llevaron a cabo anexos al panteón. Esta pieza longitudinal de grandes dimensiones será la que se conozca por “sala de las columnas” por el elevado número de columnas que en planta baja sostienen el forjado de los dormitorios que se ubican planta primera. Es interesante este sistema estructural de columnas a las que acometen los arcos desde un capitel masivo sin orden. Este mismo sistema estructural será el que se utilice unos años más tarde para separar horizontalmente el espacio del panteón.

El acceso a este nuevo espacio de dormitorios en planta alta se generó mediante un paso que lo unía con el coro alto. La transformación del panteón no consistió únicamente en la construcción de este paso intermedio, sino que, para dar acceso a los dormitorios, en el muro norte (antiguo muro de cerramiento del panteón), se abrió un paso directo tanto en planta baja como en planta primera y se selló una de las dos ventanas en saetera que disponía este alzado (Fig. 16).

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Figura 16.  Sección longitudinal exterior. Paramento PF1 obtenido mediante ortofoto. Plano del autor.

Periodo 4: El panteón subdividido en Sala Capitular Alta y sacristía en planta baja. S. XVII-S. XIX

 

En este momento se lleva a cabo una división horizontal del espacio. Se había creado un acceso directo desde el coro alto hasta los dormitorios, y ahora esa cota se hace extensiva a todo el espacio del panteón (Fig. 17). Como se observa en la isometría, en el espacio de planta baja se ubicaron cinco columnas a eje del edificio que recibirían las cargas de los arcos que a su vez apoyaban en los propios muros perimetrales. De esta manera se conseguía hacer cinco cuadernas estructurales sobre las que descansar el forjado sin afectar prácticamente a la estructura existente.

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Figura 17.  Sala capitular alta. Año 1989. Fotografía: archivo del monasterio.

Igualmente, para dar acceso directo al espacio interior de planta baja se abrió un acceso desde el muro situado al este, que permitiría la entrada a la sacristía y su conexión con el altar mayor.

La estancia superior de esta división horizontal se usó como sala capitular. El elevado número de religiosas hizo que el espacio que se venía utilizando hasta ahora, ubicado en la planta baja del claustro principal, quedara imposibilitado. Cabe recordar que la regla de las Hermanas Pobres de Santa Clara pide que todas las religiosas vayan a capítulo, a diferencia de otras órdenes monacales. El nuevo espacio generado en la planta primera del espacio del panteón, dotaba al monasterio de una importante sala, conectada por el coro alto y dando acceso a los dormitorios. Esta distribución de usos quedó así hasta la guerra civil en 1936, cuando las hermanas abandonan el monasterio. Tras la contienda, el número de religiosas que regresan al monasterio es sustancialmente menor. Al necesitar de menos dependencias, la comunidad se ubicó en un edificio independiente del conjunto patrimonial.

En cuanto al exterior del edificio, también sufrió importantes alteraciones; sin lugar a dudas, la modificación de la cubierta y la incorporación de una espadaña sería la intervención más singular. Dada la proximidad con la iglesia, tanto esta como el panteón se llegaron a unificar con la construcción de una única cubierta a dos aguas (Figs. 18 y 19), dejando unas dependencias con funciones diversas bajo esta nueva estructura que estuvieron en uso hasta final del siglo XX.

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Figura 18.  Vista general del monasterio. 1979. Archivo Diputación Provincial de Córdoba.
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Figura 19.  Vista aérea del monasterio en la que se observa la unión de la cubierta del panteón con la de la iglesia. Fotografía: archivo del monasterio.

Periodo 5: El panteón dividido en diversas estancias en planta baja. S. XX

 

Como hacíamos referencia, la planta primera continuó destinada a sala capitular hasta su demolición con el proyecto llevado a cabo en 2002, que unificó de nuevo todo el espacio del panteón. No obstante, la planta baja sí sufrió algunas transformaciones aunque mínimas, dado que el funcionamiento que llevó el monasterio fue siempre el mismo. Estos cambios consistieron en la construcción de una serie de dependencias que subdividían el conjunto en pequeños espacios y suponían la creación de nuevas aperturas a las estructuras existentes. Así, el espacio en planta baja, tomando como retícula la estructura de pilares que se había construido para sustentar el forjado, formalizaba un espacio próximo a los pies de la capilla funeraria para albergar los restos de los fundadores. Por otro lado, junto a la cabecera y próxima al altar mayor, se situó la sacristía que daba acceso directo a la iglesia y en la que se ubicó también un pequeño aseo y lavabo. El espacio restante que quedaba entre las dos dependencias reseñadas fue ocupado con un amplio almacén sin uso específico. En definitiva, este ámbito quedó dividido en numerosas dependencias que se fueron configurando según la necesidad propia del uso.

Durante el transcurso de la contienda, estos espacios, junto al claustro e iglesia, sufrieron importantes pérdidas patrimoniales, sirviendo de lugar para guardar animales y polvorín. Pasada la Guerra Civil y al restaurarse la comunidad en las condiciones que hemos mencionado anteriormente, gran parte de los espacios quedaron en desuso, utilizando únicamente la zona del claustro y la iglesia. El panteón quedaba como un gran volumen, muy loteado y modificado con pequeñas construcciones que lo fagocitaban y ocultaban su estructura original.

Periodo 6: El panteón como almacén. S. XXI

 

El último momento histórico del panteón ha sido, de todos, el más breve, pero sin lugar el más intenso en cuanto a transformaciones. Este periodo va desde final del siglo XX (1998) hasta nuestros días. De esta etapa hay que subrayar las actuaciones llevadas a cabo con los proyectos financiados por la Junta de Andalucía, que supusieron un importante trabajo para la conservación y consolidación de todo el recinto monacal que había llegado casi al colapso estructural. Si bien representaron un importante trabajo, hay que decir que estos proyectos consolidaron una parte concreta de estas arquitecturas, prescindiendo de muchas otras (Fig. 20).

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Figura 20.  Estudio de fases constructivas y diagrama estratigráfico.

En lo que al panteón supone, se elimina el forjado intermedio y todas las arquitecturas generadas en la planta baja. Se buscaba de nuevo el espacio unitario, tal como fue concebido. Como la incorporación de la planta que seccionaba todo el espacio se había llevado a cabo mediante arcos apoyados en los muros perimetrales y en pilares de granito, al eliminar toda esta construcción las paredes prácticamente quedaron intactas. Dado que este nivel superior conectaba a salas contiguas, todos esos accesos fueron tapiados con el fin de dejar este espacio independiente del resto del conjunto. Así los dormitorios y sala de las columnas del edificio anexo perdieron el paso por el panteón (Fig. 21).

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Figura 21.  Construcciones realizadas sobre la fábrica del panteón (izq) y proceso de desmontaje de todas estas fábricas (der). Fotografías: archivo del monasterio.

Todos los usos subsidiarios ubicados en la planta baja quedaron eliminados (sacristía, baño, almacenes, etc.), pasando a ser todo un gran espacio sin uso que ha permanecido así hasta la actualidad. Posiblemente, de todas las actuaciones llevadas a cabo, sin lugar a dudas, la más agresiva fue la que se realizó en esta época. En ella, además de este importante proceso de limpieza, se alteró la cota del suelo, ubicando una losa de hormigón armado de más de 40 cm de espesor que absorbió las basas de las estructuras góticas originales. Esta actuación permanece hoy, dado que eliminar esta losa supone un gran problema para el edificio. Unida a esta intervención, llevaron a cabo un agresivo proceso de limpieza del espacio interior mediante chorro de agua-arena a presión, que eliminó cualquier posibilidad de lectura de paramentos por restos pictóricos. Esta limpieza abrió la llaga del asiento de la piedra que configura los muros, dejando los morteros descarnados y arenizados.

La última intervención fue la que consolidó el estado de conservación del panteón hasta la actualidad, perdurando un gran espacio vacío sin uso específico, de paredes desnudas de granito y suelo de hormigón armado. Estos últimos trabajos llevados a cabo en este espacio no se pueden considerar intervenciones para la restauración. Se eliminaron todos los añadidos pero dejaron el panteón sin posibilidad de integración con el resto del conjunto (quedó literalmente el espacio en proceso de obra) (Figs. 22, 23, 24 y 25). El proyecto que ha generado esta investigación ha partido de ese estado actual, para poder integrar de nuevo este espacio a la vida cotidiana del monasterio. El uso de salón de actos será una nueva oportunidad de dotar a esta arquitectura de una puesta en valor que muestre la monumentalidad con la que fue concebido el panteón funerario de los Sotomayor.

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Figura 22.  Estado actual. Encuentro entre las pilastras originales del panteón y la losa de hormigón armado. Fotografía del autor.
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Figura 23.  Estado actual. Vista general del espacio interior del panteón. Fotografía del autor
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Figura 24.  Estado actual. Detalle del encuentro de los nervios. Fotografía del autor.
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Figura 25.  Estado actual. Detalle del estado actual de una de las dos bóvedas estrelladas. Fotografía del autor.

5. CONCLUSIONES

 

La investigación llevada a cabo corrobora las diferentes fases y épocas constructivas que tuvieron lugar en este singular edificio y que evidencian que no ha sido el resultado de un proyecto unitario, sino todo lo contrario, ha sido el resultado de una improvisación constructiva y de usos. El equipo pluridisciplinar que ha llevado a cabo este trabajo, si bien partía de unas hipótesis no contrastadas con la realidad material, a partir lo desarrollado y de todo el largo proceso de investigación ha podido hacer confluir un relato histórico de esta arquitectura con la huella real de lo que ha perdurado hasta nuestros días. Desde este planteamiento ahora, se podrán afrontar los trabajos de intervención para su conservación y puesta en valor con las certidumbres derivadas de la investigación precedente y que ha recogido este artículo. A modo de resumen, se podría decir que el panteón, dentro del conjunto monacal, ha sido resultado de varias improvisaciones bien resueltas.

Se ha podido llegar a esta serie de conclusiones gracias a una metodología en la que han convergido el estudio histórico e historiográfico junto con una profunda lectura material de las estructuras que emergen en la actualidad. Igualmente, este proceso nos ha permitido encajar todas las lesiones que el panteón sufre en la actualidad en el contexto de diversas acciones acometidas a lo largo de su propia historia.

Con este trabajo se ha puesto de manifiesto que dicho edificio fue la primera ampliación del monasterio y, aunque muy próxima en el tiempo de construcción de la iglesia y el claustro, se trató de una improvisación llevada a cabo sin tener en cuenta la lógica constructiva en la que se insertaba. Esto hizo que este edificio tuviera toda la libertad tanto para diseño, como para su adaptación a lo existente. Unido a ello, y tras analizar todas sus fases constructivas se concluye igualmente que ha sido la pieza más transformada a lo largo de la historia del conjunto monacal.

Por otro lado, en lo que respecta al propio proceso constructivo, el análisis de las estructuras nos ha mostrado que este edificio se empezó a ejecutar de los pies a la cabecera, adosándose al primer contrafuerte de la iglesia. Ubicado este punto, el resto del panteón llevó sus propias proporciones y referencias sin tener en cuenta el contexto en el que se ubicaba. Prueba de ello es el carácter unitario e independiente que desarrolló tanto a nivel estilístico como funcional. A partir de ahí, como hemos ido viendo, todas las actuaciones que se llevaron a cabo no fueron más que intentos de dar un uso específico a este gran espacio, que desde su origen se generó como ámbito subsidiario y que acabó siendo un panteón que nunca fue utilizado como tal. Podemos así afirmar que es a partir estos datos, cuando se ha tenido una primera visión global de todo este singular edificio así como de las repercusiones constructivas y patrimoniales que han tenido cada uno de los usos ubicados en este espacio.

Los trabajos investigadores llevados a cabo nos han permitido, de forma excepcional, poner en práctica una metodología combinada entre las lecturas arqueológicas de las estructuras, un exhaustivo proceso de documentación gráfica y un volcado de todo el inventario de referencias históricas. Estos trabajos previos ya son parte de la recuperación de este espacio, dado que han puesto de manifiesto la relevancia constructiva, histórica y patrimonial de esta pieza del monasterio. Como consecuencia de todo lo anteriormente expuesto y partiendo de todos estos datos, referencias y evoluciones constructivas, la redacción del proyecto de intervención, conservación y puesta en valor se deriva de forma lógica, casi de forma natural, como una fase más de reconocimiento de todo lo anteriormente acaecido.

AGRADECIMIENTOS

 

Todo este trabajo ha sido posible gracias a la generosidad tanto en la acogida como en su implicación por parte de la comunidad de Hermanas Pobres de Santa Clara que vive en este monasterio. Queremos aprovechar la publicación de los resultados de esta investigación para mostrarle nuestro más profundo agradecimiento. Todo el equipo que ha llevado a cabo este trabajo está convencido de que la riqueza patrimonial del Monasterio de Santa Clara de la Columna de Belalcázar perdura, gracias a la presencia y celo por la conservación de esta comunidad de clarisas.

NOTAS

 
1

Así lo manda en su testamento D.ª Elvira de Zúñiga (dando poder a su hermano D. Fadrique): “Mando e ordeno que esté en la capilla mayor del dicho monesterio donde está el enterramiento de la dicha señora delante del altar mayor dos hachas de çera ardiendo”, AHN, Osuna, Leg. 325-66, cit. Molinero, 2007, p. 294Molinero Merchán, J. A. 2007: El convento de Santa Clara de la Columna de Belalcázar. Diputación Provincial de Córdoba, Córdoba..

2

Durante mucho tiempo se había pensado que este proyecto era de Hernán Ruiz “el viejo”, dado que estuvo trabajando en esta zona durante un largo periodo y en la década de los años treinta del siglo XVI lo hizo para Francisco I. Pero, dado el contexto temporal en el que nos ubicamos (años 50 del mismo siglo) y que en el encargo también se cita a Peñarredonda (J. A. Molinero) nos llevaría a pensar que se trata de Hernán Ruiz II. De este proyecto se conserva en el AHN toda la descripción iconográfica de los túmulos, pero hasta el momento no se ha encontrado documentación gráfica alguna.

3

Hablamos de convento durante el periodo de ocupación del edificio por los frailes franciscanos. A partir del momento en que llegan las monjas, en sentido estricto deberíamos hablar de monasterio y ese criterio es el que se ha seguido en toda la investigación y por ende en este artículo.

4

“Mandatos y órdenes que el Sr. D. Francisco 1er Duque de Béjar para la traza de los enterramientos de sus Ascendientes los Señores D. Gutierre de Sotomayor y demá condes de Belalcázar”, AHN, Osuna, Leg. 326-41.

FUENTES PRIMARIAS

 

Archivo Histórico Nacional.

Archivo Diputación Provincial de Córdoba.

Libros de actas capitulares. Archivo del Monasterio de Santa Clara de la Columna. Belalcázar (Córdoba).

Fototeca del Monasterio de Santa Clara de la Columna. Belalcázar (Córdoba).

Proyectos de intervención. Archivo Delegación de Cultura de Córdoba.

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