Arqueología de la Arquitectura (21)
ISSN-L: 1695-2731, eISSN: 1989-5313
https://doi.org/10.3989/arq.arqt.2024.379

Un arquitecto y arqueólogo español en Marruecos: el cuaderno de apuntes de Félix Hernández Giménez (1930)

A Spanish architect and archaeologist in Morocco: the notebook of Félix Hernández Giménez (1930)

 
CONTENIDO

1. MARCO GENERAL DEL ESTUDIO. FÉLIX HERNÁNDEZ GIMÉNEZ Y HENRI TERRASSE ENTRE GUERRAS

 

1.1. Objetivos y circunstancia del trabajo

 

La investigación cuyos resultados presentamos aquí se inscribió inicialmente en la dinámica de un proyecto colectivo cuyo objetivo era la clasificación y el estudio del archivo de D. Félix Hernández Giménez,1Proyecto I+D+i financiado por el Ministerio español de Educación y Ciencia n.ºHAR2015-66753- R con título “Digitalización e investigación de documentos y archivos científico-técnicos sobre arqueología. La recuperación del legado documental de Félix Hernández Giménez (1889-1975)” (Didacta). Este proyecto (2016-2019) estaba dirigido por Alberto León y José Antonio Garriguet (U. de Córdoba) a quienes agradecemos aquí su apoyo en esta parte de la investigación.. insigne arquitecto y arqueólogo español (1889-1975). Entre los innumerables documentos conservados en este archivo, figuraba un cuaderno de apuntes de arquitectura tomados por él en Marruecos, en la primera mitad del siglo pasado.

Varias razones inducían a emprender el estudio de estos apuntes. Por un lado, al haber sido Félix Hernández uno de los mejores especialistas de arquitectura islámica de su tiempo, famoso tanto por sus trabajos en Madīnat al-Zahrā’ y en la mezquita aljama de Córdoba como por su labor de restaurador de edificios históricos de gran parte de Andalucía y de Extremadura, podíamos esperar que sus croquis y comentarios fueran a arrojar nueva luz sobre las construcciones visitadas y generar incluso nuevas hipótesis al respecto. Ya en aquella época, compartir las experiencias adquiridas en al-Andalus y el Magreb sobre monumentos medievales concebidos en un ámbito cultural común parecía fundamental para progresar en la comprensión de los procesos estudiados (desde la difusión artística y la movilidad de los talleres, hasta las fórmulas de legitimación política a través de programas arquitectónicos suntuarios). Por otro lado, este cuaderno constituye un testimonio original de la cooperación científica, casi comunión, entre dos grandes investigadores, el propio Félix Hernández y el historiador del arte Henri Terrasse, que ya habían emprendido al menos un proyecto común en la península: un corpus de fortalezas “hispanomusulmanas”. Este documento es, por tanto, una pieza significativa que verter al dosier de la historiografía de la arqueología andalusí y magrebí.

Intentaremos a través del estudio minucioso de estos apuntes y croquis (lo que supone una identificación sistemática –y no siempre fácil– de los monumentos), descifrar las motivaciones de Félix Hernández y determinar qué tipo de provecho científico esperaba obtener.2Para una mejor observación de cada apunte se acompaña este texto con el detalle de todos los dibujos estudiados del cuaderno prescindiendo de publicar la totalidad de cada hoja.

1.2. Félix Hernández Giménez y Henri Terrasse

 

Quizá sea útil, para los lectores poco familiarizados con la historiografía de la arqueología de al-Andalus y del Magreb, hacer una breve semblanza de quienes eran Félix Hernández Giménez (1889-1975) y su anfitrión en Marruecos, Henri Terrasse (1895-1971), más allá del hecho de que ambos desempeñaron un papel clave en el desarrollo de la arqueología de Occidente islámico.

El primero nació en Barcelona donde obtuvo su título de arquitecto en 1912.3Varios investigadores publicaron semblanzas de la vida de don Félix Hernández después de su fallecimiento: Fernández Puertas (1974-1975 y 1975), Granja (1975), Vicent Zaragoza (1976) y Gómez de Terreros Guardiola (2020). En 1915 fue arquitecto municipal de Soria y algo más tarde de Linares. Afincado a inicios de los años veinte en Córdoba, emprendió una actividad de arquitecto privado, contratado por el ayuntamiento en el marco del programa de ensanche de la ciudad. Su interés por la arqueología hizo que le nombrasen miembro de la Comisión Provincial de Monumentos en 1921. A raíz de la muerte de Ricardo Velázquez Bosco en 1923, le sucedió unos meses después en la dirección de los trabajos de excavación y restauración de la ciudad califal de Madīnat al-Zahrā’ y de la Mezquita-Catedral de Córdoba, tareas a las que se dedicó hasta su fallecimiento. En 1936 la Dirección General de Bellas Artes le designó Arquitecto Conservador de Monumentos de la Sexta Zona del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico. A la altura de sus conocimientos en el arte andalusí, la calidad de sus intervenciones tanto como la fiabilidad de sus interpretaciones, en Madīnat al-Zahrā’ y en la mezquita aljama de Córdoba fueron pronto reconocidas por todos sus pares, y lo siguen siendo todavía. Estableció vínculos con los mejores investigadores extranjeros en su campo y de su época, desde Kepell Archibald Cameron Creswell o Henri Terrasse hasta la escuela alemana (fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad Técnica de Berlín en 1964).

Sin embargo, Félix Hernández Giménez no nos ha legado muchas publicaciones. Entre las principales, figuran sus obras sobre el codo en la historiografía de la mezquita mayor de Córdoba y sobre el alminar de este mismo monumento publicado días antes de su fallecimiento (Hernández Giménez 1961Hernández Giménez, F.1961: El codo en la historiografía árabe de la Mezquita mayor de Córdoba. Maestre, Madrid. y 1975Hernández Giménez, F.1975: El alminar de ‘Abd al-Raḥmān III en la Mezquita Mayor de Córdoba. Patronato de la Alhambra y Generalife, Granada.), además de –eso sí– numerosos artículos de geografía histórica (Hernández Giménez 1994Hernández Giménez, F.1994: Estudios de geografía histórica española. Tomo I. Ediciones Polifemo, Madrid. y 1997Hernández Giménez, F.1997: Estudios de geografía histórica española. Tomo II. Ediciones Polifemo, Madrid., reediciones de artículos publicados con anterioridad en la revista Al-Andalus). Lo que debería haber sido su obra mayor sobre Madīnat al-Zahrā’ se quedó en el estado de manuscrito incompleto, aunque se publicó como tal, diez años después de su muerte (Hernández Giménez 1985Hernández Giménez, F.1985: Madinat Al-Zahra': arquitectura y decoración. Patronato de la Alhambra, Granada.).

Nacido en Vrigny (cerca de Orléans), Henri Terrasse fue movilizado en 1914 al declararse la primera guerra mundial y no pudo obtener su título de agrégation hasta 1919.4Más información en Golvin (1972), Laoust (1981), Naji (2011) y López Guzmán (2018). Su primer puesto en Marruecos, donde llegó en 1921, fue en el Collège Moulay Youssef, colegio cuya función era la formación de futuros funcionarios y ejecutivos marroquíes. En 1923 es nombrado director de estudios (arqueología y arte musulmán) en el Institut de Hautes Études Marocaines, puesto que compagina a partir de 1935 con el de Chef de Service des Monuments Historiques du Maroc. Obtiene la dirección del Institut des Hautes Études Marocaines en 1941, cargo que ocupará hasta 1957 (unos meses después del acceso del país a la independencia).5El año siguiente fue nombrado director de la Casa de Velázquez en Madrid, puesto que ocupó hasta su jubilación. A lo largo de su estancia en Marruecos desempeñó un papel activo en la protección y restauración del patrimonio monumental islámico, incentivó la investigación en arqueología medieval y publicó varias monografías de mezquitas históricas (Kutubiyya de Marrakech y aljama de Taza, etc.), así como su Histoire du Maroc. En 1957 asumió la dirección de la Casa de Velázquez en Madrid.

No sabemos cuándo ni en qué circunstancias Félix Hernández y Henri Terrasse (seis años más joven) se conocieron, solo que tenían ya lazos de amistad en octubre de 1925, según una carta del historiador francés a su colega español fechada en 30 de aquel mes. Es probable que el primer encuentro fuera solicitado por Henri Terrasse cuando este empezó a preparar su tesis de Estado sobre la arquitectura hispanomusulmana, obra publicada años más tarde (Terrasse 1932Terrasse, H.1932: L’art hispano-mauresque des origines au XIIIe siècle, París: Van Oest.); quizá 1923, año en el que el arquitecto español sucedió a Ricardo Velázquez Bosco en Madīnat al-Zahrā’. Muy pronto trabajaron en un proyecto de investigación común, suerte de corpus de las fortalezas de al-Andalus (califales a lo largo de los grandes ejes de comunicación y nazaríes a lo largo de la frontera del reino de Granada). Sus turiferarios consideran que estas campañas se llevaron a cabo durante dos meses cada año, de 1926 a 1935 (Fernández Puertas 1974-1975Fernández-Puertas, A.1974-1975: “Bosquejo sobre la labor científica de Don Félix Hernández Giménez”, Cuadernos de la Alhambra, 10-11, pp. 1-9., 5; 1975, 138; López Guzmán 2018López Guzmán, R.2018: “Henri Terrasse y su contribución historiográfica”, en M.Marcos Cobaleda (dir.), Al-Murābiṭūn (los Almorávides): un imperio islámico occidental, pp. 19-33. Memoría 4. Junta de Andalucía, Granada., 28).6Es lo que escribió el propio Terrasse (1954, 455). Sin embargo, hay argumentos para pensar que ni hubo tantas campañas ni duraban dos meses. Sus resultados no llegaron a publicarse, salvo por un artículo tardío de Henri Terrasse (1954Terrasse, H.1954: “Les forteresses de l’Espagne musulmane”, Boletin de la Real Academia de la Historia, CXXXIV, pp. 455-483.), plasmación de sus conferencias en la Real Academia de la Historia.7En el marco del proyecto Didacta, uno de nosotros (Patrice Cressier) ha traducido y editado, conjuntamente con Sophie Gilotte, las cartas de Henri Terrasse a Félix Hernández, lo que los ha llevado a interesarse particularmente en este corpus nunca acabado: P. Cressier y S. Gilotte, “Castillos en el aire. La relación epistolar entre H. Terrasse y F. Hernández Giménez (1925-1953)”, en Congreso internacional. Arqueología de los archivos. El legado documental de Félix Hernández (1889-1975) y su aporte a la arqueología y a la restauración arquitectónica en España, Córdoba, 9-10 de octubre de 2019, inédito.

1.3. El contexto científico y político

 

Según como enfocamos la cuestión, los años 30 del siglo pasado, durante los cuales los contactos entre Félix Hernández y Henri Terrasse fueron los más fuertes, se sitúan entre las dos guerras mundiales (1918-1939), entre la imposición del protectorado en Marruecos y el final de la “pacificación” en el sur del país (1912-1934) o, por último, entre el final de la guerra del Rif y el inicio de la guerra civil española (1926-1936). Lo estrecho de esta última horquilla cronológica explica probablemente por qué Félix Hernández no viajó a Marruecos ni antes ni después. De hecho, Mohcin A. Cheddad (2022Cheddad, A. M.2022: “Les relations franco-espagnole au Maroc durant le Protectorat”, Hespéris-Tamuda, LVII (2), pp. 23-38., 31) apunta que las relaciones entre arqueólogos de la zona española de Marruecos y los de la zona francesa no se inician verdaderamente antes de 1926. No obstante, está claro que, en los decenios siguientes del protectorado, estos lazos se tejen casi solo entre arqueólogos de la Antigüedad (Raymond Thouvenot, Georges Souville, Pierre Cintas por el lado francés; César Luis de Montalbán y sobre todo Miguel Taradell por el lado español). Para Henri Terrasse, quien había publicado en 1926 un artículo superficial –por falta de datos disponibles– sobre el patrimonio monumental del Rif y quien se interesó más tarde por dos asentamientos medievales del Marruecos español (Belyounech y Alcázarseguir) además de por vestigios de Tánger y Ceuta, su interlocutor más directo era más bien Tomas García Figueras, alto funcionario de la administración franquista. Entre los arqueólogos de al-Andalus en la península, tenía trato con Leopoldo Torres Balbás (que nunca viajó a la zona francesa) y, en menor medida, con Manuel Gómez-Moreno. Sus colegas españoles más próximos, salvando el propio Félix Hernández, eran arabistas, no arqueólogos: Miguel Asín Palacios, Isidro de las Cagigas, Emilio García Gómez, Ángel González Palencia, Melchor [Martínez] Antuña, Jaime Oliver Asín, etc., todos –o casi– defensores del carácter profundamente hispano de al-Andalus. Volviendo a la arqueología del protectorado, Mohcin A. Cheddad (2022Cheddad, A. M.2022: “Les relations franco-espagnole au Maroc durant le Protectorat”, Hespéris-Tamuda, LVII (2), pp. 23-38., 31) considera que “Los franceses se han esforzado más para acercarse a los yacimientos arqueológicos del norte de Marruecos que los españoles para los yacimientos de la zona francesa del protectorado”. Ello no impide que Henri Terrasse no haya participado ni asistido al I Congreso arqueológico del Marruecos español (Tetuán 23-26 de junio de 1953).8En contra de la afirmación de Cheddad (2022, 30), no figura ni en la lista de inscritos ni en la de los representantes de instituciones. El del Institut des hautes Études Marocaines es Raymond Thouvenot: I Congreso de Arqueología del Marruecos español (1954, 9-14 y 23-24).

En este contexto, por tanto, la visita de Félix Hernández a Henri Terrasse y su recorrido común por algunos de los mayores monumentos medievales de Marruecos constituye un caso único, lo que confiere a su cuaderno de apuntes un valor científico particular.

2. EL VIAJE DE FÉLIX HERNÁNDEZ A MARRUECOS

 

2.1. Las múltiples invitaciones de Henri Terrasse a Félix Hernández Giménez en sus intercambios epistolarios

 

Henri Terrasse confiaba mucho en el buen juicio científico de Félix Hernández y le invitó en múltiples ocasiones a visitarle en Marruecos, donde se había instalado desde el año 1921, para poder enseñarle sus últimos descubrimientos y/o trabajos de restauración en curso. También le habría gustado emprender con él campañas de prospección similares a las que habían realizado juntos en Andalucía sobre fortalezas islámicas.

Así, el 6 de julio de 1935 le escribe: “Espero ante todo que el equipo andaluz se volverá a reunir de este lado del Estrecho. Sabe que tendrá aquí todas las facilidades que pueda esperar. Pienso que vendrá este otoño o durante la primavera para que demos una vuelta juntos por Marruecos. Necesito mucho sus consejos” (Carta n.º FH_70_04_047).9Salvo dos de ellas, todas las cartas de Henri Terrasse a Félix Hernández están redactadas en francés; la traducción de los extractos dados en este artículo es nuestra. El 24 de octubre de 1937, vuelve a la carga: “Dentro de unas semanas, vamos a empezar a trabajar en las mezquitas de Fès Jdid […]. Espero que no tarde demasiado en venir a ver todo esto” (Carta n.º FH_70_04_057_003). En plena guerra mundial, el 10 de enero 1941, reitera su oferta: “Las obras van bien y mis investigaciones sobre los trazados hispanomusulmanes son interesantes. Tendría que venir a ver todo esto. Tengo tantas cosas nuevas que enseñarle” (Carta n.º FH_70_05_012). El 21 de febrero de 1942, el investigador francés llega incluso a esperar que un personaje influyente del régimen en zona española invite a Félix Hernández a excavar allí: “¿No vendrá a Marruecos español? Me gustaría que nuestro amigo García-Figueras10Tomás García Figueras (1892-1981) desempeñó diversas funciones en la alta administración del protectorado español en Marruecos. Como militar había participado de 1921 a 1926 en las campañas de “pacificación” del Rif y ocupó varios puestos de interventores. Más tarde fue nombrado Jefe de la Oficina Mixta Internacional. Retirado en su ciudad natal, Jerez de la Frontera, de 1929 a 1936. Aquel año fue llamado de vuelta por Franco a quien profesaba gran devoción. Particularmente activo en el ámbito cultural, fue académico de la Real Academia de la Historia. le encargue la excavación y el estudio de Alcazar Segher11Se trata aquí de la ciudad yerma de Qaṣr al-Ṣaġīr o Qaṣr al-Masmūda fundada por el sultán mariní Abū Ya‘qūb al-Nāṣir en la orilla sur del estrecho de Gibraltar. Fue cabeza de puente del ŷihād hacia al-Andalus. Ver, por ejemplo: Redman (1986), El Boudjay (2012) y Teixeira (2016). y Bellyunech12Balyūniš, qariya del alfoz de Ceuta, agrupó muy pronto numerosas muniya-s de las élites de la ciudad vecina; alcanzó su máximo desarrollo bajo los mariníes. Se abandonó como consecuencia de la conquista de Ceuta por los portugueses, en 1415. Torres Balbás (1957) publicó unas breves notas sobre este espectacular conjunto. También lo hizo Terrasse (1962) poco después. Pavón Maldonado (1970) estudió algunos de sus monumentos. Hubo que esperar hasta 1972 para que grandes superficies del yacimiento fuesen excavadas en el marco de un programa de cooperación entre Marruecos y Francia, dirigido por Joudia Hassar-Benslimane y Michel Terrasse (Terrasse 1977). donde hay mucho que descubrir. Podríamos encontrarnos, entonces: usted podría venir aquí –donde sería muy bien acogido– o yo podría ir a verle unos días. García Gómez espera venir durante la primavera.13Emilio García Gómez (1905-1995), arabista y diplomático. Fue académico de la Real Academia de la historia; fundador de la revista Al-Andalus. Acompáñele” (Carta n.º FH_70_05_026). El 26 de mayo de 1949 todavía, no pierde la esperanza: “Tendría que encontrar la forma de ir a España el año que viene, y de que usted venga a Marruecos” (Carta n.º FH_70_05_056_003).

Llama la atención el hecho de que, en ninguna de estas invitaciones, Henri Terrasse haga referencia a un posible viaje anterior de Félix Hernández en Marruecos. Sin embargo…

2.2. ¿Cuándo viajó Félix Hernández a Marruecos?

 

En sus cartas a Félix Hernández, Henri Terrasse solo nos da indicios indirectos y confusos sobre la(s) fecha(s) del (de los) viaje(s) que pudo haber hecho el arquitecto español a Marruecos. Así, el 18 de octubre de 1933, escribe: “Quizá nos dará el gran placer de volver a pasar por Marruecos a su vuelta de Kairouan”, sin que sepamos si este “volver” se refiere a una anterior visita a Marruecos o simplemente al trayecto de ida de Andalucía a Túnez a principios del mismo viaje (Carta n.º FH_70_04_019). No obstante, cinco años después, el 30 de diciembre de 1938, le pregunta a su amigo si tiene “copias o clichés de los planos de Tandjat Balia y de los dos alminares de Taza cuyo levantamiento hicimos juntos” (Carta n.º FH_70_04_067_001),14El complejo monumental que Henri Terrasse nombra Ṭanŷa Baliya es una fortificación de mampostería, cuadrangular y con una única y doble puerta de acceso por el lado del mar, cuyos vestigios se conservan todavía muy parcialmente en el centro de la bahía de Tánger; la hipótesis más verosímil es que se trate de un arsenal (dār al-sin‘a) mariní. No se debe confundir con el asentamiento señalado por múltiples mapas y grabados, desde el siglo XVII (así el de Pedro Texeira) hasta principios del XX, como “Old Tangiers” o “Vieux Tanger” (ver por ejemplo https://www.oldmapsonline.org/en/Tangier [última consulta el 15 de septiembre de 2023]), cuyos vestigios no parecen haber sido conservados y cuya naturaleza nos es desconocida. Ver Gozalbes Cravioto (2010-2011) y El Boudjay (2016). Que sepamos, no se han encontrado los documentos a los que alude Henri Terrasse en los archivos de Félix Hernández. lo que supone que Félix Hernández sí había estado en Marruecos con anterioridad y que ya habían trabajado juntos allí.

En una carta inédita a Leopoldo Torres Balbás, el propio don Félix hace un resumen de su viaje de tres semanas a Marruecos y le nombra las ciudades y yacimientos visitados con Henri Terrasse.15Este documento inédito nos ha sido facilitado por D. Julián Esteban Chapapría (Universidad Politécnica de Valencia), buen conocedor de la producción epistolar de Leopoldo Torres Balbás (Esteban Chapapría 2012), y a quien agradecemos aquí su amable ayuda. La carta está sin fechar, pero su autor precisa que el día siguiente de escribirla, saldrá con Henri Terrasse a prospectar castillos entre Algeciras y Córdoba. Las fechas exactas de estas campañas de prospección, supuestamente anuales, son difíciles de establecer. Algunos autores las sitúan entre 1926 y 1935 (por ejemplo, López Guzmán 2018López Guzmán, R.2018: “Henri Terrasse y su contribución historiográfica”, en M.Marcos Cobaleda (dir.), Al-Murābiṭūn (los Almorávides): un imperio islámico occidental, pp. 19-33. Memoría 4. Junta de Andalucía, Granada., 28). Sin embargo, nuestro estudio de la correspondencia de este investigador con don Félix nos hace pensar que el último año pudo ser 1930, ya que, en 1931, el primero se lamenta de que “ya no podremos hacer nuestra gira de verano”, queja que se repite en sus misivas de 1933 y 1937 (cartas del 31 de junio de 1931: FH_70_04_006, del 18 de octubre de 1933: FH_70_04_019, y del 24 de octubre de 1937: FH_70_04_057_003).

Finalmente, como era de esperar, es el cuaderno de apuntes el que nos da la clave, aunque solo en los folios 24 y 27, donde dos dibujos (plantas de la “Bab Filala en Fez” y de la “Bab Seba”) llevan una discreta fecha: “2/4/930”, dos de abril de 1930 (Archivo de Félix Hernández: documentos n.º FH_8_04_001_024d y FH_8_04_001_027d). Se puede pensar entonces que Félix Hernández había llegado en marzo a Rabat… y que había procurado volver a Córdoba para la Semana Santa que caía aquel año del 13 al 20 de abril.

No nos consta que haya vuelto jamás a Marruecos después, al menos en la zona francesa del protectorado.

2.3. ¿A dónde viajó Félix Hernández en Marruecos?

 

En la carta inédita de Félix Hernández a Leopoldo Torres Balbás, a la que aludimos más arriba, don Félix se muestra muy satisfecho de su estancia en Marruecos y lo expresa en los términos siguientes:16Extracto de la carta de Félix Hernández a Leopoldo Torres Balbás, mencionada en la nota 15. Hemos respetado el estilo y la ortografía.

El viaje a Marruecos muy bueno allí he pasado tres semanas y he podido ver gracias al amigo Terrasse bastante de lo bueno que allí hay. De todo lo mejor sin duda el mimbar de la Kutubiya; dice Terrasse y desde luego lleva razón es cosa mejor que los mismos marfiles de las arquetas hispano árabes. Fez no sé si decirle que como paisaje tan bueno o mejor que Granada. Allí vimos en la Qairawin el mimbar almorávide y toda una serie de capiteles omeyas y aun uno romano que con los otros fue a parar allí desde Córdoba.17Estos capiteles fueron estudiados por Terrasse (1963 y 1968), así como por Cressier y Cantero Sosa (1994) Taza también muy bueno, para mi sobre todo de gran interés los arcos del tramo en que se halla la gran lámpara por su gran parentesco con los nervios de la bóveda de la capilla Real de Córdoba.18Terrasse (1943, 56-64) publicó una monografía de la mezquita aljama de Taza, que incluye el estudio de las lámparas de bronce. El alminar de esta mezquita también muy bueno así como el de la mezquita de los andaluces en el mismo Taza. Estuve en Volubilis y de allí trajo una serie de fotos de capiteles del siglo VI19Se han conservado 4 fotografías de estos capiteles de Volubilis en el archivo de Félix Hernández: FH_NE1_496, FH_NE1_536, FH_NE1_551, FH_NE1_577. En octubre 1932, James O’Farrell, entonces conservador de Volubilis escribe a Félix Hernández para solicitar información sobre capiteles visigodos de la península (Archivo Félix Hernández: FH_70_04_008_1/2). En su publicación, bastante posterior, no hay referencia a una posible respuesta de don Félix (O’Farrell 1941). Sobre los capiteles de Volubilis y sus paralelos en Bética, ver además del artículo de James O’Farrell: Thouvenot (1938 y 1971). que aunque no son visigodos recuerdan mucho las cosas de España del siglo VII Si cuando se revelen salen medio regulares //

le enviaré copias. En Rabat sobre todo las puertas; Udaias, Bab er Ruah, Bab el Hadid, Bab el Had, y Bab el alu, sobre todo estas tres últimas muy sencillas obligan a pensar en Bab al Bonaida.20Hoy puerta de la Monaita, Bāb al-‘Unaydar en época nazarí, acceso principal de la Qaṣaba Qadīma de Granada. Ver Abu Irmeis (2001). En Salé las puertas marinas, las de la gran mezquita y la medersa. En Chella vi lo puesto al descubierto en las excavaciones que allí se realizaron que han dado las partes bajas de una medersa con solerías y zócalos alicatados con piezas muy pequeñas realmente magníficas.21Ver Basset y Lévi-Provençal (1923). Jules Borély y la princesa Khadija Riaz Bey habían excavado parte de la zona del santuario durante el invierno 1929-1930, muy poco antes, pues, de la visita de Félix Hernández (Borély 1932). Ahora que sin lisonja puedo decirle que las restauraciones que allí se hacen no están ni como mucho a la altura de lo que Vd ha hecho en la Alhambra. Es mas hay cosas…! ¿Vd recuerda las restauraciones de Aníbal Álvarez22Manuel Aníbal Álvarez Amoroso (1850-1930), famoso arquitecto historicista español, autor no obstante de restauraciones controvertidas. y tantos otros en Fromista, San Juan de Baños, etc. etc.? pues algo por el estilo… y quizá mucho peor. El pobre Terrasse estaba indignado con lo que allí están haciendo que en algunas cosas que algo constituye atentado de lesa cultura en especial la devastación que acaba de cometerse en la Kutubiya.23La baja calidad de las restauraciones realizadas en monumentos importantes del Marruecos medieval, en particular la mezquita almohade de Tinmal y la Kutubiyya de Marrakech, fue el origen del conflicto entre Henri Terrasse y su superior en aquel momento Jules Borély, por entonces director del Servicio de Bellas Artes y Monumentos históricos de Marruecos. Ver Fadili-Toutain (2010, § 67), así como el libro del propio Borély (1934, 173-193) sobre sus excavaciones en Tinmal.

El cuaderno de apuntes nos permite reconstruir el orden seguido por estas visitas: Rabat, Marrakech, Taza, Fez, Volubilis,24Aunque ningún dibujo corresponda a Volubilis en este cuaderno. Rabat, Salé, Tetuán (Fig. 1. Para ser más precisos conviene aclarar que Taza no aparece de forma explícita, aunque es muy probable que los croquis que figuran en tres folios cuyo primero lleva la mención “Torre de Hassan” representen elementos de algún alminar de aquella ciudad (cf. infra).

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Figura 1 Mapa de las ciudades visitadas en Marruecos por Félix Hernández Giménez en1930 e itinerario. Elaboración: autores.

3. EL CUADERNO DE APUNTES. DESCRIPCIÓN

 

El cuaderno en el que F. Hernández Giménez tomó sus apuntes y dibujó los croquis de algunos monumentos medievales de Marruecos cuenta con cuarenta folios (formato 17,5 × 27 cm). A posteriori, los conservadores del archivo solo han dado un número al anverso de cada folio, escaneándolo en un único documento con el reverso del anterior. En la mayoría de los casos, esta numeración no plantea problemas, dado que casi siempre F. Hernández utilizó solo el anverso, pero cuando recurrió también al reverso no hay correspondencia unívoca entre número de folio y número de documento escaneado.25Para facilitar el análisis, hemos añadido la letra “d” (derecha) al número del documento escaneado cuando este corresponde efectivamente al número de la página del cuaderno, y la letra “i” (izquierda) cuando se trata del reverso de la página anterior escaneado en el mismo documento.

La calidad de los dibujos –o más bien croquis– es desigual y, en muchos de ellos, no hay ninguna indicación sobre el monumento o la ciudad concernida. Generalmente están hechos a tinta, aunque también se emplea el lápiz para realizar el encaje preliminar de algunos dibujos. El carácter endemoniado de la letra del autor hace que los pocos apuntes o comentarios que van asociados sean muy difíciles de descifrar y explica las numerosas lagunas de nuestras trascripciones.26Estas lagunas de lectura se notan como “[…]”. Las palabras van en cursivas cuando la lectura es dudosa.

Para dar mayor coherencia a este trabajo hemos desistido de presentar por orden cronológico los datos gráficos reunidos en el cuaderno: hemos preferido agruparles por temas (“Puertas y recintos”, “Mezquitas, madrasa-s y zāwiya-s”, “diversos”) y, dentro de cada una de estas categorías, ordenarlos primero por ciudad y segundo por monumento.27En algunos casos, que señalaremos en su debido momento, surgen ciertas dudas sobre la identificación de los edificios.

4. LOS MONUMENTOS

 

4.1. Puertas28 Posteriormente a la visita de Félix Hernández, las puertas de Rabat han sido estudiadas en particular por Caillé (1949), trabajo retomado por Pavón Maldonado (1996, 52-62); las de Salé, mariníes, por Terrasse (1922) y Pavón (1996, 64-65). Allain y Deverdun (1957) han publicado un artículo sobre las de Marrakech, estudio utilizado por Wilbaux (2001, 192-203). Se han publicado recientemente los resultados de la excavación de Bāb Agnaw (Rguig et al. 2023) y se han estudiado los estragos de la erosión por la contaminación de este edificio (Lazzarini et al. 2007). No existe trabajo de conjunto sobre las de Fez, aunque Le Tourneau (1949) les ha dedicado muchas páginas (con pocas referencias a su arquitectura). Las que han sido publicadas son mariníes, del recinto de Fās Ŷdīd, por Terrasse (1947), Bressolette y Delarozière (1982-1983). Recientemente, Almela Legorburu (2023) ha realizado un estudio pormenorizado de Bāb al-Sab‘. Cressier (2006a, 2006b) ha abordado la cuestión de las puertas almohades y post-almohades de Marruecos de forma más global. Márquez Bueno, Gurriarán Daza y Martínez Núñez (en prensa) están ultimando un estudio detallado de las portadas de aparato almorávides y almohades. Por último, el sitio internet creado por Antonio Almagro sobre la arquitectura almohade (ATARAL), dedica varias de sus páginas a las puertas urbanas de aparato, así como a las grandes mezquitas de esta época: https://www.ataral.es/introduccion.php y recintos

 
4.1.1. Qaṣba de los Udāya. Recinto de Mawlay Rašīd (Rabat)
 

Anverso del folio 3. Documento n.º FH_8_04_001_003d (Fig. 2). Se trata de un plano esquemático totalmente mudo del conjunto de la ampliación alauita de la Qaṣba de los Udāya, en el que el dibujante ha insistido sobre la puerta lateral en doble codo.

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Figura 2 Qaṣba de los Udāya. Recinto de Mawlay Rašīd, Rabat (FH_8_04_001_003d). © MAP, Córdoba.

En su libro sobre “Rabat hasta el protectorado francés”, Jacques Caillé (1949Caillé, J.1949: La ville de Rabat jusqu’au protectorat français. Histoire et archéologie, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines XLIV. Les Éditions d’Art et d’Histoire, París (3 vols.)., t. I, 377-392, fig. 97) ha estudiado este recinto y ha subrayado el carácter arcaico de este acceso en doble codo.29Esta puerta habría sido restaurada a principios del protectorado, aunque sin modificación de su estructura (Caillé 1949, t. I, 382). En ausencia de comentarios de Félix Hernández relativos a este dibujo, podemos pensar que es este arcaísmo lo que le llamó la atención.

4.1.2. Puerta de la Qaṣba de los Udāya (Rabat)
 

Anverso del folio 33. Documento n.º FH_8_04_001_033d (Fig. 3). En el ángulo superior izquierdo, en cuatro líneas:

  • Saeteras
  • Centrales
  • fuera 0,20
  • Interno 0,60
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Figura 3 Puerta de la Qaṣba de los Udāya, Rabat. Planta detallada (FH_8_04_001_033d). © MAP, Córdoba.

En el ángulo inferior derecho: “ y en la misma línea”. El dibujo no está identificado, pero la planta del edificio es bastante reconocible: se trata de la puerta monumental de acceso a la Qaṣba de los Udāya en Rabat, llamada a veces Bāb Lakbīr (Rguig et al. 2023Rguig, H., Fili, A., Marou, A. y El Kacimi, A.2023: “Recherches archéologiques à ʻBab Agnaouʼ de Marrakech (fin XIIème siècle) : Premiers résultats”, Hespéris-Tamuda LVIII (1), pp. 65-93., 67), ampliamente estudiada por otros investigadores en los decenios siguientes.30Sobre esta puerta: Terrasse (1923, passim; 1932, 294, fig. 40b y lám. LIX), Caillé (1949, t. I, 96-110; t. II, figs. 8-25; t. III, láms. IX-X), Pavón Maldonado (1996, fig. 29), Cressier (2006a, 158-159, fig. 4-6) y para su inscripción: Martínez Núñez (2006, passim). Ver también https://www.ataral.es/inventario.php?id=bab-al-kebir, donde se menciona como “Bab al-Kebir” [última consulta 20 de febrero de 2023]. Debió llamar la atención de Félix Hernández la excepcional estructura de esta puerta, nave única alargada, divida en tres crujías, y circulación en simple codo. Sin embargo, el arquitecto no señala la munificencia y la carga simbólica de la ornamentación de su fachada que solo se puede comparar con la de dos de sus coetáneas: Bāb al-Ruwaḥ del recinto urbano de la misma Rabat y Bāb Āgnāw, que daba acceso a la qaṣba mandada construir por Abū Yūsuf Ya‘qūb en Marrakech31Sobre Bāb Āgnāw: Terrasse (1932, 294 y lám. LVI), Allain y Deverdun (1957, 117-120 y lám. X), Cressier (2006a, 156, fig, 3-10) y Rguig et al. (2023). (cf. infra).

En 1927, poco antes de la visita del arquitecto español, Marçais (1927Marçais, G.1927: Manuel d’Art musulman. L’architecture. Tunisie, Algérie, Maroc, Espagne, Sicile. I. Du IXe au XIIe siècle. Éditions Auguste Picard, París., 354, fig. 192, recogida por Terrasse 1932Terrasse, H.1932: L’art hispano-mauresque des origines au XIIIe siècle, París: Van Oest., 294, fig. 40b) había publicado una planta bastante esquemática de esta puerta,32Marçais (1927, 354 fig. 192), recogida por Terrasse (1932, 294, fig. 40b). por ello sin duda Félix Hernández creyó necesario retomar personalmente las medidas del edificio. También, su mención de “saeteras” muestra que hace suyas las observaciones de Terrasse (1932Terrasse, H.1932: L’art hispano-mauresque des origines au XIIIe siècle, París: Van Oest., 294-295, nota 2) sobre los oculi de las bóvedas como únicos elementos defensivos dentro de la puerta.

4.1.3. Bāb Mrisa y Bāb al-Faran (Salé)
 

Anverso del folio 32. Documento n.º FH_8_04_001_032d (Fig. 4). Este folio lleva dos plantas muy esquemáticas de puertas con acceso directo –toda vez que no se trate de plantas parciales, por supuesto– entre dos torres cuadrangulares.

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Figura 4 Bāb Mrisa y Bāb al-Faran, Salé. Plantas esquemáticas (FH_8_04_001_032d). © MAP, Córdoba.

El dibujo superior no va acompañado de ninguna indicación de procedencia. Para el inferior se precisa “Bab Mansa-Rabat” o “Bab Marisa-Rabat” (la letra de don Félix se presta a confusión). Este pie de figura, aparentemente explícito en cuanto a la ciudad, nos ha llevado a buscar en un primer momento entre las puertas alauitas de Rabat (pues ninguna de las almohades presenta un acceso recto), tanto más en cuanto que la mención “Bab Marisa” vuelve a aparecer tres páginas más adelante, acompañando esta vez el dibujo de un arco (FH_8_04_001_035d). No obstante, no documentamos ninguna puerta que llevase este nombre –ni que tuviese las dimensiones aquí apuntadas– en los recintos post-medievales de Rabat (muralla “andalusí”, del Mexuar o del Agdal).33Sobre las puertas y los recintos alauitas de Rabat, ver Caillé (1949, t. I, 438-456; t. II, figs. 126-134; t. III, láms. LIV-LVIII).

Cotejando las medidas anotadas por Félix Hernández con las tomadas por nosotros, y volviendo al artículo precursor de Terrasse (1922Terrasse, H.1922: “Les portes de l’arsenal de Salé”, Hespéris, II (4), pp. 357-371.) sobre las puertas de las atarazanas de Salé,34Terrasse (1922). Se trata de la primera publicación de este autor desde su llegada a Marruecos un año antes. podemos asegurar que los dibujos de este folio representan estas mismas puertas saletinas y que Félix Hernández erró al apuntar “Rabat”.35Podemos suponer que fue por pertenecer Rabat y Salé a la misma conurbación, solo separadas por el río Bou Regreg. No obstante, a principios de los años treinta, la singularidad de las dos ciudades era todavía mucho más marcada que hoy en día. Indudablemente, la “Bab Mansa” o “Marisa” es Bāb Mrisa la puerta de aparato mariní que permitía el acceso de barcos a la dársena, edificada bajo el reinado del sultán mariní Abū Yūsuf Ya‘qūb entre 1260 y 1270, presumiblemente por un arquitecto andalusí, Muḥammad b. ‘Alī.

El dibujo superior corresponde a la puerta lateral, Bāb al-Faran.36Este nombre está confirmado por Hassar-Benslimane (1992, 118-119). Terrasse (1922, 363-364) la llama solo “puerta oeste”. Se encuentran otras denominaciones que parecen meramente descriptivas (“Bab Dar Assinaâ”: simple designación como “puerta del arsenal”, en el cartel de señalización turística de la ciudad de Salé). Félix Hernández no ofrece precisión sobre su estructura interior, quizá por hallarse tapiada, total o parcialmente, entonces; o simplemente por no haber sobrevivido la estructura de su bóveda y segunda mocheta, como se puede observar en la actualidad.

Bāb Mrisa está dibujada con mayor precisión, incluyendo la doble mocheta. Según los datos apuntados por Félix Hernández, el ancho total, incluidas las torres de flanqueo sería de 20,60 m para Bāb al-Faran y 18,85 m para Bāb Mrisa.

En todo caso se trata de croquis muy poco ambiciosos, respecto a la importancia tanto monumental como histórica de estas dos puertas saletinas. Tanto la puerta del Mar de Hunayn, uno de los puertos de Tremecén (Argelia; Marçais 1957Marçais, G.1957: “Honaïn”, en Mélanges d’histoire et d’archeólogie de l’Occident musulman, t. I Articles et conférences de Georges Marçais, pp. 161-172. Imprimerie officielle, Argel.) como el llamado “Ṭanŷa Balia” en la bahía de Tánger (Gozalbes Cravioto 2010-2011Gozalbes Cravioto, C.2010-2011: “Tánger el Viejo-Tandja el Balia y las Atarazanas. El enigma de unas fortificaciones norteafricanas”, Cuadernos del Archivo Central de Ceuta, 19, pp. 47-65.; El Boudjay 2016El Boudjay, A.2016: “Dar Sinaa de Tanger”, en A.Teixera (coord.), Entre les deux rives du Détroit de Gibraltar : Archéologie de frontières aux 14-16e siècles / En las dos orillas del Estrecho de Gibraltar: Arqueología de fronteras en los siglos XIV-XVI, pp. 323-334. Centro de História d’Aquém e d’Além-Mar - Faculdade de Ciências Sociais e Humanas – Universidade Nova de Lisboa e Universidade dos Açores, CHAM, Lisboa.) dan cuenta del prolongado esfuerzo de los sultanes mariníes para fortificar y mejorar sur red portuaria.

4.1.4. Šālla (Rabat). Almenas de la puerta principal
 

Anverso del folio 34. Documento n.º FH_8_04_001_034d (Fig. 5).

  • almenas de la puerta de Chella
  • ancho 0,85 x grosor 0,44 x altura 0,80 almena
  • 0,67 entre almenas
  • 0,85 parapeto alto
  • Llevan las almenas una espiga central remate del paramento
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Figura 5 Šāla (Rabat). Almenas de la puerta principal (FH_8_04_001_034d). © MAP, Córdoba.

No sabemos cuál de las almenas de la puerta de aparato de Šālla, la gran necrópolis mariní fundada frente a Rabat (Basset y Lévi-Provençal 1923Basset, H. y Lévi-Provençal, É.1923: Chella. Une nécropole mérinide, É. Larose, París.), ha sido dibujada por Félix Hernández. Cuando iniciamos nuestra investigación sobre esta puerta, en 2013, solo quedaba una de las originales, todas las demás habían sido reconstruidas a lo largo de varias restauraciones (Cressier et al. 2021Cressier, P., Gurriarán Daza, P., Márquez Bueno, S., Martínez Núñez, M.ª A. y Touri, A.2021: “Un cas unique d’épure d’architecture en Occident islamique. La représentation de l’arc et du décor de la grande porte mérinide de Šālla (Rabat)”, Arqueología de la Arquitectura, 18, e116. 10.3989/arq.arqt.2021.008).

4.1.5. Bāb al-Ruwaḥ (Rabat)
 

Anverso del folio 4. Documento n.º FH_8_04_001_004d (Fig. 6). Probable arranque izquierdo del arco de entrada, con la mención “Bab ar Ruah”, transcripción simplificada de Bāb al-Ruwaḥ.

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Figura 6 Bāb al-Ruwaḥ, Rabat. Detalle del arranque del arco de la fachada principal (FH_8_04_001_004d). © MAP, Córdoba.

Se trata de la primera dovela resaltada, de perfil cóncavo-convexo, cobijada por el arco mayor lobulado. Para su representación se ha tenido en cuenta el contexto de los elementos arquitectónicos circundantes.

Es muy posible que la peculiar forma de estas dovelas fuera objeto de la atención de Félix Hernández por su vínculo formal con las de la Kutubiyya, dibujadas más adelante en este cuaderno (FH_8_04_001_008d y FH_8_04_001_012d), o de algún edificio almohade de Andalucía que le interesaba más concretamente.

Parece que Bāb al-Ruwaḥ ha sido el segundo monumento visitado por Félix Hernández al llegar a Rabat, después de la Qaṣba de los Udāya. Volverá sobre ambos con más atención a la vuelta de su recorrido por el país con Henri Terrasse.

Reverso del folio 34. Documento n.º FH_8_04_001_035i (Fig. 7). Planta de puerta monumental con indicaciones de medidas. Los escasos comentarios están dispuestos cabeza abajo. En la esquina inferior izquierda:

  • c bóveda lobulada sobre trompa de ½ […]
  • d y a bóveda
  • ß patio abierto
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Figura 7 Bāb al-Ruwaḥ, Rabat. Planta detallada (FH_8_04_001_035i). © MAP, Córdoba.

En el lado opuesto del dibujo:

  • Debe tener 0,50 porque hay un alto rebaje […] 0,26.37Este comentario parcialmente descifrado parece aludir a las dimensiones de las mochetas almohades posteriormente embebidas en la reducción de vano, en época alauita.

Aunque no haya ninguna indicación sobre la procedencia de esta planta, la organización característica de los espacios y las dimensiones (ancho del vano 4,13 m, ancho de las torres 7,37 m) no se prestan a duda: se trata de la Bāb al-Ruwaḥ en Rabat, la más rica y espléndida de las grandes portadas almohades magrebíes, erigida en tiempos del califa Abū Yūsuf Ya‘qūb al-Manṣūr. Su pasadizo interior consta de cuatro codos. Su frente exterior se organiza mediante un esquema tripartito formado por dos torres de flanqueo que protegen el gran arco central, que alberga el acceso.38Caillé (1949, t. I, 139-144; t. II, figs. 37-50; t. III, láms. XIX-XX), Pavón Maldonado (1996, fig. 25) y Cressier (2006a, passim y fig. 4-5). También en ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=bab-al-ruwah. Sobre su epigrafía: Martínez Núñez (2006, passim).

En 1930, cuando Félix Hernández midió Bāb al-Ruwaḥ, solo De la Nézière (1921De La Nézière, J.1921: Les Monuments mauresques du Maroc. Albert Lévy, París.) había publicado una planta de este monumento, muy elemental y escasamente satisfactoria. Fue la que recogieron poco después Marçais (1927Marçais, G.1927: Manuel d’Art musulman. L’architecture. Tunisie, Algérie, Maroc, Espagne, Sicile. I. Du IXe au XIIe siècle. Éditions Auguste Picard, París., 353, fig. 191) y Terrasse (1932Terrasse, H.1932: L’art hispano-mauresque des origines au XIIIe siècle, París: Van Oest., 294, fig. 49a). Félix Hernández, en su croquis distingue la estructura original de la refacción alauita, en la zona de los arcos de entrada, desde extramuros e intramuros.

4.1.6. Puerta de los Zaer (Rabat)
 

Anverso del folio 35. Documento n.º FH_8_04_001_035d (Fig. 8). Dos dibujos superpuestos con comentarios.

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Figura 8 Puerta de los Zaer, Rabat. Planta (FH_8_04_001_035d). © MAP, Córdoba.

El de arriba, con indicación “Bab al Hadid” es la planta parcial de una puerta monumental: solo está dibujado un acceso rectilíneo entre dos torres cuadrangulares. Un largo párrafo precede el croquis:

  • Es almohade pero ha sido muy modificada sobre todo en su // planta interior según acusa trazado de los arcos de dos centros pero // en puntos al centro […] de los arcos.
  • Además tanto internamente como externamente (en la parte posterior que- // dan restos de partes bajas de la antigua disposición.
  • Un muro puede ser de lo antiguo es en el exterior en que las
  • torres y el arco son antiguos aunque luego se […] en el
  • otro arco. pero al parecer respeta […] hueco de la jamba

El nombre de Bāb al-Ḥadid (“Puerta de Hierro” o “Puerta de las Armas”), recogido por Félix Hernández, es el de una puerta, hoy en día inaccesible a la observación por estar incluida en los edificios del palacio real de Rabat, aunque su planta ha sido publicada por Caillé (1949Caillé, J.1949: La ville de Rabat jusqu’au protectorat français. Histoire et archéologie, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines XLIV. Les Éditions d’Art et d’Histoire, París (3 vols.)., t. I, 44-145, t. II, fig. 51), quien ha dado una breve descripción del monumento.39También Cressier (2006a, fig. 4-4) y ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=bab-zaer. Curiosamente, aunque los manuales de arquitectura no suelen recoger fotografías suyas, esta puerta ha sido muy pronto tema de tarjetas postales: véase el artículo “Enceintes et fortifications de Rabat”: https://fr.wikipedia.org/wiki/Enceintes_et_fortifications_de_Rabat#/media/Fichier:Bab_Elhdid_1920.PNG [última consulta el 14/01/23]. Sus torres son pentagonales y no cuadrangulares; por tanto, la planta dibujada en el cuaderno del arquitecto no le corresponde. De hecho, este croquis representa la hoy llamada “puerta de los Zaer”, la única que se abría en la cortina sur del recinto almohade de la ciudad. Su nombre original se desconoce.40Aunque las tarjetas postales de principio del siglo XX llaman “Bab Hadid” –erróneamente– a la puerta de los Zaer. Esta interpretación está confirmada por la coincidencia total entre las medidas apuntadas por Félix Hernández y las recogidas años más tarde por Caillé (1949Caillé, J.1949: La ville de Rabat jusqu’au protectorat français. Histoire et archéologie, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines XLIV. Les Éditions d’Art et d’Histoire, París (3 vols.)., t. I, 145-147; t. II, figs. 52-53; t. III, lám. XXI).41Caillé da 18,60 m de ancho para la fachada exterior y Hernández 5,60 + 7,25 + 5,75 = 18,60 m también.

El dibujo inferior representa esquemáticamente la fachada de una puerta cuyas proporciones del arco y las dovelas descritas como “resaltadas” permiten asegurar que se trata aquí también de la Puerta de los Zaer.

En la parte izquierda interna de la rosca, en vez de representar las dovelas, se anota: “+12 dovelas resaltadas”, mientras que a la derecha se lee “Dovelaje con despieze [sic] de la misma época”.

A la derecha de este dibujo unas indicaciones sobre la toma de fotografías del monumento (“foto 10 mañana sol […]”) y a su izquierda indicaciones similares a propósito de otra puerta (“Bab Marisa foto […]”).42Hemos visto que se trata más bien de Bāb Mrisa en Salé: cf. supra, documento n.º FH_8_04_001_032d, fig. 3.

4.1.7. Bāb al-Ḥad43Su nombre procede probablemente del mercado del domingo (al-Ḥad) que se celebraba frente a ella. (Rabat)
 

- Reverso del folio 35. Documento n.º FH_8_04_001_036i (Fig. 9). Junto al dibujo, en cuatro líneas:

  • En a
  • Fragmento/primer [sic] escalera y contigua
  • a esta en entresuelo una estancia
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Figura 9 Bāb al-Ḥad, Rabat. Escalera interior (FH_8_04_001_036i). © MAP, Córdoba.

Se trata de un croquis de la escalera interior de acceso a la terraza de Bāb al-Ḥad, cuya planta general figura en el anverso del folio siguiente. Se sitúa en el paño interior señalado como b-b’.

- Anverso del folio 36. Documento n.º FH_8_04_001_036d (Fig. 10). Aunque no se precise en el dibujo, se trata de la planta de Bāb al-Ḥad en Rabat, reconocible por su estructura interna similar a la de Bāb al-Ruwaḥ (aunque difiere por su sistema de cobertura) y sus dos torres pentagonales.44Caillé (1949, t. I, 136-139; t. II, figs. 35-36; t. III, lám. XVIII) y Pavón Maldonado (1996, fig. 26). Una documentación más completa en ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=bab-al-had. Su fachada exterior no tiene más elementos ornamentales que un gran florón de ocho lóbulos en cada albanega. El arco de entrada ha sido reducido en época alauita, lo que consta en la planta dibujada por Félix Hernández.

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Figura 10 Bāb al-Ḥad, Rabat. Planta (FH_8_04_001_036d). © MAP, Córdoba.
4.1.8. Bāb al-Alū (Rabat)
 

Anverso del folio 37. Documento n.º FH_8_04_001_037d (Fig. 11). Planta de una puerta monumental, flanqueada por dos torres cuadrangulares, y con acceso en cuádruple codo.45Ancho máximo de la fachada exterior medido por Félix Hernández: 19,10 m. Profundidad máxima, de la fachada interior a la exterior: 20,83 m. No hay más información manuscrita que las medidas.

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Figura 11 Bāb al-Alū, Rabat. Planta (FH_8_04_001_037d). © MAP, Córdoba.

Tanto estas como la estructura interna así dibujada nos permiten asegurar que se trata de la Bāb al-Alū (“Puerta de la Altura”) en Rabat.46Caillé (1949, t. I, 133-136; t. II, figs. 33-34; t. III, lám. XVII) y Pavón Maldonado (1996, fig. 27). Consúltese también ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=bal-al-alu. De las cinco puertas almohades de aparato que se abren en el recinto urbano de Rabat, solo Bāb al-Ruwaḥ recibió una decoración elaborada de atauriques, veneras y columnitas (además de la de la Qaṣba de los Udāya). La fachada exterior de Bāb al-Alū solo se caracteriza por un arco túmido relativamente pequeño enmarcado en un arco de medio punto peraltado ciego de grandes dimensiones.

En 1930, no se había publicado todavía ninguna planta de esta puerta.

4.1.9. Puerta (¿Marrakech?): ¿Bāb al-Maḫzan o Bāb al-‘Arīsa?
 

Anverso del folio 16. Documento n.º FH_8_04_001_016d (Fig. 12). Cuatro croquis superpuestos, el segundo desde arriba y el último abajo, representan la planta de la fachada exterior de una misma puerta abierta entre dos torres pentagonales. Se ha duplicado el dibujo para poder colocar todas las medidas de los distintos elementos. El croquis superior y el tercero desde arriba, más esquemáticos todavía, dan cuenta del ritmo de las torres cuadrangulares (ancho 7 m, saliente 4,30 m) del tramo de recinto, de un lado y otro de esta puerta: 27,0 m, 38,40 m, 37,50 m hacia la izquierda, 38 m hacia la derecha.

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Figura 12 Bāb al-Maḫzan o Bāb al-‘Arīsa, Marrakech. Planta esquemática y tramos de muralla (FH_8_04_001_016d). © MAP, Córdoba.

Además de las medidas, figuran varias pequeñas anotaciones:

  • […] que parece de las […]
  • Centro del arco
  • En esta parte las torres // son pequeñas y muy próximas
  • Las torres parecen asentadas sobre lo // antiguo con ligeras [...] en ancho

Por su localización en el cuaderno, se trata de una puerta de Marrakech: el dibujo anterior se refiere a la Kutubiya y el siguiente a Bāb Āgnāw. Por lo que sabemos, solo dos puertas del recinto de Marrakech tienen torres pentagonales (o semi-octogonales, según cómo se lee la planta): Bāb al-Majzan y Bāb al-‘Arīsa.47Allain y Deverdun (1957, 107-112, fig. 12, lám. VIa-b; 110-114, fig. 13, láms. VII y VIII), Deverdun (t. I, 229-232, lám. XXVII) y Cressier (2006a, figs. 3-5 y 3-6). Más recientemente: ATARAL, https://www.ataral.es/inventario.php?id=bab-aknaw. Sus dimensiones son muy similares. Al no haber representado Félix Hernández la parte interna de la puerta, la duda debe mantenerse. No obstante, pensamos que puede tratarse de Bāb al-‘Arīsa, incluso cuando las medidas apuntadas por Charles Allain y Gaston Deverdun difieren en unos centímetros de las recogidas por el arquitecto barcelonés.48Esta pequeña diferencia quizá se deba al hecho de que los autores franceses habían tenido la oportunidad de excavar la puerta, en 1951, antes de medirla. Allain y Deverdun (1957, 109, fig. 12) apuntan todas las medidas en la planta misma, pero no lo hacen en la planta de Bāb al-Maḫzan que solo tiene escala métrica (Allain y Deverdun 1957, 112, fig. 13). Estos dos autores consideran almorávides ambas puertas; sin embargo, estas difieren en muchos aspectos (ordenación de la fachada, planta de las torres de flanqueo) de las demás puertas almorávides conocidas (fortaleza del Tāsġīmūt, palacio de Qaṣr al-Haŷar) con las que solo comparten la simplicidad del recorrido con codo único.

Muchos autores más recientes admiten tácitamente que las puertas de Marrrakech son almorávides. Sin embargo, las similitudes de Bāb al-Majzan y Bāb al-‘Arīsa con algunas del recinto de Rabat (Bāb al-Ḥad y Bāb al-Ḥadid) nos hace pensar que aquellas son parte de las obras de remodelación de la muralla de Marrakech por los califas almohades.

4.1.10. Bāb Āgnāw (Marrakech)
 

Anverso del folio 17. Documento n.º FH_8_04_001_017d (Fig. 13). Dos croquis ocupan este folio. En la parte superior parece tratarse de la planta de un elemento de fachada (quizá uno de los laterales de una puerta), con posibles nicho y resalto, sin indicación manuscrita que permita identificar el monumento, aunque con numerosas medidas y los datos siguientes:

  • Ladrillo 0,29 × 0,135 × 0,05
  • Mortero de cal y arena
  • Torreón y arcada homogénea en absoluto
  • El torreón da unas líneas verticales // y horizontales del aparejo fingido
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Figura 13 Bāb Āgnāw, Marrakech. Detalles de la planta (FH_8_04_001_017d). © MAP, Córdoba.

El croquis inferior corresponde claramente al vano de una puerta monumental (ancho de 4,8 m), identificada esta vez como Bāb Āgnāw. Los arranques de los muros de las torres huecas están dibujados de forma algo exagerada:

  • Bab Agnau
  • En realidad no puede // más que el paramento // que se ve
  • muros que levant(an) // una banqueta 0,70 de // suelo

Bāb Āgnāw, puerta de aparato que daba acceso a la qaṣba almohade fundada por Abū Yūsuf Ya‘qūb al-Manṣūr como ciudad anexa a esta, con el nombre primitivo de Tāmurākušt, es la única de las puertas de Marrakech con decoración epigráfica y de atauriques, veneras y columnillas, similar a la de la Qaṣba de los Udāya y a Bāb al-Ruwaḥ en Rabat (cf. supra). Solo se conserva la fachada: en tanto que las dos torres probablemente huecas que la flanqueaban como la parte trasera del edificio han desaparecido. Está edificada en piedra local (o piedra de Gueliz). Una excavación reciente (Rguig et al. 2023Rguig, H., Fili, A., Marou, A. y El Kacimi, A.2023: “Recherches archéologiques à ʻBab Agnaouʼ de Marrakech (fin XIIème siècle) : Premiers résultats”, Hespéris-Tamuda LVIII (1), pp. 65-93.) ha mostrado que el edificio conoció un periodo de abandono y ocupación doméstica a partir del siglo XV. No se sabe con certeza cuando aparece el nombre de Āgnāw (quizá relacionado con la guardia negra de los califas almohades). Al haber sido el acceso a la qaṣba y al palacio almohade esta puerta ha sido llamada también Bāb al-Qaṣr por varios autores medievales.

4.1.11. ¿Elementos de puerta monumental? (Marrakech)
 

Anverso del folio 18. Documento n.º FH_8_04_001_018d (Fig. 14). El dibujo no lleva indicación relativa al edificio del que se ha representado una planta parcial y, más abajo, el despiece de un dintel. El dibujo superior podría corresponder a la parte lateral de la fachada de una puerta urbana, con un nicho ancho de 0,92 m. En todo caso, el cotejo de nuestros levantamientos fotogramétricos recientes de Bāb Āgnāw (ver Fig. 13) nos permite afirmar que no se trata de un detalle de este edificio.

  • Ladrillo 0,26 × 0,129 × 0,042.
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Figura 14 ¿Elementos de puerta monumental, sin localizar? (FH_8_04_001_018d). © MAP, Córdoba.
4.1.12. Tramo de muralla con puerta. Probablemente Fez
 

Anverso del folio 20. Documento n.º FH_8_04_001_020d (Fig. 15). No hay ningún comentario asociado a este croquis: dada su localización en el cuaderno, este tramo de muralla podría situarse tanto en Marrakech (ya que hemos atribuido a esta ciudad el folio 18) como en Fez, admitiendo que los folios 21 y 22 se refieran a mezquitas de esta capital.49Cf. infra. El folio 19 (FH_8_04_001_019d), contiene tres dibujos hechos probablemente de memoria. El primero, un simple cuadrado, viene acompañado por la mención “Rabat - Torre de Hasan” y la medida 16,15, dimensión efectiva del lado de este alminar en su base. Los otros dos no tienen ninguna indicación manuscrita. Uno deber ser el perfil del alminar zanata de la mezquita al-Qarawiyyin de Fez, y el tercero es el garabato de una propuesta de reconstrucción del alminar de la mezquita Ḥasan de Rabat.

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Figura 15 Tramo de muralla con puerta. ¿Fez o Taza? (FH_8_04_001_020d). © MAP, Córdoba.

Se trata de dos torres casi cuadradas distantes de 11,40 m. Dos de los lados de la primera miden 6,15 m y el tercero 6,90 m. La segunda (10,35 × 11,15 m) parece ser más bien una puerta cuyo vano (ancho 3,24 m) se abre en la fachada perpendicular a la muralla. Dada la disposición peculiar de esta abertura, el acceso debía hacerse en codo único.

Sin planta disponible a buena escala, nos ha sido imposible localizar este tramo de muralla y su puerta.

4.1.13. Puerta de la Qaṣba de los Filāla también llamada Bāb Šurfa (Fez)
 

- Anverso del folio 23. Documento n.º FH_8_04_001_023d (Fig. 16). Tres dibujos de pequeño tamaño. El de arriba es la planta esquemática de una puerta flanqueada de dos torres de saliente pentagonal.

  • Puert Puert // Puerta de la Kasba // de los Filala
  • La parte baja parece […] acusar // una puerta de torres de planta cuadrada
  • La actual se acusa como puerta de tres crujías
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Figura 16 Puerta de la Qaṣba de los Filāla, Fez. Croquís de la planta (FH_8_04_001_023d). © MAP, Córdoba.

Esta puerta se llama localmente Bāb Šurfa y da acceso à la qaṣba de los Filāla (ver documento siguiente).50La planta de esta puerta ha sido publicada por Pavón Maldonado (1996, fig. 19, “Bab Chorfa”).

- Anverso del folio 24. Documento n.º FH_8_04_001_024d (Fig. 17).

  • Fez. Bab Filala? Entrada de la Qasba de los // Filala
  • 2/4/930
  • Parece escalera
  • m = u = m’
  • e planta cuadrada
  • ß planta rectangular Largo = 2 × Ancho
  • Ancho C = ancho D y D’
  • Largo E = 2/3 ancho E = 2/3 ancho
  • Largo F = Largo E
  • Los anchos pilares todos uniformes // e igual 0’66; los salientes también // uniformes = 0,26
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Figura 17 Puerta de la Qaṣba de los Filāla, Fez. Planta detallada (FH_8_04_001_024d). © MAP, Córdoba.

El origen de la qaṣba de los Filāla se conoce bastante mal.51Le Tourneau (1949, 107-108, 187-188 y 265) la considera antigua, pero “sin fecha precisa”. Parece haber sido la sede de los representantes del poder almohade en Fez. Más tarde, los mariníes se instalaron en ella antes de la construcción de Fās al-Ŷadīd. El espacio estaba ocupado por pabellones y jardines con grandes albercas y seguía en funcionamiento la mezquita almohade de la etapa anterior. Fue lugar de residencia de los saadíes durante sus estancias en Fez, pero el conjunto estaba en mal estado a principios de la dominación alauita. En 1667, Mawlay Rašīd tuvo que restaurar la muralla cuando quiso instalar su cuerpo de guardia. En 1789 Mawlay Yazīd transformó la qaṣba en jardín, lo que le dio su otro nombre de Qaṣba al-Nuwār (qaṣba de las Flores). No es hasta el reinado de Mawlay ‘Abd al-Raḥmān (1822-1859) cuando la qaṣba se entrega a una población oriunda del Tafilalt (aunque esta haya residido antes en otros barrios de Fez) y cuando deja de ser un espacio reservado únicamente a los šurafa.

Bāb Šurfa es la única puerta de acceso a la qaṣba. A pesar de que haya sido considerada a menudo como construcción alawita, su estructura todavía próxima a las grandes puertas de aparato almohades –tal como lo muestra la planta levantada por Félix Hernández– implicaría que fuese bastante anterior. No obstante, la curiosa disposición del paño de sebka por encima del arco de entrada y las proporciones de este no permiten asignar la fecha de construcción en un momento temprano de la dinastía mariní. De hecho no deja de tener una cierta similitud con los paños de sebka de las torres que flanquean Bāb al-Manṣūr al-‘Ilŷ en Mequínez.52Ver por ejemplo Barrucand (1976, t. 2, fig. 11 lám. IV y fig. 15 lám. V) y Cressier (2006b, figs. 14a y 15). La observación del autor del dibujo relativa a un posible estado anterior (“La parte baja parece […] acusar // una puerta de torres de planta cuadrada”) vendría a confirmar la complejidad de la historia de este edificio.

4.1.14. Bāb Sba‘(Fez)
 

Anverso del folio 27. Documento n.º FH_8_04_001_027d (Fig. 18). Planta detallada, aunque parcial, de Bāb Sba‘ en Fez, con solo parte de sus torres de flanqueo.53La planta de Bāb Sba‘ fue publicada por Bressolette y Delarozière (1982-1983, 258), Pavón Maldonado (1996, fig. 19, aunque este autor la llame “Bab Dekaken”), y de nuevo por Cressier (2006b, 461, fig. 2) a partir de Bressolette y Delarozière (1982-1983). Su nombre “Puerta del León” le viene probablemente de un motivo esculpido, en la actualidad desaparecido, que ornaba su fachada principal.54Ver también Lévi-Provençal (1936, 210). Otra tradición sitúa el origen de este nombre en un percance sufrido por Alonso Pérez de Guzmán (Guzmán el Bueno), huésped del sultán mariní… Es tanto menos creíble en cuanto que esta tradición fecha el acontecimiento hacia 1348, o sea bastante después del fallecimiento de este personaje. Hoy se llama también erróneamente Bāb Dkakīn (“Puerta de las Banquetas”). No hay más información manuscrita que las múltiples medidas, algunas indicaciones sobre el modo de cobertura (ilegibles, salvo “cielo abierto”) el nombre del monumento (escrito aquí Bab Seba), y excepcionalmente la fecha (2 de abril de 1930).

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Figura 18 Bāb Sba‘, Fez. Planta detallada (FH_8_04_001_027d). © MAP, Córdoba.

Se trata de una de las puertas de aparato de la fundación mariní de Fās al-Ŷadīd, por Abū Yūsuf Ya‘qūb en 1276 y daba acceso a esta nueva ciudad desde el norte (Le Tourneau 1949Le Tourneau, R.1949: Fès, avant le protectorat. Étude économique et sociale d’une ville de l’Occident musulman. Société marocaine de librairie et d’édition, Casablanca. [reed., La Porte, Rabat, 1987]., 67).

Ha sufrido numerosas transformaciones desde su edificación, entre ellas la construcción del Mexuar nuevo, amplia plaza cercada por murallas almenadas que se extiende al norte de ella. De los tres vanos de la fachada interior, solo el occidental es original; el central se abrió en 1884 y el oriental en 1912.

Almela Legorburu (2023Almela Legorburu, I.2023: “El conjunto de Bāb al-Sab‘: evolución de un acceso en la ciudad palatina de Fās al-Ǧadīd (Fez, Marruecos)”, Arqueología de la Arquitectura, 20, e137. 10.3989/arq.arqt.2023.004) acaba de publicar una interesante y extensa monografía de este monumento complejo, que asocia estructuras defensivas e hidráulicas. Remitimos a ello para una información detallada y la contextualización histórica de este conjunto.

4.1.15. Bāb Dkakīn (Fez)
 

Anverso del folio 28. Documento n.º FH_8_04_001_028d (Fig. 19). Se trata de un simple croquis, sin ninguna indicación de dimensiones, con la mención “Bab Dukala” tachada y sustituida por “Bab Dekakène”.

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Figura 19 “Bab Dekakene”, Fez. Planta esquemática (FH_8_04_001_028d). © MAP, Córdoba.
4.1.16. Bāb al-Sammārīn (Fez)
 

Anverso del folio 30. Documento n.º FH_8_04_001_030d (Fig. 20). Planta de una puerta monumental, presumiblemente de la muralla urbana de Fez.55Debemos a nuestro colega Íñigo Almela Legorburu –cuya amable ayuda agradecemos aquí– su identificación como Bāb al-Sammārīn (puerta de los Herreros: Le Tourneau 1954, 67). Incluye también el dibujo de un arco túmido con peculiar atención a las dovelas. Según las indicaciones de Félix Hernández, el ancho de la fachada exterior mide 23,86 m, mientras que el de la fachada interior es mucho menor (12,73 m). La puerta se abre entre dos torres cuadrangulares. El recorrido interior se hace en doble codo. Varios breves apuntes manuscritos, difícilmente inteligibles, acompañan el dibujo:

  • Toda la obra aparece homogénea // ladrillo […] 0,644
  • Solo este disponen // en frente de la arcada a […]
  • Cubo […]
  • Bóveda [o baída]
  • Todo el aparejo// antiguo a la // línea // de jambas
  • Muy verticales// […] del alfiz// y de […] en arco
  • […] debe pues medir 5,20 [Anotado en vertical ]
  • la puerta// a la vista // parece centrada [Anotado boca abajo].
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Figura 20 Bāb al-Sammārīn, Fez. Planta detallada (FH_8_04_001_030d). © MAP, Córdoba.

Bāb al-Sammārīn, se abre en el tramo sur de la muralla de Fās al-Ŷadīd, al final del eje norte-sur procedente de Bāb al-Sba‘, que estructura la ciudad nueva. Su paso en doble codo es heredado de los modelos almohades: ¿referencia voluntaria, imposición poliorcética o simple arcaísmo?

4.1.17. Las puertas urbanas: ¿una investigación pionera?
 

Cuando Félix Hernández abordó la documentación de algunas de las grandes puertas de aparato almohades y mariníes del Magreb, se encargó de iniciar una investigación ciertamente novedosa. Hasta ese momento no estaban publicadas y su investigación era aún precaria; de este modo, fue necesario esperar hasta mediados del siglo XX para que los estudiosos franceses presentaran los primeros trabajos sobre las puertas de Rabat y algo más tarde las de Marrakech (cf. infra). Por lo que respecta a tierras andalusíes, quedaban todavía algunos años para que Leopoldo Torres Balbás hiciera referencia a algunas de las más importantes portadas almohades, tal fue el caso de las conservadas en la alcazaba de Badajoz (Torres Balbás 1938Torres Balbás, L.1938: “Paseos arqueológicos por la España musulmana: La alcazaba de Badajoz”, Revista de Estudios Extremeños, 12 (3), pp. 225-277. y 1941Torres Balbás, L.1941: “La alcazaba almohade de Badajoz”, Al-Andalus, VI, pp. 168-203.), incluyendo su planimetría.

Suponemos que, para el arquitecto barcelonés, la investigación de estos verdaderos arcos de triunfo hubo de suponer un auténtico revulsivo, ya que implicaba conocer un tipo de obras militares muy diferentes de las almohades conservadas en la península. Mientras que estas eran sobrias en su concepción arquitectónica, con escasos elementos decorativos, sus homólogas magrebíes presentaban una auténtica eclosión ornamental56La ornamentación de las puertas de aparato almohades no se limita a la escultura de la portada en sí, también incluye unas extensas redes de encintados que dibujan motivos geométricos en las torres de flanco. Esta fórmula, utilizada por ejemplo en la Bāb al-Ruwāḥ de Rabat, encuentra estrechos paralelos en la península (Márquez Bueno y Gurriarán Daza 2016, 59 y figs. 6-8). en los casos más llamativos, acompañada de una profusa carga epigráfica. Desde luego, su documentación sistemática como elementos clave para conocer la génesis y desarrollo de la arquitectura almohade, incluso con nexos evidentes en las edificaciones religiosas, sería un motivo que explicaría la especial atención prestada a estas portadas por don Félix. Evidentemente, estos croquis detallados no se plasmaron nunca en una publicación específica sobre el tema. No obstante, reflejan muy bien la curiosidad y el interés del arquitecto por abordar su posible representación gráfica de un modo detallado, al menos en planta.

4.2. Mezquitas, madrasa y zāwiya

 
4.2.1. Zāwiya al-Nusak (Salé)
 

Reverso del folio 37. Documento n.º FH_8_04_001_038i (Fig. 21).

  • Zawyat an-Na… [sic] // foto ‘7’ {1-2/1-5 a la sombra a las 12 h 5 contra luz
  • Tapial
  • La parte rebordeada sillares // el resto de la puerta, mampostería mampostería [sic] todo // el primer entre las dos mochetas; o sillarejo por hiladas // y en ambas por 2 […]
  • Contiguo y […] junto al camino existe un fragmento grande // de coronación de estalactitas que es un paño de la puerta
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Figura 21 Zāwiya al-Nusak, Salé (FH_8_04_001_038i). © MAP, Córdoba.

El dibujo representa la planta de la única puerta conservada de las dos que tenía la zāwiyat al-Nussak, en las afueras de Salé. Años después de la visita de Félix Hernández este conjunto monumental mariní fue excavado y publicado por Meunié (1957Meunié, J.1957: “La zaouiat En Noussak. Une fondation mérinite aux abords de Salé”, Mélanges d’Histoire et d’archéologie de l’Occident musulman, t. II, Hommage à Georges Marçais, pp. 129-146. Imprimerie officielle du Gouvernement général de l’Algérie, Argel.). En años anteriores, Terrasse (1923Terrasse, H.1923: “Le décor des portes anciennes du Maroc”, Hespéris, III (2), pp. 148-174., passim y lám. IX) había tratado de su ornamentación.

La referencia de Félix Hernández a un bloque de estalactitas o muqarnas llama la atención, pues estas no podían proceder de la puerta principal, la única conservada en su época, sino de la que se había derrumbado unos años antes (probablemente en 1912: Meunié 1957Meunié, J.1957: “La zaouiat En Noussak. Une fondation mérinite aux abords de Salé”, Mélanges d’Histoire et d’archéologie de l’Occident musulman, t. II, Hommage à Georges Marçais, pp. 129-146. Imprimerie officielle du Gouvernement général de l’Algérie, Argel., 133) y que sí tenía un friso cimero de este tipo, tal como lo atestigua una fotografía de J. B. Morana que tuvo bastante difusión como tarjeta postal a principios del siglo pasado así como los clichés de Antonio Cavilla publicados en varias ocasiones en fechas similares.57Por ejemplo, por Brossard (1901-1903, 197 “Salé, porte du cimetière”) o por Meakin (1905, 3, “Gate of the Seven Virgins”). Sobre las fotografías de Antonio Cavilla: https://antoniocavilla.blogspot.com/ [última consulta 24/04/2023].

4.2.2. Mezquita Ḥasan (Rabat). Planta parcial
 

Anverso del folio 5. Documento n.º FH_8_04_001_005d (Fig. 22). Los dos dibujos de esta página no van acompañados de textos que permitan su identificación.

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Figura 22 Mezquita Ḥasan, Rabat. Planta parcial (FH_8_04_001_005d). © MAP, Córdoba.

Uno es un simple croquis que representa la esquina de un edificio hipóstilo, con dos naves paralelas a un muro alargado (un simple trazo rectilíneo), y separadas por una línea de columnas o pilares circulares. Esta parte del edificio debía dar a un espacio vacío a través de amplios vanos definidos por pilares de planta más compleja. Una puerta flanqueada de contrafuertes se abría en el muro exterior.

El segundo dibujo es una ampliación de la planta de aquella puerta con las indicaciones detalladas de sus medidas.

Unos pocos indicios (las dos naves alargadas paralelas, la forma de los pilares), nos permiten identificar el edificio: se trata del ángulo sureste de la mezquita de Ḥasan en Rabat, tal como se puede comprobar en la monografía que le dedicó Caillé (1954Caillé, J.1954: La mosquée de Hassan à Rabat, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines LVII. Arts et Métiers Graphiques, París (2 vols)., t. II, figs. 44 y 45) casi un cuarto de siglo después de la visita de Félix Hernández.58Ver también Terrasse y Caillé (1951). Para los datos más recientes sobre la mezquita de Ḥasan, incluida la representación en planta, ver ATARAL, https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-almohade-de-rabat. Llama la atención que, si el arquitecto español sitúa la puerta exactamente donde lo hace el autor de la excavación en su plano, Caillé (1954Caillé, J.1954: La mosquée de Hassan à Rabat, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines LVII. Arts et Métiers Graphiques, París (2 vols)., t. II, figs. 44 y 45) no la mantiene en este mismo punto en la planta restituida del edificio, sino un poco más al sur. Nunca sabremos quién acertaba. En efecto, hoy día esta parte del edificio no es visible, pues desde 1961 la construcción del mausoleo de Muhammad V ha venido a ocultarla.

4.2.3. Torre Ḥasan (Rabat) y mezquita al-Qarawiyyin en Fez
 

Anverso del folio 19. Documento n.º FH_8_04_001_019d (Fig. 23). En el ángulo superior izquierdo de la página, Félix Hernández ha escrito claramente “Rabat. Torre de Hassan”. No obstante, esta indicación parece vinculada solo a la figura cuadrada dibujada justo por debajo. En efecto, el valor de 16,15 m indicado para uno de los lados es compatible con las medidas del gran alminar almohade de Rabat, hermano del de la Kutubiyya y de la Giralda de Sevilla. De hecho, en su monografía del edificio, Jacques Caillé (1954Caillé, J.1954: La mosquée de Hassan à Rabat, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines LVII. Arts et Métiers Graphiques, París (2 vols)., t. I, 95, nota 5) da la medida de 16,12 m para los lados de la Torre Ḥasan, lo que habría dado una altura total de 87 m en caso de haber tenido las mismas proporciones que la Kutubiyya.

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Figura 23 Torre Ḥasan en Rabat y mezquita al-Qarawiyyin en Fez (FH_8_04_001_019d). © MAP, Córdoba.

El alminar de la mezquita aljama de Córdoba como prototipo de los que levantaron más tarde los almohades era un tema que interesaba tanto a Félix Hernández como, más tarde, a Jacques Caillé. De hecho, en 1953, este último escribió una carta a don Félix para interesarse sobre los módulos de los sillares del minarete cordobés en vista a una comparación con los de la torre Ḥasan (Carta n.º FH_71_01_053 del 24 de agosto de 1953, Archivo de don Félix, Museo Arqueológico Provincial de Córdoba). No consta que haya recibido una contestación, pues no se alude a esta cuestión en los dos volúmenes que publicó el año siguiente sobre este monumento.

Es más difícil saber si el dibujo a lápiz, esquemático si no descuidado, que figura en la parte izquierda del folio 19, constituye el esbozo de una de las caras del alminar de esta misma mezquita de Ḥasan, o –mejor dicho– de lo que hubiera podido ser esta fachada una vez completada la construcción del cuerpo principal (aunque sin contar todavía con el cuerpo superior o “linterna”). Desentrañar el significado del entramado de líneas dibujadas por Félix Hernández nos ayudará a responder a esta pregunta. Creemos que se puede interpretar como la sucesión, desde arriba hasta abajo, de tres elementos: un remate con cinco merlones dentados; un friso de arcos ciegos, representado por rayones; y un dintel adovelado que se identifica por sus extremos inclinados. Por debajo de ellos se extendería el paño de sebka aquí solo sugerido por el trazo de su marco rectangular. Obviamente, este “croquis” no da cuenta de apuntes tomados in situ: se debe tratar más bien de un dibujo apenas esbozado, trazado con prisa, para apoyar una argumentación, probablemente en el curso de una conversación con un interlocutor. Si los merlones dentados son omnipresentes en los alminares occidentales en todas épocas, lo son en particular en los almohades. Frisos de arcos ciegos cimeros se dan en la Kutubiyya (Marrakech) y en la Giralda (Sevilla), mientras que el dintel adovelado se encuentra tanto en la cara norte de la misma torre de Ḥasan como en la cara este de la Kutubiyya. Pero la composición sugerida aquí no existe en ninguno de los grandes alminares almohades anteriores (Kutubiyya) o contemporáneos (Giralda y mezquita de la Qaṣba en Marrakech). Estas observaciones nos llevan a pensar que, aunque este dibujo algo desconcertante no represente necesariamente la torre Ḥasan, sí se ha realizado a propósito de ella.

Muy distinto del anterior es el dibujo esquemático de alminar que figura en la parte derecha del mismo folio 19 y que no lleva ninguna referencia. Esta vez, no se puede asignar al alminar almohade de Rabat, siquiera si fuera una visión idealizada después de una eventual restauración. Tanto el resalto de la parte superior, subrayado por molduras y cornisas, como el edículo superior y su cúpula esférica remiten a los minaretes zenatas de Fez y más concretamente al de la mezquita al-Qarawiyyin que, en una carta a Leopoldo Torres Balbás (cf. supra), Félix Hernández confirma haber visto durante su estancia en Marruecos.59Sobre el alminar de la mezquita Qarawiyyin, ver Terrasse (1968, fig. 8 y lám. 2).

Este dibujo no debe haber sido trazado in situ, pues su emplazamiento en el cuaderno no es lógico (todo lo que concierne a Fez aparecen más adelante, en los folios 23 a 30). Quizá haya servido más bien a Félix Hernández como soporte para una argumentación de viva voz con algún interlocutor.

4.2.4. Mezquita(s) ¿en Taza o en Fez?
 

- Anverso del folio 21. Documento n.º FH_8_04_001_021d (Fig. 24). Estudio del alminar de una mezquita, probablemente en Taza. Seis croquis de la plataforma superior y del edículo superior, una sección de la escalera y una sección de la bóveda del edículo.

Estos dibujos van acompañados de breves comentarios:

  • Bóveda tabicada // de una hoja en yeso
  • Bóveda esférica
  • El núcleo central ladrillo con junta más pura en el lateral // de unos mampuestos con revestimiento interior mortero de cal // decorado con chevrons à la truelle.60Félix Hernández utiliza aquí unos términos franceses: se trata de unas incisiones en forma de espigas (chevrons) hechas con una paletilla (truelle).
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Figura 24 Mezquita(s) ¿en Taza? (FH_8_04_001_021d). © MAP, Córdoba.

Por las medidas indicadas, se trata del mismo edificio que el del folio 22. Suponemos que está localizado en Taza porque los folios concernidos se encuentran entre los dedicados con certeza a Marrakech y otros dedicados con igual certeza a Fez. Sabemos, además, por su carta a Leopoldo Torres Balbás (cf. supra), que Félix Hernández estuvo en Taza y que vio allí la interesante mezquita de los Andaluces. Y sabemos también, esta vez por Henri Terrasse, que él y Félix Hernández tomaron medidas de “dos pequeñas mezquitas en Taza” (Carta n.º FH_70_04_067_001 del 30 de diciembre de 1938). Aunque no podamos descartar en todo rigor que este alminar pertenezca a un edificio de Fez, pensamos que podría tratarse aquí de la mezquita de los Andaluces de Taza (Maslow 1937Maslow, B.1937: Les mosquées de Fès et du Nord du Maroc, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines XXX. Les Éditions d’Art et d’Histoire, París., 162-164, lám. XLIX; ElKhammar 2022).

- Anverso del folio 22. Documento n.º FH_8_04_001_022d (Fig. 25). Croquis de la parte superior de la fachada de un alminar, con indicaciones de los aparejos (mampuestos y ladrillos). El resalto de la plataforma está bien dibujado y el edículo superior solo esbozado.

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Figura 25 Mezquita(s) ¿en Taza? (FH_8_04_001_022d). © MAP, Córdoba.

Por las indicaciones de medidas (ancho de la torre de unos 3,38 m por debajo del parapeto), se excluye que se trate de la mezquita mayor de Taza, cuyo minarete es de mayor tamaño (5,9 m de lado).61Terrasse (1943) no da las medidas; este valor ha sido obtenido a partir de la escala de su figura 3. Se trata probablemente del mismo monumento que el del documento n.º FH_8_04_001_021d, donde se da la medida de 3,50 m para el ancho de la plataforma superior, incluido el parapeto.

Además de la mezquita aljama y de la de los Andaluces ya mencionada, la ciudad de Taza contaba con varias mezquitas antiguas: la de Sīdī ‘Alī al-Darrar, la de Sīdī Azūz y la Ŷam‘a al-Sūq. Prosper Ricard, en la edición de la Guía Azul de 1925, señala que el alminar de esta última es más ancho en su parte alta que en su base (Ricard 1925Ricard, P.1925: Maroc. Les Guides bleus, Hachette, París., 321-322). Esta descripción se refiere quizá al resalto que acabamos de señalar, a nivel de la plataforma superior. Por tanto, Ŷam‘a al-Sūq podría ser también la mezquita que midió y dibujó Félix Hernández.

4.2.5. Madrasa Bū ‘Ināniya (Fez)
 

Anverso del folio 25. Documento n.º FH_8_04_001_025d (Fig. 26). Tres motivos elementales de los paneles de sebka del alminar de la mezquita de la madrasa, dispuestos en dos columnas.

  • Al lado del motivo superior izquierdo: “Lado N // Bu Anania”
  • Al lado del motivo inferior izquierdo: “Bu // Anania // casi ! // Lado E”
  • Al lado del motivo superior derecho: “verde”
  • Al lado del motivo inferior derecho, detalle de la misma página, dos croquis representan cada uno la parte superior de una esquina del alminar, con su sistema de cornisa y molduras superpuestas.
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Figura 26 Madrasa Bū ‘Ināniya, Fez. Sebka y molduras de la esquina superior del alminar (FH_8_04_001_025d). © MAP, Córdoba.

La madrasa Bū ‘Ināniya fue edificada par el sultán mariní Abū ‘Inān entre 1350 y 1355. Su papel de mezquita aljama explica la presencia del alminar.62Sobre esta madrasa, ver, por ejemplo, Terrasse (s. f. [1927], 24-28 y láms. 34-50; alminar: láms. 38 y 49 –la segunda corresponde al dibujo inferior izquierdo de F. Hernández–) y Marçais (1954, 291-293). Se suelen valorar la influencia oriental en su estructura, perceptible por los dos grandes iwanes laterales, así como el paso por el patio de un ramal del wādī Fās, en sustitución de la habitual alberca en el centro del patio. No deja de sorprender que, frente a un monumento de esta magnitud arquitectónica y estética, y casi inédito,63El libro de Charles Terrasse (1927) solo presenta unas cuantas fotografías. Félix Hernández no haya elegido recoger más datos que estos dos pequeños croquis.

4.2.6. Ŷam‘a al-Kabīr de Fās Ŷdīd (Fez)
 

- Anverso del folio 31. Documento n.º FH_8_04_001_031d (Fig. 27). Tres motivos elementales de los paneles de sebka del alminar de la mezquita. El motivo intermedio parece un intento fallido de dibujar el que se plasmó finalmente un poco más abajo.

  • Al lado del motivo superior: “Djema // Fes Djedid // Costado O”
  • Al lado del motivo inferior: “Djama // Fes Djedid // Costado N”
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Figura 27 Ŷam‘a al-Kabīr de Fās Ŷdīd, Fez. Sebka (FH_8_04_001_031d). © MAP, Córdoba.

Por debajo a la derecha, planta esquemática de un lado de una puerta, que parece ser de otro edificio, con carácter monumental, por las dimensiones del saliente (prof. 2,25 m, L. = 3,47 m) que flanquea el vano y que por ahora no hemos identificado.

Se trata de la mezquita estudiada y publicada con el nombre de “Jamaa Kebir” por Boris Maslow siete años más tarde (Maslow 1937Maslow, B.1937: Les mosquées de Fès et du Nord du Maroc, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines XXX. Les Éditions d’Art et d’Histoire, París., 38-53). O sea la mezquita mayor de la ciudad nueva de Fās al-Ŷadīd fundada en 1275 por el sultán mariní Abū Yūsuf Ya‘qūb (Le Tourneau 1949Le Tourneau, R.1949: Fès, avant le protectorat. Étude économique et sociale d’une ville de l’Occident musulman. Société marocaine de librairie et d’édition, Casablanca. [reed., La Porte, Rabat, 1987]., 61-78). La construcción de este edificio religioso se suele considerar contemporánea de la ciudad, aunque una lápida empotrada en una de las paredes la atribuya a Abū Fāris en 1395,64Se trata de una inscripción de fundación y constitución de habices: Maslow (1937, 38; traducción por É. Lévi-Provençal; 1937, 176-177 y lám. LVII-142). fecha tanto menos creíble en cuanto que el reinado de este sultán fue particularmente breve (1393-1396), en un momento de decadencia política y económica de la dinastía.

La orientación de los paños de sebka dada por Félix Hernández no corresponde a la indicada por Maslow (1937Maslow, B.1937: Les mosquées de Fès et du Nord du Maroc, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines XXX. Les Éditions d’Art et d’Histoire, París., 48, fig. 12, caras norte y sur; 49, fig. 13, caras este y oeste; lám. XXIII-47, esquina noreste; y lám. XXIII-48, cara este) para quien el motivo superior sería el que se utiliza en las caras norte y sur, y el motivo inferior sería el empleado en las caras este y oeste.

Al igual que los croquis de la madrasa Bū ‘Ināniya, los de la Ŷam‘a al-Kabīr de Fās Ŷdīd dan fe del interés de Félix Hernández por la ornamentación de los alminares, interés claramente mostrado también por los numerosos dibujos de los arcos de las fachadas del de la Kutubiyya. No obstante, si el minarete de la gran mezquita almohade de Marrakech podía considerarse como un heredero directo del de la mezquita aljama de Córdoba, estudiado por el arquitecto barcelonés, los paneles de sebka de las torres mariníes poco tenían que ver con los lejanos antecedentes omeyas.

- Reverso del folio 22. Documento n.º FH_8_04_001_023i. La página solo lleva una breve nota manuscrita: “Djama Derb el Bouac”, este último término corregido por debajo en “Bouwak”. No hay dibujo.

Por la página donde está apuntado este nombre de mezquita, debe referirse a Fez, donde un barrio de la ciudad antigua se llama Darb al-Buwak.65Darb al-Buwak está localizado cerca de las curtidurías de Sīdī Mūsā, las más antiguas de Fez, entre el mausoleo de Sīdī Aḥmad Tiǧānī y el de Mawlay Idrīs. Agradecemos aquí a nuestro colega Abdelaziz Touri por brindarnos esta información. No obstante, no sabemos a qué mezquita exactamente hace referencia Félix Hernández ni qué rasgos peculiares presentaba.

4.2.7. Mezquita Kutubiyya (Marrakech)
 

La mezquita Kutubiyya de Marrakech, la primera mezquita aljama construida por los almohades en su nueva capital, es el edificio que ha despertado el mayor interés por parte de Félix Hernández a lo largo de su periplo por Marruecos, puesto que ocupa diez folios de su cuaderno (folios 6 a 15 del cuaderno, documentos n.º FH_8_04_001_006d a FH_8_04_001_015d del Archivo Félix Hernández). Sus apuntes y sus croquis conciernen principalmente al alminar y en menor medida a los pilares de la sala de oración y al gran aljibe, arruinado, de la Kutubiyya primitiva. Por coherencia de la reflexión, hemos saltado el orden cronológico de las observaciones para agrupar temáticamente los documentos, empezando por el alminar y acabando por el aljibe. Cinco años antes de que lo visitara don Félix el edificio había sido objeto de una publicación conjunta de Basset y Terrasse (1925Basset, H. y Terrasse, H.1925: “Sanctuaires et forteresses almohades. III. Le minaret de la Kotobîa”, Hespéris, V (3), pp. 311-376.), a la que nos referiremos a continuación en las notas. Recientemente, la página en internet del proyecto ATARAL (“Atlas de arquitectura almohade”), dirigido por Antonio Almagro Gorbea da acceso a una rica documentación fotográfica y planimétrica sobre esta mezquita,66ATARAL: https://ataral.es/inventario.php?id=mequita-kutubiyya. que permite contrastar las observaciones de Félix Hernández con el estado actual.67Para agilizar la comparación hay que señalar que ATARAL ha simplificado la forma de designar la orientación de las caras del alminar respecto a la adoptada por Basset y Terrasse (1925 y 1926, que es la que utilizamos a continuación): norte, este, sur y oeste del Atlas son respectivamente los noroeste, noreste, sureste y suroeste de los autores franceses.

- Anverso folio 6. Documento n.º FH_8_04_001_006d (Fig. 28). Aunque el autor del dibujo no indica qué alminar ha representado aquí, no hay duda de que se trate del de la Kutubiyya de Marrakech, y más concretamente de su cara noreste.68Basset y Terrasse (1925, lám. XVIII izq, y 361, fig. 57, para el detalle del tercer panel de arcatura a partir de la base). ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i01

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Figura 28 Kutubiyya, Marrakech. Alminar: cara noreste (FH_8_04_001_006d). © MAP, Córdoba.

El dibujo, esquemático, pero de efecto muy realista (ver cómo están representados el yamur y la escuadra donde se iza la bandera de llamada a la oración), se acompaña de cuatro párrafos destinados a esclarecer algunos puntos de detalle:

  • Aparejo llevado por hiladas // horizontales // arcadas de herraduras juntas // a punto medio de arranques // y parte baja enjarjada y con [pieza] de clave.
  • Arcos interiores dos centros […] bastante sobre el arranque // y no muy juntos.
  • Despiezo con clave // y cada rama del arco // a su centro sin enjarjes.
  • De los tres arcos internos abierto el central los otros dos ciegos.

A la derecha del dibujo del alzado del alminar, otro dibujo –dispuesto a la italiana– asocia una ampliación de la arquería inferior, con particular atención al dovelaje y a la sillería, así como otro detalle del arco central de esta composición.69En la lám. XVIII izq. de la publicación de Henri Basset y Henri Terrasse, solo se ve la parte superior de esta arcatura. ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i06 y https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i05. Los fragmentos de aparejo dibujados se corresponden con bastante precisión con el aparejo real.

- Anverso folio 7. Documento n.º FH_8_04_001_007d (Fig. 29). Detalle de la cara noreste: segundo panel de arcaturas a partir de la base.70Tampoco está indicada la localización. Ver Basset y Terrasse (1925, lám. XVIII izq.). Comparar con: ATARALhttps://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i05.

  • Arco que cobija la composición 17 lóbulos // Arco bajo 7 lóbulos // hueco central practicable […], los laterales cuyo // juego de tres huecos en su dintel fin- // gido en el estuco despiezado al centro de la // línea de antepecho.
  • Los tres arcos cobijados bajo de dos centro // bastante por encima de línea de arranque y // separados.
  • Los arcos lobulados bajo y el grande en punta […] // que en la parte derecha ([…]) // libre del estuco se ve manifiesta- // mente y su despiezo parece converger // al punto medio de una línea que une // los centros de los dos lóbulos bajos.
  • El lobulado está hecho a // base del revestido recubriendo // los extremos // inferiores del dovelaje
  • línea de centros.
  • En realidad la proporción // del arco es un // poco más achatada que en el // dibujo.
  • En este adintelado no ha habido dovelaje sino // despiezo co- // rriente de sillares.
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Figura 29 Kutubiyya, Marrakech. Alminar: detalle de la cara noreste. Segundo panel a partir de la base (FH_8_04_001_007d). © MAP, Córdoba.

El alzado recoge el tramo central e izquierdo del panel, aunque se representa el arco de diecisiete lóbulos completo. Así mismo, se muestran elementos de decoración arquitectónica como la bífora de la albanega izquierda y el dintel adovelado del alfiz de la trifora interior. Félix Hernández dibuja incluso los trazos sueltos por debajo de la bífora de la albanega que se corresponden con decoración pictórica casi invisible hoy en día.

- Reverso folio 7. Documento n.º FH_8_04_001_008i (Fig. 30). Planta del cuerpo superior del alminar con detalle de las medidas de los pilares que definen los arcos.

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Figura 30 Kutubiyya, Marrakech. Alminar. Planta del cuerpo superior del alminar (FH_8_04_001_008i). © MAP, Córdoba.

No hay duda sobre la identidad del monumento. Esta planta esquemática corresponde en sus dimensiones (cuadrado de 6,89 m de lado) y en su organización (2 vanos en cada lado) con la planta que publicó Gallotti (1923Gallotti, J.1923: “Le lanternon du minaret de la Koutoubia à Marrakech (1194-1197 J.-C.)”, Hespéris, III, 1923, pp. 37-68., desplegable entre pp. 50 y 51) en la revista Hespéris unos años antes. Este cuerpo superior que corona el alminar está constituido por una sala cuadrada, de más de 5 m de altura y cubierta por una cúpula octogonal.

Félix Hernández no presta atención a muchos detalles y no señala, por ejemplo, el recrecimiento interior de los muros. Parece interesarse ante todo en las mochetas de los vanos.

Un primer intento de dibujar esta figura en la página siguiente (anverso del folio 8) en la que solo está dibujado un ángulo de edículo (cf. infra).

- Anverso folio 8. Documento n.º FH_8_04_001_008d (Fig. 31). Dibujo del tercer panel de la cara noreste del alminar,71Basset y Terrasse (1925, lám. XVIII; 361, fig. 57). ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i0; https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i03. a partir de la base de este, con énfasis dado al falso dovelaje del dintel y al trazado de uno de los arcos del ajimez (a); despiece esquemático de la sillería.

  • En el interior de la // torre en las rampas.
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Figura 31 Kutubiyya, Marrakech. Alminar: detalle de la cara noreste. Tercer panel a partir de la base (FH_8_04_001_008d). © MAP, Córdoba.

El dibujo del despiece de este falso aparejo indica sus dimensiones: altura de las hiladas 0,82 m; ancho de los tizones 0,33 m; ancho de las sogas 0,86 m.

  • Los tizones llevan ^^^^^ // y las sogas puntos.
  • En la sala inferior del minarete // chevrons72Ver nota 60. en todos los sillares // pero los tizones verticales y las sogas // horizontales.

Las dovelas del alfiz general del panel también fueron objeto de atención de Henri Basset y Henri Terrasse (1925Basset, H. y Terrasse, H.1925: “Sanctuaires et forteresses almohades. III. Le minaret de la Kotobîa”, Hespéris, V (3), pp. 311-376., 363, fig. 58), cuya representación es realmente coincidente con la de Félix Hernández.

Por debajo de la representación de este panel está dibujado un ángulo de la sección del cuerpo superior del alminar con medidas de detalle (Fig. 30), en complemento del dibujo del reverso del folio 7 (n.º FH_8_04_001_008i).

  • La […] sobrepuesta tiene 0,34.
  • La […] // al muro del E // 1,80 de ancho.

- Anverso folio 12. Documento n.º FH_8_04_001_012d (Fig. 32). Esta misma composición de arcos adorna dos de las caras del alminar de la Kutubiyya, la sureste73Basset y Terrasse (1925, lám. XVIII y 325, fig. 40); ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i08 y https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i11 (aunque esta imagen está indicada erróneamente como “alzado oeste del alminar). y la noroeste;74En Basset y Terrasse (1925, lám. XIX), esta cara del alminar es incompleta: falta este panel inferior. ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i15 y https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i20. en ambos casos constituye el panel inferior. No podemos asegurar cuál de las dos Félix Hernández ha dibujado aquí.

  • El despiezo del dovelaje rústico y constitutivo del arco // converge a los puntos a y b según indica el dibujo.
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Figura 32 Kutubiyya, Marrakech. Alminar: detalle de la cara sureste o noroeste. Panel inferior (FH_8_04_001_012d). © MAP, Córdoba.

El alzado muestra algo más de la mitad izquierda del arco angrelado que cobija una pareja de arcos túmidos con despiece sobre sus respectivos alfices. También se representan, en el extremo derecho del alfiz del panel, los vestigios del falso despiece de dovelas, actualmente casi desaparecidas pero que Basset y Terrasse (1925Basset, H. y Terrasse, H.1925: “Sanctuaires et forteresses almohades. III. Le minaret de la Kotobîa”, Hespéris, V (3), pp. 311-376., 330, fig. 40e) habían publicado anteriormente y con mayor detalle. Llama la atención que el pequeño arco que Félix Hernández representa con forma de herradura en la albanega izquierda, actualmente muestra un perfil semicircular. Por otra parte, el arco de la enjuta derecha, que él no dibuja, sí conserva su forma prístina de herradura.75ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i15 así como Márquez Bueno, Gurriarán Daza y Martínez Núñez (2024).

Dos indicios hacen pensar que podría tratarse de una representación de la cara noroeste del alminar y no de la noreste: Félix Hernández dibuja un hueco del nudo sobre la clave, elemento que falta en la composición de la cara sureste, mientras que el arco angrelado del dibujo es bastante achatado, muy similar a lo que se puede observar ahora en esta cara noroeste.

- Anverso folio 13. Documento n.º FH_8_04_001_013d (Fig. 33). Detalle de la cara suroeste: panel inferior.76Ver Basset y Terrasse (1925, lám. XIX y fig. 45), y Terrasse (1932, 349, fig. 67). ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i12.

  • Adintelado general [pintado]
  • Línea de despiezo // (separan entre los […])
  • Línea de despiezo
  • Línea centro
  • El hueco entre arco parece // corresponder al plano // del fondo del alfiz
  • Proporción del arco // es algo más // aplastada/apar[]
  • Por […] // 5 cuadrado(s) // y parece empezar // abajo en […] // […] // […]
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Figura 33 Kutubiyya, Marrakech. Alminar: detalle de la cara suroeste. Panel inferior (FH_8_04_001_013d). © MAP, Córdoba.

El boceto se centra en el gran arco lobulado de dos cintas entrelazadas en las que cada lóbulo mayor de una cinta cobija al menor de la otra. Los “ates” o entrelazos aparecen muy marcados, así como en el alzado publicado por Henri Basset y Henri Terrasse (1925Basset, H. y Terrasse, H.1925: “Sanctuaires et forteresses almohades. III. Le minaret de la Kotobîa”, Hespéris, V (3), pp. 311-376., fig. 45). Del mismo modo que estos, Félix Hernández señala lo que atisbó del falso despiece de la albanega izquierda. También marca parte del dovelaje del alfiz que enmarca la trifora inferior, despiece que vuelve a reproducir debajo del alzado. Sin embargo, tanto él como sus predecesores, ni coinciden en la interpretación de la forma de tales dovelas, ni las dibujan con corrección, según se infiere de fotografías actuales.77Agradecemos esta información a nuestra colega María Dolores Villalba Sola. El arquitecto cordobés se centra en la decoración arquitectónica, obviando la presencia de los medallones epigráficos y decoración floral, que los investigadores franceses representan en parte78Basset y Terrasse (1925, figs. 45, 46b, 46c y 46d). Es probable que, incluso trabajando con prismáticos, Félix Hernández no pudo observar estos motivos pintados por ser de tamaño demasiado pequeño. y que las sucesivas restauraciones han hecho desaparecer totalmente.79Comparar Basset y Terrasse (1925, fig. 45) con ATARAL, https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i12. También dibuja por debajo del alzado la decoración de los arcos ciegos extremos de la trífora.

- Anverso folio 14. Documento n.º FH_8_04_001_014d (Fig. 34). Cara noroeste, segundo panel desde la base del alminar.80Ver Basset y Terrasse (1925, lám. XIX). ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i16 y https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i18. Se trata aquí de los cuatro arcos pentalobulados de la izquierda de los siete que ocupan la rosca del gran arco peraltado que preside el panel, a los que corresponden los comentarios siguientes:

  • arco ciego
  • lazos con ates al revés
  • No se conserva // el adintelado
  • arco herradura
  • Frente Norte del alminar
  • La parte a junta profunda
  • La parte b rehundida o sea
  • Lo negro rehundido de unos 0,08 de ancho.
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Figura 34 Kutubiyya, Marrakech. Alminar: detalle de la cara noroeste. Segundo panel desde la base (FH_8_04_001_014d). © MAP, Córdoba.

El dibujo resalta muchos detalles como los “ates” de las cintas que forman los arcos pentalobulados y nudo tetralobulado izquierdo. Sin embargo, no refleja el encintado del arco ciego de la albanega izquierda. Sí dibuja la mitad izquierda del arco polilobulado que cobija los dos arcos de herradura, de los que representa el izquierdo con el falso despiece de su alfiz.

- Anverso folio 15. Documento n.º FH_8_04_001_015d. (Fig. 35). Cara sureste, panel mediano.81Ver Basset y Terrasse (1925, lám. XVIII). ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i08, y Márquez Bueno, Gurriarán Daza y Martínez Núñez (2024). En este boceto se representan los cuatro arcos pentalobulados de la izquierda de los siete que ocupan la rosca del gran arco ultrasemicircular que preside el panel. Va acompañado por las indicaciones siguientes:

  • hueco […] // parcheado
  • [perdido] el adintelado
  • ciego
  • perdido el dovelaje adintelado
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Figura 35 Kutubiyya, Marrakech. Alminar: detalle de la cara sureste. Panel mediano (FH_8_04_001_015d). © MAP, Córdoba.

Aparecen detalles, hoy perdidos, como el trazado de la cinta anudada en las claves de los arcos lobulados, que habían sido recogidos por Jean Hainaut en su dibujo para el artículo primicia de Basset y Terrasse (1925Basset, H. y Terrasse, H.1925: “Sanctuaires et forteresses almohades. III. Le minaret de la Kotobîa”, Hespéris, V (3), pp. 311-376., fig. 39). Por otra parte, Félix Hernández se centra en los elementos propios de la construcción y de ornamentación arquitectónica, tales como la cinta anudada del intradós del gran arco ultrasemicircular, obviando la presencia de decoración pictórica de ataurique, que sí registraron los investigadores franceses (Basset y Terrasse 1925Basset, H. y Terrasse, H.1925: “Sanctuaires et forteresses almohades. III. Le minaret de la Kotobîa”, Hespéris, V (3), pp. 311-376.). Extrañamente, refiere como “perdido el dovelaje adintelado” el espacio que señala sobre el alfiz del arco túmido izquierdo (que no representa). Cuando, realmente, si seguimos el estudio publicado cinco años antes (Basset y Terrasse 1925Basset, H. y Terrasse, H.1925: “Sanctuaires et forteresses almohades. III. Le minaret de la Kotobîa”, Hespéris, V (3), pp. 311-376.), la superficie en que se emplazaría tal supuesto dovelaje, en realidad estaba ocupada por una labor de lacería. También representa una banda vertical, en la izquierda del alfiz del panel, tangente a la banda del trasdós de la cinta anudada de los arcos pentalobulados; cuando en realidad no hay ni rastro de tal elemento, ni en la actualidad ni en la figura referida de Henri Basset y Henri Terrasse.

- Anverso folio 9. Documento n.º FH_8_04_001_009d (Fig. 36). Plantas de nueve pilares dispuestas en cuatro líneas, las tres primeras de tres ejemplares, la última de dos, con numerosas medidas de detalle.82Hemos dado un doble número a cada tipo de pilar, de 1 a 4 (desde la línea superior hasta la inferior) y, dentro de una misma línea, de 1 a 3 de izquierda a derecha. Para casi cada planta se precisa la localización (información no siempre inteligible).

  • 1.1. Pilar normal // 1.2. Colaterales […] // 1.3. arquería
  • 2.1. Normal quibla // 2.2. colaterales Mihrab quibla // 2.3. arquería Mihrab quibla
  • 3.1. Cúpula lateral […] quibla // 3.2. Cúpula arquería quibla” // 3.3. sin indicación
  • 4.1. Muro N. // 4.2. Ángulo Patio
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Figura 36 Kutubiyya, Marrakech. Plantas de 11 tipos de pilares de la sala de oración y del patio (FH_8_04_001_009d). © MAP, Córdoba.

En esta lámina, Félix Hernández no precisa si los pilares dibujados son los de la primera Kutubiyya, de la que solo subsisten las ruinas excavadas en 1949 por Jacques Meunié y Charles Allain bajo la supervisión de Henri Terrasse,83Henri Terrasse alude a estas excavaciones en una carta a Félix Hernández del 26 de mayo de 1949 (n.º FH_70_05_056_001/002/003 del epistolario conservado en el Archivo de Félix Hernández). o los del edificio todavía en uso. Sin embargo, no debían aflorar vestigios del edificio primitivo antes de estas excavaciones, salvo los del aljibe, mientras que los planos publicados por los investigadores franceses unos veinte años después de la visita del arquitecto español nos confirman que se trata de la segunda Kutubiyya.84Meunié et al. (1952, fig. 14, segunda Kutubiyya, y fig. 15, excavaciones de la primera Kutubiyya). Según su rotulación, el plano de la figura 14 ha sido dibujado por “J. M.” (probablemente Jacques Meunié) y “C. A.” (probablemente Charles Allain) en 1951. Sobre una planta actualizada de este oratorio, véase ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita.kutubiyya#&gid=1&pid=740_01

El tipo de pilar 1.1. es efectivamente el mayoritario en las arquerías de las naves de la sala de oración, excepto las tres axiales, tal como están dibujados también tanto en el plano de Meunié y Allain como en el de Ewert (1991Ewert, Ch.1991: Forschungen zur almohadischen Moschee. 4: Die Kapitelle der Kutubīya-Moschee in Marrakesch und der Moschee von Tinmal, Madrider Beiträge 16. Philipp von Zabern, Maguncia., fig. 43).85Al interesarse ante todo por los capiteles de la mezquita, Ewert fue más preciso en cuanto a la planta de los pilares dado que, por la temática de su investigación, le convenía localizar adecuadamente las columnitas entregadas que sostienen los citados capiteles. Los pilares de tipos 1.2. y 1.3. (que resultan de un recrecimiento del tipo 1.1 en uno o dos de sus lados mayores) son los de las arcaturas del conjunto de las tres naves axiales.

Los tipos 2.1. a 2.3. así como 3.1. corresponden a algunos de los pilares de la larga arquería paralela a la qibla y perpendicular a las diecisiete naves de la sala de oración. 2.1 es el más frecuente. 2.2., 2.3. y 3.1. se señalan por la presencia de un mayor número de columnillas que sostienen los estrechos arcos fajones perpendiculares a la qibla (respectivamente simples y dobles). El tipo 2.3. está situado en la intersección de la nave axial con la arcatura ante-qibla y el tipo 3. 1 en la intersección de esta con la arcatura más oriental. 3.2. no representa un pilar sino la zona del muro oeste del oratorio en la que viene a apoyarse la arcatura paralela a la qibla.

El tipo 3.3. corresponde a los pilares de la arcatura que define la fachada sur del patio en su prolongación hacia el este y el oeste.

Finalmente 4.1. corresponde a los pilares entregados en el muro norte de la sala de oración, en el que vienen a apoyarse las arquerías de las cuatro naves laterales este y las cuatro oeste, mientras que 4.2. define por su parte el ángulo suroeste del patio.

No está clara la razón por la que los pilares de la Kutubiyya interesaban tanto a Félix Hernández. Quizá, en aquel año 1930, trataba más bien de ayudar a su amigo Henri Terrasse quien estaba deseando levantar la planta del oratorio de esta gran mezquita. Dos años más tarde, esta planta no debía haberse levantado, pues el historiador del arte francés no la publicó en su obra de síntesis L’art hispano-mauresque des origines au XIIIe siècle.

- Anverso folio 10. Documento n.º FH_8_04_001_010d (Fig. 37). Planta de dos pilares y amplios comentarios sobre los arcos de la sala de oración de la Kutubiyya.

  • El lóbulo superior de los arcos an- // grelados son siempre en el interior // de la mezquita de […] conopiales. En algunos ha desaparecido el ápice su- // perior por restauraciones posteriores; en // algunas, esta desaparición corresponde // a la restauración (de) 1930.
  • Los arcos de estalactitas llevan tam- // bién en el lóbulo central superior […] cene // fas […] que conservan sólo algunos de // ellos.
  • Entre el doble festón de los // arcos de lambrequines en los tres // de la cúpula del mihrab, hay deco- // rado de estalactitas.
  • El arco del mihrab es // de dos centros. Muy próximos.
  • Apeando el festoneado de lambrequines // del frente O del arco E de la // cúpula del mihrab columna de // serpentina compañera // de calle 2 de Embajadores de Sevilla.86Salón de Embajadores del Alcázar de Sevilla, utilizado como sala del trono del rey don Pedro I, donde recibía en audiencia a las personalidades importantes.
  • En la arcada N patio contrafuertes // en centros de pilares de 0,44 de saliente x 0,77 de ancho.
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Figura 37 Kutubiyya, Marrakech. Plantas de 2 tipos de pilares (FH_8_04_001_010d). © MAP, Córdoba.

El dibujo superior representa la planta de unos de los pilares de los arcos por los que la sala de oración se abre al patio. El dibujo situado por debajo corresponde a la planta del pilar situado en la intersección de la arquería más oriental con la que prolonga hacia el este la fachada norte del patio.

- Anverso folio 11. Documento n.º FH_8_04_001_011d (Fig. 38). Aljibe de la primera Kutubiyya. No se menciona el lugar, pero es reconocible por su posición en el cuaderno (entre pilares de la sala de oración y arcos del alminar de la mezquita), así como por sus características constructivas.

  • En sentido transversal sólo dos naves […] diez // el que los muros conservados sólo […] un muro // divisorio de los dos conservados pero no en los otros // dos así como en los sectores en que falta la bóveda // se ve el relleno de tierra antiguo que […] sus naves // sin que aparezca la bóveda de otro cañón […] curva obligada // por que el poco espesor del // macizo entre ambos cañones // hubiese determinado un // desprendimiento.
  • Ladrillos de los arcos, aljibe // 0,268 x 0,133 x 0,04 // Juntas de 0,030–0,025
  • – El reparto en ejes menores […] // […] puede admitirse el mismo en // todos // Como mínimo 4 compartimientos // altura actual 2,10 metros.
  • Detalle // clave de uno // de los tramos del // cañón
  • El reparto […] con relación // eje mihrab pide 5 tramos
  • A. // B. // C. // En la segunda // dispositivo // de ojos y ß // D. // En la tercera // solo los ß pero // sin ojos
  • 4 pequeños y 4 grandes.
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Figura 38 Kutubiyya, Marrakech. Planta y sección del aljibe (FH_8_04_001_011d). © MAP, Córdoba.

Félix Hernández vio este aljibe cuando estaba todavía en gran parte colmatado. Casi veinte años después fue excavado por Charles Allain y Jacques Meunié en el marco de una investigación dirigida por Henri Terrasse, cuyo objetivo era la identificación tanto del primer estado de la mezquita Kutubiyya (sala de oración y saḥn) como de las construcciones anteriores (en particular el Qaṣr al-Haŷar, fortaleza y palacio, residencia del emir almorávide).87Meunié et al. (1952, 52-55, descripción; 51, fig. 11, estructura de un tramo; fig. 15, plano de las excavaciones, desplegable; láms. 43-45, fotografías).

El aljibe está constituido por dos naves alargadas paralelas que comunican entre sí por dos tipos de vanos, alternados: arcos de medio punto abiertos hasta al nivel del suelo y pequeñas aperturas aparentemente trilobuladas abiertas a media altura. La fábrica es de hormigón con mampuestos y hay un paramento interior en ladrillos. Las bóvedas están también construidas con ladrillos.

Las dos naves, divididas en cuatro tramos por arcos fajones, están cubiertas por bóvedas de cañón que Félix Hernández dibuja claramente ojivales, pero que las fotografías de los excavadores muestran como de medio punto. Su altura bajo clave es de unos 3 m.88Solo 2,10 m en la pequeña parte accesible cuando estuvo Félix Hernández. Estos mismos investigadores señalan que, al no existir brocales en estas bóvedas, el acceso al agua se hacía por una escalera que don Félix no pudo observar por la colmatación del conjunto.

Jacques Meunié y Charles Allain opinaban, a partir de ciertos argumentos que no podemos desarrollar aquí, que este aljibe era anterior a la construcción de la mezquita y vinculado al palacio almorávide. Sin embargo, otros aspectos, tales como la concordancia de las orientaciones del aljibe y del saḥn de la primera Kutubiyya o el hecho de que esta cisterna se encuentra fuera de lo que se identificó como los vestigios del palacio almorávide, militan a favor de una datación almohade.89La comparación con las cisternas almohades de Sīdī Bū ‘Uṯmān, en el camino de Marrakech a Fez (Allain 1951) o con las almorávides y almohades de los demás tramos de la vía estatal entre Marrakech y Rabat-Salé (Allain 2022) no es decisiva en cuanto a la cronología.

4.2.8. Una mezquita por encima de las demás: la Kutubiyya de Marrakech
 

Deducimos de los apuntes tomados por Félix Hernández en edificios religiosos que este estuvo particularmente atento a los aparejos constructivos (tipos y metrología) y las formas arquitectónicas (arcos y vanos), como fue habitual en gran parte de su producción científica (Hernández Giménez 1961Hernández Giménez, F.1961: El codo en la historiografía árabe de la Mezquita mayor de Córdoba. Maestre, Madrid. y 1975Hernández Giménez, F.1975: El alminar de ‘Abd al-Raḥmān III en la Mezquita Mayor de Córdoba. Patronato de la Alhambra y Generalife, Granada.).

No obstante, entre estos apuntes, la mezquita de la Kutubiyya en Marrakech parece haberle llamado particularmente la atención: once de cuarenta páginas, o sea algo más de la cuarta parte del cuaderno. En esta colección de apuntes, destaca una serie de alzados de las pantallas de arcos, composiciones o pseudoportadas90El concepto de pseudoportada se trata ampliamente en Márquez, Gurriarán y Martínez (en prensa). que guarnecen los vanos que iluminan las galerías interiores del alminar. Estos elementos, de marcado carácter escenográfico, solo pueden observarse desde la distancia por estar emplazados a distintas alturas en las cuatro caras de la mole de la torre. Al resultar inaccesibles tales composiciones, sus alzados correspondientes carecen de medidas, por la evidente dificultad en tomarlas con los medios de la época; pero poseen dos características esenciales que permiten plantear cierto uso más allá del propio boceto.

En primer lugar, las formas generales de los elementos representados están restituidas ortogonalmente, como si de un alzado ideal91Conviene no perder de vista que un diseño arquitectónico ideal se trazaría según criterios de estricta ortogonalidad. Otra cosa muy distinta es la representación de una obra arquitectónica ya construida, con sus deformaciones, producidas por una ejecución deficiente o alteraciones del terreno; sobre todo si se trata de obra antigua. en sistema diédrico se tratara. Para ello, Félix Hernández se ha auxiliado por la propia retícula impresa en las hojas del cuaderno. Esto entraña un esfuerzo de interpretación de la imagen deformada que se puede obtener desde la superficie circundante, tanto si es mediante observación directa como por fotografía; dificultad agravada según se intentan representar las composiciones más elevadas. En cualquier caso, la ausencia de medidas, en anchura y altura, imposibilita la consecución de un alzado definitivo con una precisión dimensional aceptable. No obstante, ello no fue un impedimento para incluir un somero análisis geométrico en algunos de los croquis, tratando de dilucidar los trazados rectores de las composiciones (FH_8_04_001_014d; FH_8_04_001_015d) [Figs. 33 y 34]. En segundo lugar, el autor del cuaderno trató de documentar algunos vestigios “epidérmicos” originales que, por aquel entonces, aún no habían sido barridos ni parcialmente cubiertos por posteriores intervenciones restauradoras. Ese tipo de actuaciones ya se habían empezado a perpetrar en aquellos años, según denunció Henri Terrasse, como ya lo hemos mencionado.

¿Cuál fue el motivo que impulsó a don Félix a interesarse tan especialmente por estas composiciones de la famosa torre de Marrakech? Quizás, la respuesta resida en una de sus escasas obras publicadas. Nos estamos refiriendo al extenso estudio sobre el alminar de la mezquita mayor de Córdoba. El texto de la solapa precisa que el libro es una “obra de madurez, gestada a lo largo de muchos lustros”.92Según Fernández Puertas (1974-1975, 2-3), “El primitivo texto se ultimó en 1931 y se envió a don Manuel Gómez-Moreno para que lo examinase, quien, tras haberlo leído atentamente, se lo devolvió al autor acompañado de una larga carta autógrafa en la que le planteaba la posibilidad de desglosar el estudio en dos, uno el del codo y el otro el del alminar propiamente dicho, para lo cual no tenía que modificar la redacción original, sino sencillamente separar los apartados referentes a cada uno de los dos temas”. Es la solución que eligió don Félix, años más tarde (Hernández Giménez 1961 y 1975). En efecto, este trabajo no solo se centra en el propio edificio cordobés, sino que aborda múltiples precedentes y, sobre todo, secuelas y ramificaciones que incluyen la arquitectura cristiana y la islámica posterior entre ellas las almohades (Hernández Giménez 1975Hernández Giménez, F.1975: El alminar de ‘Abd al-Raḥmān III en la Mezquita Mayor de Córdoba. Patronato de la Alhambra y Generalife, Granada., 220-224 y láms. LIX-LXI, resalta sobre todo las diferencias respecto al “modelo” cordobés).

5. Diversos

 

5.1. Tetuán. Pilas de mármol

 

Anverso del folio 38. Documento n.º FH_8_04_001_038d (Fig. 39). En la parte superior de la página, las menciones “Pila visigótica de Tetuán” y “0,48 × 2,17” están dispuestas encima del croquis de la cara trapezoidal de una supuesta pila, decorada con dos registros superpuestos, el superior de círculos no tangentes y el inferior de rectángulos. No está indicado que estos círculos y rectángulos encerraban algunos motivos ornamentales.

  • À la derecha: “Doble […] semicírculo de tipo bizantino”.
  • Por debajo: “Empleada como taza en la fuente de la puerta de la Reina”.
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Figura 39 Tetuán. Pilas de mármol (FH_8_04_001_038d). © MAP, Córdoba.

En la parte mediana de la página, se da las medidas de lo que parece ser otra pila, más pequeña:

  • alto = 0,34 ancho = 0,44 largo = 1,31; siguen las menciones “Fuente Seca Tetuán” y “El Kamal Sidi Naji”.

En los años 50 del siglo pasado, Fernando Valderrama Martínez se interesó por el culto de las fuentes en Tetuán y su alrededor, así como por las inscripciones árabes de la ciudad, y entre ellas las de varias fuentes públicas (Valderrama (1954Valderrama, F.1954: “Culto a las fuentes de Tetuán”, en I Congreso arqueológico del Marruecos español (Tetuán, 22-26 junio, 1953), pp. 491-500, Tetuán., 1975Valderrama, F.1975: Inscripciones árabes de Tetuán, Cuadernos del “Seminario de Arte y Arqueología” 2. Instituto Hispano-árabe de Cultura, Madrid., este como recopilación de artículos antiguos). Estudió la epigrafía de la conocida como “de la Puerta de la Reina”, de su verdadero nombre Bāb al-‘Uqla,93El verdadero nombre de esta puerta es Bāb al-‘Uqla. El de “Puerta de la Reina” es una introducción española (Valderrama 1975, 11). Existe otra fuente asociada a una puerta urbana, la de Bāb Sa‘īda (Valderrama 1975, 15). ilustrando su artículo con una vista general (Valderrama 1975Valderrama, F.1975: Inscripciones árabes de Tetuán, Cuadernos del “Seminario de Arte y Arqueología” 2. Instituto Hispano-árabe de Cultura, Madrid., fig. 2). Este cliché es demasiado borroso para que se pueda precisar las características de la pila. No obstante, la calidad un poco mejor de una fotografía publicada por Cola Alberich (1949Cola Alberich, J.1949: Tatuajes y amuletos marroquíes. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Estudios Africanos, Madrid., lámina entre pp. 32 y 33, foto 10: “Bab Oakla”), unos años antes, permite asegurar que se trata efectivamente de esta fuente, aunque el motivo esculpido no se distingue con precisión. Desgraciadamente, los autores que han estudiado esta puerta más recientemente no se refieren a la fuente asociada (Vergara Muñoz y Martínez Monedero 2018Vergara Muñoz, J. y Martínez Monedero, M.2018: “Bab Oqla de Tetuán (Marruecos) a partir de unos planos de 1888”, en A.Marotta y R.Spallone (eds.), Defensive Architecture of the Mediterranean, VIII, pp. 917-922. Politecnico di Torino, Turín.; Martínez Monedero y Vergara Muñoz 2022Martínez Monedero, M. y Vergara Muñoz, J.2022: “Estudio constructivo y formal de las puertas monumentales de la Medina de Tetuán”, Arqueología de la Arquitectura, 19, e132. 10.3989/arq.arqt.2022.009).

En cuanto a la “Fuente Seca”, por ahora no hemos logrado localizar el topónimo. Tampoco hemos conseguido identificar al personaje llamado El Kamal Sidi Naji.

5.2. Variados, indeterminados

 

- Reverso del folio 38. Documento n.º FH_8_04_001_039d (Fig. 40). Tres croquis superpuestos, muy torpes, probablemente del mismo edificio: ¿dos torres de un lado y otro de un patio bordeado por un pórtico? En este caso, el mediano podría representar su planta y el inferior una sección del mismo.

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Figura 40 Varios, indeterminados (FH_8_04_001_039d). © MAP, Córdoba.

Por haber sido dibujados estos croquis al final del cuaderno, no nos permiten proponer, siquiera a título de hipótesis, una identificación del edificio en cuestión.

- Reverso del folio 39. Documento n.º FH_8_04_001_040d (Fig. 41). Dos croquis superpuestos. El de abajo es la planta de un miḥrāb pentagonal sin ninguna precisión manuscrita. El de arriba, dispuesto a la italiana y de trazado bastante descuidado, podría representar la fachada exterior de un edificio de tres naves con techos a dos aguas, o, más sencillamente, tres de las puertas de una mezquita (en una disposición semejante a las de la Kutubiyya o de la de la Qaṣba en Marrakech; Ewert 2006Ewert, Ch.2006: “Moscheetore – Triumphbögen des Islam”, en Th. G.Schattner, F.Valdés Fernández (eds.), Stadttore. Puertas de la ciudad / Bautype und Kunstform. Tipos arquitectónicos y formas artísticas, pp. 431-457. Iberia Archaeologica 8. Deutsches Archäologische Institut-Diputación de Toledo-Real Fundación de Toledo, Philipp von Zabern, Maguncia.; Almela Legorburu 2020Almela Legorburu, I.2020: “La mezquita de al-Manṣūr en la Qaṣba de Marrakech. Aproximación a su configuración almohade”, Arqueología de la arquitectura, 17, e096. 10.3989/arq.arqt.2020.005).

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Figura 41 Varios, indeterminados (FH_8_04_001_040d). © MAP, Córdoba.

Al croquis de arriba se han añadido varias indicaciones manuscritas, la mayoría relativas a las aperturas de diafragma adoptadas para fotografías de monumentos de Rabat y Marrakech.

De arriba abajo:

  • muralla moderna
  • Bab el Had. Contraste 8 […] // id. 8 […] // 1-2 7 […] //1-1/2 7 […]
  • Puerta Marrakech con concha 6 ½ {1-6 //1-15
  • Rabat. Detalle N torre Hasan 7- […] // 7 (1-3) // y id. alto N 7 (1-3: // y id. E 5{[…] // 7
  • […]

5.3. Mención manuscrita

 

Por último, en el ángulo superior derecho de la página, está apuntado: “Mammeri”, con letra distinta de la de Félix Hernández. Este es un apellido relativamente frecuente en Argelia, pero en este caso concreto es muy probable que se trate de Azouaou Lucien Mammeri (1890-1954), pintor argelino quien, después de un rico y complejo recorrido vital, fue profesor de dibujo en Fez (1927), inspector regional de las Artes Indígenas en Rabat (1928) e inspector de las Artes Marroquíes en Marrakech (1929 hasta su jubilación en 1948), donde Félix Hernández pudo conocerle. También había disfrutado de una beca del Gobierno General de Argelia para una estancia larga en España (Córdoba, Granada, Sevilla y Toledo), de 1922 a 1924.94Para más información sobre este interesante artista, ver la contribución de Michèle Sellès (2008) en el diccionario de pintores orientalistas de lengua francesa de François Pouillon.

6. A MODO DE CONCLUSIÓN

 

Ante todo, debemos recordar que estos apuntes no estaban previstos para publicarse sino como datos potencialmente utilizables, todo o en parte, en investigaciones posteriores del propio Félix Hernández y otros colegas como Henri Terrasse. No obstante, nos pareció útil sacar este documento “bruto” del olvido por dos razones principales. La primera es que constituye un testimonio único de la forma de trabajar de un arquitecto y arqueólogo excepcional por la calidad tanto de sus estudios científicos como de su obra de restaurador sobre edificios andalusíes. La segunda es que ofrece una imagen del estado de la investigación del momento, con novedades respecto a lo que había sido publicado anteriormente (por ejemplo, las plantas de puertas de aparato).

Podemos distinguir tres tipos de dibujos en su cuaderno de apuntes:

- los simples “garabatos”, sin medidas ni comentarios añadidos, trazados como “muletas” en el curso de una conversación con otra persona o incluso durante una reflexión personal (por ejemplo, la planta de la torre Ḥasan, como un simple cuadrado).

- los dibujos aproximativos, con o sin medidas. Sirven de apuntes para memorizar fórmulas arquitectónicas que le han llamado la atención (así la planta del recinto alauita de la Qaṣba de los Udāya) o todo tipo de datos utilizables posteriormente para eventuales comparaciones con monumentos de la península (por ejemplo, los motivos de sebka de dos alminares de Fez).

- los dibujos muy detallados con muchas medidas que permitan dibujar ulteriormente una planta exacta del edificio (ante todo varias puertas urbanas de aparato de Rabat y Fez) o sin medidas, pero reflejando lo más fielmente posible los detalles del aparejo o de la ornamentación (esencialmente el sistema de arcos de las fachadas del alminar de la Kutubiyya). Sin embargo, en lo que se refiere a las puertas urbanas, la minuciosidad de las mediciones destinadas a dibujar las plantas contrasta con la extrema escasez de datos gráficos y métricos que, igualmente, deberían haber servido para realizar los alzados de las portadas monumentales correspondientes. A partir de los datos recogidos en su cuaderno, y en caso de haber tenido la intención de emplear este material, Félix Hernández solo habría podido dibujar las plantas, pero no los alzados. Bien es cierto que, con los medios de entonces, tomar medidas de alturas hubiera necesitado más esfuerzo y, sobre todo, más tiempo.

En cuanto a las indicaciones manuscritas, son claramente de uso personal, tal y como lo atestiguan el recurso a numerosas (y a veces misteriosas) abreviaturas, por no hablar de una caligrafía que desafía todo intento de desciframiento, así como una sintaxis bastante descuidada. En su mayoría aportan precisiones puntuales sobre el aparejo constructivo, las dimensiones y proporciones, el tipo de material empleado, etc. Pueden ser también palabras aisladas, utilizadas como recordatorios. La transcripción de los nombres árabes no es nada rigurosa mezclando fonética española y francesa y, cuando en algunos casos se intenta corregir tachando un término para sustituirlo por otro supuestamente más exacto, la solución propuesta no es necesariamente mejor.

Muy instructiva para el lector de hoy es la selección de los monumentos visitados y, dentro de cada uno de estos edificios, la de los elementos dibujados, supuestamente los que más llamaron la atención de Félix Hernández: ¿Por qué se interesaba en este edificio específico y por qué recogía allí estos datos concretos? Constatamos que arquitectura religiosa y defensiva están tratadas en casi igual proporción, lo que nos remite a dos de las temáticas estudiadas por el autor en la península (sus investigaciones con Henri Terrasse sobre las grandes fortalezas y su labor sobre el alminar de la gran mezquita aljama de Córdoba). Aquí, no obstante, la mayoría de los casos son de época almohade, tanto en una como en la otra. Los mariníes son minoritarios mientras que no hay ninguno almorávide ni saadí a pesar de que el autor había permanecido en Marrakech (¿no vio la qubba al-Bārūdiyyin, no accedió a las tumbas de los sultanes saadíes?). Bien es cierto que la elección de los monumentos dependió probablemente no solo de los intereses científicos del propio Félix Hernández, sino también de los de su anfitrión Henri Terrasse, quien le debió acompañar en todo momento y esperaba quizá obtener la opinión del especialista español sobre uno u otro tema de arquitectura magrebí. Puede ser también que no hubiera dispuesto del tiempo suficiente: no tenemos idea de la duración de su estancia en Marruecos. Si, desde Marrakech, no fue a visitar ni la mezquita almohade de Tinmal ni la fortaleza almorávide del Tasgīmūt es probablemente porque, en ausencia de carreteras transitables en aquel momento temprano del protectorado, la excursión hubiera sido difícil y larga: la carretera del Tizi n’Test que enlaza Marrakech con Tarudant se construyó entre 1926 y 1930.

En algunos monumentos de mayor importancia no se apuntó más que un detalle menor: de la madrasa Bū ‘Ināniya de Fez, dos motivos de sebka del alminar; de la necrópolis dinástica de Šālla solo el dibujo de una almena. En cambio, 11 páginas del cuaderno están dedicadas a la Kutubiyya de Marrakech (todos los arcos de una fachada del alminar, una tipología de los pilares de la sala de oración y del patio, y un croquis del aljibe).

Ya vimos que algunos aspectos han llamado particularmente la atención del arquitecto. Unos remiten a temas más o menos relacionados con sus objetos de estudio en Andalucía: los alminares (Taza, Kutubiyya), como herederos del minarete desaparecido de la mezquita mayor de Córdoba; los aparejos y falsos aparejos (en particular el despiece de las dovelas); la fortificación urbana (plantas detalladas y alzados esquemáticos de puertas de aparato). Otros son más sorprendentes, como las plantas de los pilares (Kutubiyya y mezquita de Ḥasan) y de las jambas de algunas puertas (zāwiya al-Nussak, mezquita aljama de Fās Ŷdīd).

En vista a lo que se acaba de exponer, es inevitable preguntarse si este cuaderno fue el único soporte de los apuntes de Félix Hernández durante su viaje en Marruecos. En efecto, ciertas ausencias son particularmente llamativas y la toma sistemática de fotografías no puede ni explicar ni compensarlas.95Durante la preparación de este trabajo no tuvimos oportunidad de acceder a todo el archivo fotográfico de Félix Hernández solo a la parte relativa a los capiteles entre los que figuran por ejemplo algunos de la Kutubiyya de Marrakech y otros de la ciudad romana de Volubilis sitio arqueológico ausente no obstante del cuaderno aquí estudiado. Es también improbable que no haya escrito más observaciones o reflexiones sobre los monumentos visitados. Sus archivos, conservados en el Museo Arqueológico Provincial de Córdoba podrían depararnos todavía nuevas sorpresas.

Por último, es importante subrayar que, cuando Félix Hernández viajaba por Marruecos, la mayoría de los monumentos sobre los que tomó apuntes e hizo croquis eran inéditos siendo las únicas excepciones Chella/Šālla en Rabat y la Kutubiyya de Marrakech, aunque su planta no había sido levantada. En efecto, las puertas de aparato de Rabat solo se publicaron en 1949 por Jacques Caillé, las de Marrakech en 1957 por Charles Allain y Gaston Deverdun, y algunas de las de Fez mucho más tarde todavía (Almela Legorburu 2023Almela Legorburu, I.2023: “El conjunto de Bāb al-Sab‘: evolución de un acceso en la ciudad palatina de Fās al-Ǧadīd (Fez, Marruecos)”, Arqueología de la Arquitectura, 20, e137. 10.3989/arq.arqt.2023.004). Hubo que esperar a 1943 para que Henri Terrasse publicase la monografía de la mezquita de Taza y 1952 para que viese la luz una planta completa de la Kutubiyya, con sus pilares y su aljibe (Meunié et al. 1952Meunié, J., Terrasse, H. y [Deverdun, G.]1952: Recherches archéologiques à Marrakech, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines LIV. Arts et Métiers Graphiques, París.). La mezquita mayor de Fās Ŷdid la publicó Boris Maslow en 1937,96En 1930 Boris Maslow era inspector regional del Servicio de Bellas-Artes y Monumentos históricos en Fez donde había sido nombrado tres años antes (Déléry y Boussyguina 2017). No consta en el cuaderno de apuntes de Félix Hernández que los dos arquitectos se conociesen en aquella ocasión. y la zāwiya al-Nussak de Salé Jacques Meunié en 1957. La calidad de estas observaciones puede haber sido desigual, ¡pero todas eran en su momento rigurosas novedades!

AGRADECIMIENTOS

 

Agradecemos a los profesores Alberto León Muñoz y José Antonio Garriguet Mata (Universidad de Córdoba). Como directores del proyecto I+D+i del Ministerio español de Educación y Ciencia n.º HAR2015-66753-R, “Digitalización e investigación de documentos y archivos científico-técnicos sobre arqueología. La recuperación del legado documental de Félix Hernández Giménez (1889-1975)” (Didacta), nos han confiado la documentación procedente del archivo de Félix Hernández Giménez para su estudio e interpretación. Gracias también a D.ª María Dolores Baena Alcantara, por entonces directora del Museo Arqueológico Provincial de Córdoba, institución encargada de la conservación de dicho archivo. Nuestro agradecimiento a D. Julián Esteban Chapapría (Universidad Politécnica de Valencia) por habernos facilitado copia de una carta inédita de Félix Hernández a Leopoldo Torres Balbás, muy útil para reconstruir el itinerario de don Félix en Marruecos y conocer su sentimiento sobre lo que pudo visitar allí.

DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERESES

 

Los autores de este artículo declaran no tener conflictos de intereses financieros, profesionales o personales que pudieran haber influido de manera inapropiada en este trabajo.

DECLARACIÓN DE CONTRIBUCIÓN DE AUTORÍA

 

Patrice Cressier: conceptualización, investigación, visualización, redacción ‒ borrador original, redacción ‒ revisión y edición.

Pedro Gurriarán Daza: conceptualización, investigación, visualización, redacción ‒ borrador original, redacción ‒ revisión y edición.

Samuel Márquez Bueno: conceptualización, investigación, visualización, redacción ‒ borrador original, redacción ‒ revisión y edición.

FUENTES ELECTRÓNICAS

 

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Abu Irmeis, I. 2001: “Una puerta de Madīna Garnāṭa: Bāb al-‘Unaydar (Monaita)”, Arqueología y Territorio medieval, 8, pp. 187-204. https://doi.org/10.17561/aytm.v8i0.1681

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Allain, Ch. 1951: “Les citernes et les margelles de Sidi-Bou-Othman”, Hespéris, XXXVIII (3-4), pp. 423-440.

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Allain, Ch. 2022: “La route impériale de Maroc à Sala au XIème et au XIIème siècles”, Hespéris-Tamuda, LVII (1), pp. 205-244.

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Allain, Ch. y Deverdun, G. 1957: “Les portes anciennes de Marrakech”, Hespéris, XLIV (1-2), pp. 85-126.

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Almela Legorburu, I. 2020: “La mezquita de al-Manṣūr en la Qaṣba de Marrakech. Aproximación a su configuración almohade”, Arqueología de la arquitectura, 17, e096. https://doi.org/10.3989/arq.arqt.2020.005

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Almela Legorburu, I. 2023: “El conjunto de Bāb al-Sab‘: evolución de un acceso en la ciudad palatina de Fās al-Ǧadīd (Fez, Marruecos)”, Arqueología de la Arquitectura, 20, e137. https://doi.org/10.3989/arq.arqt.2023.004

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12 

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75 

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76 

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77 

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78 

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79 

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80 

Terrasse, H. 1962: “Quelques remarques sur les édifices de Belyounech”, Al-Andalus, XXVII (2), pp. 218-219.

81 

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82 

Terrasse, H. 1968: La mosquée Qaraouiyin à Fès, París: Librairie Klincksieck.

83 

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84 

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85 

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86 

Thouvenot, R. 1971: “Note sur des chapiteaux de Volubilis”, Revue archéologique, s. n., pp. 299-308.

87 

Torres Balbás, L. 1938: “Paseos arqueológicos por la España musulmana: La alcazaba de Badajoz”, Revista de Estudios Extremeños, 12 (3), pp. 225-277.

88 

Torres Balbás, L. 1941: “La alcazaba almohade de Badajoz”, Al-Andalus, VI, pp. 168-203.

89 

Torres Balbás, L. 1957: “Las ruinas de Belyunes o Bullones”, Tamuda, V, pp. 275-296.

90 

Valderrama, F. 1954: “Culto a las fuentes de Tetuán”, en I Congreso arqueológico del Marruecos español (Tetuán, 22-26 junio, 1953), pp. 491-500, Tetuán.

91 

Valderrama, F. 1975: Inscripciones árabes de Tetuán, Cuadernos del “Seminario de Arte y Arqueología” 2. Instituto Hispano-árabe de Cultura, Madrid.

92 

Vergara Muñoz, J. y Martínez Monedero, M. 2018: “Bab Oqla de Tetuán (Marruecos) a partir de unos planos de 1888”, en A. Marotta y R. Spallone (eds.), Defensive Architecture of the Mediterranean, VIII, pp. 917-922. Politecnico di Torino, Turín.

93 

Vicent Zaragoza, A. M.a 1976: “Perfil biográfico y humano de Don Félix Hernández Giménez”, Cordvba, I, 3, pp. 163-198.

94 

Wilbaux, Q. 2001: La médina de Marrakech. Formation des espaces urbains d’une ancienne capitale du Maroc. L’Harmattan, París.

NOTAS

 
1 

Proyecto I+D+i financiado por el Ministerio español de Educación y Ciencia n.ºHAR2015-66753- R con título “Digitalización e investigación de documentos y archivos científico-técnicos sobre arqueología. La recuperación del legado documental de Félix Hernández Giménez (1889-1975)” (Didacta). Este proyecto (2016-2019) estaba dirigido por Alberto León y José Antonio Garriguet (U. de Córdoba) a quienes agradecemos aquí su apoyo en esta parte de la investigación..

2 

Para una mejor observación de cada apunte se acompaña este texto con el detalle de todos los dibujos estudiados del cuaderno prescindiendo de publicar la totalidad de cada hoja.

3 

Varios investigadores publicaron semblanzas de la vida de don Félix Hernández después de su fallecimiento: Fernández Puertas (1974-1975Fernández-Puertas, A.1974-1975: “Bosquejo sobre la labor científica de Don Félix Hernández Giménez”, Cuadernos de la Alhambra, 10-11, pp. 1-9. y 1975Fernández-Puertas, A.1975: “Necrología. Don Félix Hernández Giménez (1889-1975)”, Miscelánea de Estudios Árabes y Hebraicos [Sección Islam], 24, pp. 137-140.), Granja (1975Granja, F. de la. 1975: “Don Félix Hernández Giménez (1889-1975). In Memoriam”, Al-Andalus, XL, pp. 225, 231.), Vicent Zaragoza (1976Vicent Zaragoza, A. M.a1976: “Perfil biográfico y humano de Don Félix Hernández Giménez”, Cordvba, I, 3, pp. 163-198.) y Gómez de Terreros Guardiola (2020Gómez de Terreros Guardiola, Mª G.2020: Félix Hernández Giménez (1889–1975). Universidad de Granada, Granada.).

4 

Más información en Golvin (1972Golvin, L.1972: “Henri Terrasse (1895-1971) - Publications d’Henri Terrasse”, Revue de l’Occident musulman et de la Méditerranée, 12, pp. 7-21. 10.3406/remmm.1972.1159), Laoust (1981Laoust, H.1981: “Notice sur la vie et les travaux de Henri Terrasse membre de l’Académie par M. Henri Laoust membre de l’Académie”, Comptes rendus des séances de l’Académie des inscriptions et belles-lettres, 125 (1), pp. 132-150.), Naji (2011Naji, S.2011: “Archéologie coloniale au Maroc (1918-1956) : civiliser l’archaïque Henri Terrasse, des premières fouilles archéologiques à leur mise en patrimoine”, Les nouvelles de l’archéologie, 126, pp. 23-28. 10.4000/nda.1166) y López Guzmán (2018López Guzmán, R.2018: “Henri Terrasse y su contribución historiográfica”, en M.Marcos Cobaleda (dir.), Al-Murābiṭūn (los Almorávides): un imperio islámico occidental, pp. 19-33. Memoría 4. Junta de Andalucía, Granada.).

5 

El año siguiente fue nombrado director de la Casa de Velázquez en Madrid, puesto que ocupó hasta su jubilación.

6 

Es lo que escribió el propio Terrasse (1954Terrasse, H.1954: “Les forteresses de l’Espagne musulmane”, Boletin de la Real Academia de la Historia, CXXXIV, pp. 455-483., 455).

7 

En el marco del proyecto Didacta, uno de nosotros (Patrice Cressier) ha traducido y editado, conjuntamente con Sophie Gilotte, las cartas de Henri Terrasse a Félix Hernández, lo que los ha llevado a interesarse particularmente en este corpus nunca acabado: P. Cressier y S. Gilotte, “Castillos en el aire. La relación epistolar entre H. Terrasse y F. Hernández Giménez (1925-1953)”, en Congreso internacional. Arqueología de los archivos. El legado documental de Félix Hernández (1889-1975) y su aporte a la arqueología y a la restauración arquitectónica en España, Córdoba, 9-10 de octubre de 2019, inédito.

8 

En contra de la afirmación de Cheddad (2022Cheddad, A. M.2022: “Les relations franco-espagnole au Maroc durant le Protectorat”, Hespéris-Tamuda, LVII (2), pp. 23-38., 30), no figura ni en la lista de inscritos ni en la de los representantes de instituciones. El del Institut des hautes Études Marocaines es Raymond Thouvenot: I Congreso de Arqueología del Marruecos español (1954I Congreso Arqueológico de Marruecos español (Tetuán 23-26 de juinio 1953). 1954: Servicio de Arqueología, Tetuán., 9-14 y 23-24).

9 

Salvo dos de ellas, todas las cartas de Henri Terrasse a Félix Hernández están redactadas en francés; la traducción de los extractos dados en este artículo es nuestra.

10 

Tomás García Figueras (1892-1981) desempeñó diversas funciones en la alta administración del protectorado español en Marruecos. Como militar había participado de 1921 a 1926 en las campañas de “pacificación” del Rif y ocupó varios puestos de interventores. Más tarde fue nombrado Jefe de la Oficina Mixta Internacional. Retirado en su ciudad natal, Jerez de la Frontera, de 1929 a 1936. Aquel año fue llamado de vuelta por Franco a quien profesaba gran devoción. Particularmente activo en el ámbito cultural, fue académico de la Real Academia de la Historia.

11 

Se trata aquí de la ciudad yerma de Qaṣr al-Ṣaġīr o Qaṣr al-Masmūda fundada por el sultán mariní Abū Ya‘qūb al-Nāṣir en la orilla sur del estrecho de Gibraltar. Fue cabeza de puente del ŷihād hacia al-Andalus. Ver, por ejemplo: Redman (1986Redman, Ch. L.1986: Qsar es-Seghir. An Archaeological View of Medieval Life, Orlando: Academic Press.), El Boudjay (2012El Boudjay, A. (coord.) 2012: Ksar Seghir. 2500 ans d’échanges intercivilisationnels en Méditerranée. Institut des études Hispano-Lusophones, Rabat.) y Teixeira (2016Teixeira, A. (coord.) 2016: Entre les deux rives du Détroit de Gibraltar: Archéologie de frontières aux 14-16e siècles / En las dos orillas del Estrecho de Gibraltar: Arqueología de fronteras en los siglos XIV-XVI. Centro de História d’Aquém e d’Além-Mar (CHAM) (Faculdade de Ciências Sociais e Humanas da Universidade Nova de Lisboa e Universidade dos Açores), Lisboa.).

12 

Balyūniš, qariya del alfoz de Ceuta, agrupó muy pronto numerosas muniya-s de las élites de la ciudad vecina; alcanzó su máximo desarrollo bajo los mariníes. Se abandonó como consecuencia de la conquista de Ceuta por los portugueses, en 1415. Torres Balbás (1957Torres Balbás, L.1957: “Las ruinas de Belyunes o Bullones”, Tamuda, V, pp. 275-296.) publicó unas breves notas sobre este espectacular conjunto. También lo hizo Terrasse (1962Terrasse, H.1962: “Quelques remarques sur les édifices de Belyounech”, Al-Andalus, XXVII (2), pp. 218-219.) poco después. Pavón Maldonado (1970Pavón Maldonado, B.1970: “Arte hispanomusulmán en Ceuta y Tetuán”, Cuadernos de la Alhambra, 6, pp. 69-107.) estudió algunos de sus monumentos. Hubo que esperar hasta 1972 para que grandes superficies del yacimiento fuesen excavadas en el marco de un programa de cooperación entre Marruecos y Francia, dirigido por Joudia Hassar-Benslimane y Michel Terrasse (Terrasse 1977Terrasse, M.1977: “Recherches archéologiques d’époque islamique en Afrique du Nord”, Académie des Inscriptions et Belles-Lettres. Comptes Rendus des Séances de l’Année 1976. Novembre-Décembre, pp. 590-611.).

13 

Emilio García Gómez (1905-1995), arabista y diplomático. Fue académico de la Real Academia de la historia; fundador de la revista Al-Andalus.

14 

El complejo monumental que Henri Terrasse nombra Ṭanŷa Baliya es una fortificación de mampostería, cuadrangular y con una única y doble puerta de acceso por el lado del mar, cuyos vestigios se conservan todavía muy parcialmente en el centro de la bahía de Tánger; la hipótesis más verosímil es que se trate de un arsenal (dār al-sin‘a) mariní. No se debe confundir con el asentamiento señalado por múltiples mapas y grabados, desde el siglo XVII (así el de Pedro Texeira) hasta principios del XX, como “Old Tangiers” o “Vieux Tanger” (ver por ejemplo https://www.oldmapsonline.org/en/Tangier [última consulta el 15 de septiembre de 2023]), cuyos vestigios no parecen haber sido conservados y cuya naturaleza nos es desconocida. Ver Gozalbes Cravioto (2010-2011Gozalbes Cravioto, C.2010-2011: “Tánger el Viejo-Tandja el Balia y las Atarazanas. El enigma de unas fortificaciones norteafricanas”, Cuadernos del Archivo Central de Ceuta, 19, pp. 47-65.) y El Boudjay (2016El Boudjay, A.2016: “Dar Sinaa de Tanger”, en A.Teixera (coord.), Entre les deux rives du Détroit de Gibraltar : Archéologie de frontières aux 14-16e siècles / En las dos orillas del Estrecho de Gibraltar: Arqueología de fronteras en los siglos XIV-XVI, pp. 323-334. Centro de História d’Aquém e d’Além-Mar - Faculdade de Ciências Sociais e Humanas – Universidade Nova de Lisboa e Universidade dos Açores, CHAM, Lisboa.). Que sepamos, no se han encontrado los documentos a los que alude Henri Terrasse en los archivos de Félix Hernández.

15 

Este documento inédito nos ha sido facilitado por D. Julián Esteban Chapapría (Universidad Politécnica de Valencia), buen conocedor de la producción epistolar de Leopoldo Torres Balbás (Esteban Chapapría 2012Esteban Chapapría, J.2012: Leopoldo Torres Balbás. Un largo viaje con la Alhambra en el corazón. Pentagraf editorial, Valencia.), y a quien agradecemos aquí su amable ayuda.

16 

Extracto de la carta de Félix Hernández a Leopoldo Torres Balbás, mencionada en la nota 15. Hemos respetado el estilo y la ortografía.

17 

Estos capiteles fueron estudiados por Terrasse (1963Terrasse, H.1963: “Chapiteaux omeyyades d’Espagne à la mosquée d’al-Qarawiyyîn de Fès”, Al-Andalus, XXVIII, pp. 211-216. y 1968Terrasse, H.1968: La mosquée Qaraouiyin à Fès, París: Librairie Klincksieck.), así como por Cressier y Cantero Sosa (1994Cressier, P. y Cantero Sosa, M.1994: “Diffusion et remploi des chapiteaux omeyyades après la chute du califat de Cordoue. Politique architecturale et architecture politique”, en VIe Colloque international. L’Afrique du Nord antique et médiévale. Productions et exportations africaines. Actualités archéologiques, pp. 159-187. CTHS, París.)

18 

Terrasse (1943Terrasse, H.1943: La Grande Mosquée deTaza, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines XXXIX, París: Les Éditions d’Art et d’Histoire., 56-64) publicó una monografía de la mezquita aljama de Taza, que incluye el estudio de las lámparas de bronce.

19 

Se han conservado 4 fotografías de estos capiteles de Volubilis en el archivo de Félix Hernández: FH_NE1_496, FH_NE1_536, FH_NE1_551, FH_NE1_577. En octubre 1932, James O’Farrell, entonces conservador de Volubilis escribe a Félix Hernández para solicitar información sobre capiteles visigodos de la península (Archivo Félix Hernández: FH_70_04_008_1/2). En su publicación, bastante posterior, no hay referencia a una posible respuesta de don Félix (O’Farrell 1941O’Farell, J.1941: “Note sur les chapiteaux de Volubilis”, Publications du Service de l’Archéologie du Maroc, 6, pp. 99-111.). Sobre los capiteles de Volubilis y sus paralelos en Bética, ver además del artículo de James O’Farrell: Thouvenot (1938Thouvenot, R.1938: “Chapiteaux tardifs de Tingitane et d’Espagne”, Publications du Service de l’Archéologie du Maroc, 3, pp. 63-82. y 1971Thouvenot, R.1971: “Note sur des chapiteaux de Volubilis”, Revue archéologique, s. n., pp. 299-308.).

20 

Hoy puerta de la Monaita, Bāb al-‘Unaydar en época nazarí, acceso principal de la Qaṣaba Qadīma de Granada. Ver Abu Irmeis (2001Abu Irmeis, I.2001: “Una puerta de Madīna Garnāṭa: Bāb al-‘Unaydar (Monaita)”, Arqueología y Territorio medieval, 8, pp. 187-204. 10.17561/aytm.v8i0.1681).

21 

Ver Basset y Lévi-Provençal (1923Basset, H. y Lévi-Provençal, É.1923: Chella. Une nécropole mérinide, É. Larose, París.). Jules Borély y la princesa Khadija Riaz Bey habían excavado parte de la zona del santuario durante el invierno 1929-1930, muy poco antes, pues, de la visita de Félix Hernández (Borély 1932Borély, J.1932: “Chella et l’archéologie”, La vie marocaine illustrée [Numéro thématique Tourisme], pp. 11-15.).

22 

Manuel Aníbal Álvarez Amoroso (1850-1930), famoso arquitecto historicista español, autor no obstante de restauraciones controvertidas.

23 

La baja calidad de las restauraciones realizadas en monumentos importantes del Marruecos medieval, en particular la mezquita almohade de Tinmal y la Kutubiyya de Marrakech, fue el origen del conflicto entre Henri Terrasse y su superior en aquel momento Jules Borély, por entonces director del Servicio de Bellas Artes y Monumentos históricos de Marruecos. Ver Fadili-Toutain (2010Fadili-Toutain, R.2010: “Historique de la sauvegarde par la législation”, en R.Cattedra, P.Garret, C.Miller et al., Patrimoines en situation. Construction et usage en différents contextes urbains : exemples marocains, libanais, égyptien et suisse. Presse de l’IFPO, Beyrut-Rabat. http://books.openedition.org/ifpo/864., § 67), así como el libro del propio Borély (1934Borély, J.s. f. [1934]: Tinmel (Douze carnets de notes). « Aux Marges » du Grand Meaulnes, París., 173-193) sobre sus excavaciones en Tinmal.

24 

Aunque ningún dibujo corresponda a Volubilis en este cuaderno.

25 

Para facilitar el análisis, hemos añadido la letra “d” (derecha) al número del documento escaneado cuando este corresponde efectivamente al número de la página del cuaderno, y la letra “i” (izquierda) cuando se trata del reverso de la página anterior escaneado en el mismo documento.

26 

Estas lagunas de lectura se notan como “[…]”. Las palabras van en cursivas cuando la lectura es dudosa.

27 

En algunos casos, que señalaremos en su debido momento, surgen ciertas dudas sobre la identificación de los edificios.

28 

Posteriormente a la visita de Félix Hernández, las puertas de Rabat han sido estudiadas en particular por Caillé (1949Caillé, J.1949: La ville de Rabat jusqu’au protectorat français. Histoire et archéologie, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines XLIV. Les Éditions d’Art et d’Histoire, París (3 vols.).), trabajo retomado por Pavón Maldonado (1996Pavón Maldonado, B.1996: “Planimetría de ciudades y fortalezas árabes del norte de África. Murallas, torres y puertas. Estado de la cuestión”, Cuadernos del Archivo Municipal de Ceuta, 9, pp. 17-162., 52-62); las de Salé, mariníes, por Terrasse (1922Terrasse, H.1922: “Les portes de l’arsenal de Salé”, Hespéris, II (4), pp. 357-371.) y Pavón (1996Pavón Maldonado, B.1996: “Planimetría de ciudades y fortalezas árabes del norte de África. Murallas, torres y puertas. Estado de la cuestión”, Cuadernos del Archivo Municipal de Ceuta, 9, pp. 17-162., 64-65). Allain y Deverdun (1957Allain, Ch. y Deverdun, G.1957: “Les portes anciennes de Marrakech”, Hespéris, XLIV (1-2), pp. 85-126.) han publicado un artículo sobre las de Marrakech, estudio utilizado por Wilbaux (2001Wilbaux, Q.2001: La médina de Marrakech. Formation des espaces urbains d’une ancienne capitale du Maroc. L’Harmattan, París., 192-203). Se han publicado recientemente los resultados de la excavación de Bāb Agnaw (Rguig et al. 2023Rguig, H., Fili, A., Marou, A. y El Kacimi, A.2023: “Recherches archéologiques à ʻBab Agnaouʼ de Marrakech (fin XIIème siècle) : Premiers résultats”, Hespéris-Tamuda LVIII (1), pp. 65-93.) y se han estudiado los estragos de la erosión por la contaminación de este edificio (Lazzarini et al. 2007Lazzarini, L., Borrelli, E., Bouabdelli, M. y Antonelli, F.2007: “Insight into the conservation problems of the stone building ‘Bab Agnaou’, a XII cent. Monumental gate in Marrakech (Morocco)”, Journal of Culture Heritage, 8 (3), pp. 315-322. 10.1016/j.culher.2007.02.002). No existe trabajo de conjunto sobre las de Fez, aunque Le Tourneau (1949Le Tourneau, R.1949: Fès, avant le protectorat. Étude économique et sociale d’une ville de l’Occident musulman. Société marocaine de librairie et d’édition, Casablanca. [reed., La Porte, Rabat, 1987].) les ha dedicado muchas páginas (con pocas referencias a su arquitectura). Las que han sido publicadas son mariníes, del recinto de Fās Ŷdīd, por Terrasse (1947Terrasse, H.1947: “Une porte mérinide de Fès-Jdid”, Annales de l’Institut d’Études orientales d’Alger, II, pp. 53-65.), Bressolette y Delarozière (1982-1983Bressolette, H. y Delarozière, J.1982-1983: “Fès Jadid de sa fondation en 1276 au milieu du XXe siècle”, Hespéris-Tamuda, XX-XXI, pp. 245-318.). Recientemente, Almela Legorburu (2023Almela Legorburu, I.2023: “El conjunto de Bāb al-Sab‘: evolución de un acceso en la ciudad palatina de Fās al-Ǧadīd (Fez, Marruecos)”, Arqueología de la Arquitectura, 20, e137. 10.3989/arq.arqt.2023.004) ha realizado un estudio pormenorizado de Bāb al-Sab‘. Cressier (2006aCressier, P.2006a: “Les portes monumentales urbaines almohades. Symboles et fonctions”, en P.Cressier, M.Fierro y L.Molina (eds.), Los Almohades. Problemas y perspectivas, t. I, pp. 149-187. CSIC, Madrid., 2006bCressier, P.2006b: “Observations sur les portes urbaines post-almohades du Maroc”, en Th. G.Schattner y F.Valdés Fernández (eds.), Stadttore. Puertas de la ciudad / Bautype und Kunstform. Tipos arquitectónicos y formas artísticas, pp. 459-488. Iberia Archaeologica 8. Deutsches Archäologische Institut - Diputación de Toledo - Real Fundación de Toledo, Philipp von Zabern, Maguncia.) ha abordado la cuestión de las puertas almohades y post-almohades de Marruecos de forma más global. Márquez Bueno, Gurriarán Daza y Martínez Núñez (en prensa) están ultimando un estudio detallado de las portadas de aparato almorávides y almohades. Por último, el sitio internet creado por Antonio Almagro sobre la arquitectura almohade (ATARAL), dedica varias de sus páginas a las puertas urbanas de aparato, así como a las grandes mezquitas de esta época: https://www.ataral.es/introduccion.php

29 

Esta puerta habría sido restaurada a principios del protectorado, aunque sin modificación de su estructura (Caillé 1949Caillé, J.1949: La ville de Rabat jusqu’au protectorat français. Histoire et archéologie, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines XLIV. Les Éditions d’Art et d’Histoire, París (3 vols.)., t. I, 382).

30 

Sobre esta puerta: Terrasse (1923, passim; 1932Terrasse, H.1932: L’art hispano-mauresque des origines au XIIIe siècle, París: Van Oest., 294, fig. 40b y lám. LIX), Caillé (1949Caillé, J.1949: La ville de Rabat jusqu’au protectorat français. Histoire et archéologie, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines XLIV. Les Éditions d’Art et d’Histoire, París (3 vols.)., t. I, 96-110; t. II, figs. 8-25; t. III, láms. IX-X), Pavón Maldonado (1996Pavón Maldonado, B.1996: “Planimetría de ciudades y fortalezas árabes del norte de África. Murallas, torres y puertas. Estado de la cuestión”, Cuadernos del Archivo Municipal de Ceuta, 9, pp. 17-162., fig. 29), Cressier (2006aCressier, P.2006a: “Les portes monumentales urbaines almohades. Symboles et fonctions”, en P.Cressier, M.Fierro y L.Molina (eds.), Los Almohades. Problemas y perspectivas, t. I, pp. 149-187. CSIC, Madrid., 158-159, fig. 4-6) y para su inscripción: Martínez Núñez (2006Martínez Núñez, M. A.2006: “Ideología y epigrafía almohades”, en P.Cressier, M.Fierro y L.Molina (eds.), Los Almohades. Problemas y perspectivas, t. I, pp. 5-52. CSIC, Madrid., passim). Ver también https://www.ataral.es/inventario.php?id=bab-al-kebir, donde se menciona como “Bab al-Kebir” [última consulta 20 de febrero de 2023].

31 

Sobre Bāb Āgnāw: Terrasse (1932Terrasse, H.1932: L’art hispano-mauresque des origines au XIIIe siècle, París: Van Oest., 294 y lám. LVI), Allain y Deverdun (1957Allain, Ch. y Deverdun, G.1957: “Les portes anciennes de Marrakech”, Hespéris, XLIV (1-2), pp. 85-126., 117-120 y lám. X), Cressier (2006aCressier, P.2006a: “Les portes monumentales urbaines almohades. Symboles et fonctions”, en P.Cressier, M.Fierro y L.Molina (eds.), Los Almohades. Problemas y perspectivas, t. I, pp. 149-187. CSIC, Madrid., 156, fig, 3-10) y Rguig et al. (2023Rguig, H., Fili, A., Marou, A. y El Kacimi, A.2023: “Recherches archéologiques à ʻBab Agnaouʼ de Marrakech (fin XIIème siècle) : Premiers résultats”, Hespéris-Tamuda LVIII (1), pp. 65-93.).

32 

Marçais (1927Marçais, G.1927: Manuel d’Art musulman. L’architecture. Tunisie, Algérie, Maroc, Espagne, Sicile. I. Du IXe au XIIe siècle. Éditions Auguste Picard, París., 354 fig. 192), recogida por Terrasse (1932Terrasse, H.1932: L’art hispano-mauresque des origines au XIIIe siècle, París: Van Oest., 294, fig. 40b).

33 

Sobre las puertas y los recintos alauitas de Rabat, ver Caillé (1949Caillé, J.1949: La ville de Rabat jusqu’au protectorat français. Histoire et archéologie, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines XLIV. Les Éditions d’Art et d’Histoire, París (3 vols.)., t. I, 438-456; t. II, figs. 126-134; t. III, láms. LIV-LVIII).

34 

Terrasse (1922Terrasse, H.1922: “Les portes de l’arsenal de Salé”, Hespéris, II (4), pp. 357-371.). Se trata de la primera publicación de este autor desde su llegada a Marruecos un año antes.

35 

Podemos suponer que fue por pertenecer Rabat y Salé a la misma conurbación, solo separadas por el río Bou Regreg. No obstante, a principios de los años treinta, la singularidad de las dos ciudades era todavía mucho más marcada que hoy en día.

36 

Este nombre está confirmado por Hassar-Benslimane (1992Hassar-Benslimane, J.1992: Le passé de la ville de Salé dans tous ses états. Histoire, archéologie, archives. Maisonneuve & Larose, París., 118-119). Terrasse (1922Terrasse, H.1922: “Les portes de l’arsenal de Salé”, Hespéris, II (4), pp. 357-371., 363-364) la llama solo “puerta oeste”. Se encuentran otras denominaciones que parecen meramente descriptivas (“Bab Dar Assinaâ”: simple designación como “puerta del arsenal”, en el cartel de señalización turística de la ciudad de Salé).

37 

Este comentario parcialmente descifrado parece aludir a las dimensiones de las mochetas almohades posteriormente embebidas en la reducción de vano, en época alauita.

38 

Caillé (1949Caillé, J.1949: La ville de Rabat jusqu’au protectorat français. Histoire et archéologie, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines XLIV. Les Éditions d’Art et d’Histoire, París (3 vols.)., t. I, 139-144; t. II, figs. 37-50; t. III, láms. XIX-XX), Pavón Maldonado (1996Pavón Maldonado, B.1996: “Planimetría de ciudades y fortalezas árabes del norte de África. Murallas, torres y puertas. Estado de la cuestión”, Cuadernos del Archivo Municipal de Ceuta, 9, pp. 17-162., fig. 25) y Cressier (2006aCressier, P.2006a: “Les portes monumentales urbaines almohades. Symboles et fonctions”, en P.Cressier, M.Fierro y L.Molina (eds.), Los Almohades. Problemas y perspectivas, t. I, pp. 149-187. CSIC, Madrid., passim y fig. 4-5). También en ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=bab-al-ruwah. Sobre su epigrafía: Martínez Núñez (2006Martínez Núñez, M. A.2006: “Ideología y epigrafía almohades”, en P.Cressier, M.Fierro y L.Molina (eds.), Los Almohades. Problemas y perspectivas, t. I, pp. 5-52. CSIC, Madrid., passim).

39 

También Cressier (2006aCressier, P.2006a: “Les portes monumentales urbaines almohades. Symboles et fonctions”, en P.Cressier, M.Fierro y L.Molina (eds.), Los Almohades. Problemas y perspectivas, t. I, pp. 149-187. CSIC, Madrid., fig. 4-4) y ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=bab-zaer. Curiosamente, aunque los manuales de arquitectura no suelen recoger fotografías suyas, esta puerta ha sido muy pronto tema de tarjetas postales: véase el artículo “Enceintes et fortifications de Rabat”: https://fr.wikipedia.org/wiki/Enceintes_et_fortifications_de_Rabat#/media/Fichier:Bab_Elhdid_1920.PNG [última consulta el 14/01/23].

40 

Aunque las tarjetas postales de principio del siglo XX llaman “Bab Hadid” –erróneamente– a la puerta de los Zaer.

41 

Caillé da 18,60 m de ancho para la fachada exterior y Hernández 5,60 + 7,25 + 5,75 = 18,60 m también.

42 

Hemos visto que se trata más bien de Bāb Mrisa en Salé: cf. supra, documento n.º FH_8_04_001_032d, fig. 3.

43 

Su nombre procede probablemente del mercado del domingo (al-Ḥad) que se celebraba frente a ella.

44 

Caillé (1949, t. I, 136-139; t. II, figs. 35-36; t. III, lám. XVIII) y Pavón Maldonado (1996Pavón Maldonado, B.1996: “Planimetría de ciudades y fortalezas árabes del norte de África. Murallas, torres y puertas. Estado de la cuestión”, Cuadernos del Archivo Municipal de Ceuta, 9, pp. 17-162., fig. 26). Una documentación más completa en ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=bab-al-had.

45 

Ancho máximo de la fachada exterior medido por Félix Hernández: 19,10 m. Profundidad máxima, de la fachada interior a la exterior: 20,83 m.

46 

Caillé (1949, t. I, 133-136; t. II, figs. 33-34; t. III, lám. XVII) y Pavón Maldonado (1996Pavón Maldonado, B.1996: “Planimetría de ciudades y fortalezas árabes del norte de África. Murallas, torres y puertas. Estado de la cuestión”, Cuadernos del Archivo Municipal de Ceuta, 9, pp. 17-162., fig. 27). Consúltese también ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=bal-al-alu.

47 

Allain y Deverdun (1957Allain, Ch. y Deverdun, G.1957: “Les portes anciennes de Marrakech”, Hespéris, XLIV (1-2), pp. 85-126., 107-112, fig. 12, lám. VIa-b; 110-114, fig. 13, láms. VII y VIII), Deverdun (t. I, 229-232, lám. XXVII) y Cressier (2006aCressier, P.2006a: “Les portes monumentales urbaines almohades. Symboles et fonctions”, en P.Cressier, M.Fierro y L.Molina (eds.), Los Almohades. Problemas y perspectivas, t. I, pp. 149-187. CSIC, Madrid., figs. 3-5 y 3-6). Más recientemente: ATARAL, https://www.ataral.es/inventario.php?id=bab-aknaw.

48 

Esta pequeña diferencia quizá se deba al hecho de que los autores franceses habían tenido la oportunidad de excavar la puerta, en 1951, antes de medirla. Allain y Deverdun (1957Allain, Ch. y Deverdun, G.1957: “Les portes anciennes de Marrakech”, Hespéris, XLIV (1-2), pp. 85-126., 109, fig. 12) apuntan todas las medidas en la planta misma, pero no lo hacen en la planta de Bāb al-Maḫzan que solo tiene escala métrica (Allain y Deverdun 1957Allain, Ch. y Deverdun, G.1957: “Les portes anciennes de Marrakech”, Hespéris, XLIV (1-2), pp. 85-126., 112, fig. 13).

49 

Cf. infra. El folio 19 (FH_8_04_001_019d), contiene tres dibujos hechos probablemente de memoria. El primero, un simple cuadrado, viene acompañado por la mención “Rabat - Torre de Hasan” y la medida 16,15, dimensión efectiva del lado de este alminar en su base. Los otros dos no tienen ninguna indicación manuscrita. Uno deber ser el perfil del alminar zanata de la mezquita al-Qarawiyyin de Fez, y el tercero es el garabato de una propuesta de reconstrucción del alminar de la mezquita Ḥasan de Rabat.

50 

La planta de esta puerta ha sido publicada por Pavón Maldonado (1996Pavón Maldonado, B.1996: “Planimetría de ciudades y fortalezas árabes del norte de África. Murallas, torres y puertas. Estado de la cuestión”, Cuadernos del Archivo Municipal de Ceuta, 9, pp. 17-162., fig. 19, “Bab Chorfa”).

51 

Le Tourneau (1949Le Tourneau, R.1949: Fès, avant le protectorat. Étude économique et sociale d’une ville de l’Occident musulman. Société marocaine de librairie et d’édition, Casablanca. [reed., La Porte, Rabat, 1987]., 107-108, 187-188 y 265) la considera antigua, pero “sin fecha precisa”.

52 

Ver por ejemplo Barrucand (1976Barrucand, M.1976: L’architecture de la Qasba de Moulay Ismaïl à Meknès, Études et Travaux d’Archéologie Marocaine VI. Service de l’Archéologie, Rabat., t. 2, fig. 11 lám. IV y fig. 15 lám. V) y Cressier (2006bCressier, P.2006b: “Observations sur les portes urbaines post-almohades du Maroc”, en Th. G.Schattner y F.Valdés Fernández (eds.), Stadttore. Puertas de la ciudad / Bautype und Kunstform. Tipos arquitectónicos y formas artísticas, pp. 459-488. Iberia Archaeologica 8. Deutsches Archäologische Institut - Diputación de Toledo - Real Fundación de Toledo, Philipp von Zabern, Maguncia., figs. 14a y 15).

53 

La planta de Bāb Sba‘ fue publicada por Bressolette y Delarozière (1982-1983Bressolette, H. y Delarozière, J.1982-1983: “Fès Jadid de sa fondation en 1276 au milieu du XXe siècle”, Hespéris-Tamuda, XX-XXI, pp. 245-318., 258), Pavón Maldonado (1996Pavón Maldonado, B.1996: “Planimetría de ciudades y fortalezas árabes del norte de África. Murallas, torres y puertas. Estado de la cuestión”, Cuadernos del Archivo Municipal de Ceuta, 9, pp. 17-162., fig. 19, aunque este autor la llame “Bab Dekaken”), y de nuevo por Cressier (2006bCressier, P.2006b: “Observations sur les portes urbaines post-almohades du Maroc”, en Th. G.Schattner y F.Valdés Fernández (eds.), Stadttore. Puertas de la ciudad / Bautype und Kunstform. Tipos arquitectónicos y formas artísticas, pp. 459-488. Iberia Archaeologica 8. Deutsches Archäologische Institut - Diputación de Toledo - Real Fundación de Toledo, Philipp von Zabern, Maguncia., 461, fig. 2) a partir de Bressolette y Delarozière (1982-1983Bressolette, H. y Delarozière, J.1982-1983: “Fès Jadid de sa fondation en 1276 au milieu du XXe siècle”, Hespéris-Tamuda, XX-XXI, pp. 245-318.).

54 

Ver también Lévi-Provençal (1936Lévi-Provençal, É.1936: “Notes de toponomastique hispano-magribine : les noms de portes, la « bāb aš- šarī‘a » et la « šarī‘a » dans les villes de l’Occident musulman au Moyen Âge”, Annales de l’Institut d’Études Orientales, II, pp. 210-234., 210). Otra tradición sitúa el origen de este nombre en un percance sufrido por Alonso Pérez de Guzmán (Guzmán el Bueno), huésped del sultán mariní… Es tanto menos creíble en cuanto que esta tradición fecha el acontecimiento hacia 1348, o sea bastante después del fallecimiento de este personaje.

55 

Debemos a nuestro colega Íñigo Almela Legorburu –cuya amable ayuda agradecemos aquí– su identificación como Bāb al-Sammārīn (puerta de los Herreros: Le Tourneau 1954, 67).

56 

La ornamentación de las puertas de aparato almohades no se limita a la escultura de la portada en sí, también incluye unas extensas redes de encintados que dibujan motivos geométricos en las torres de flanco. Esta fórmula, utilizada por ejemplo en la Bāb al-Ruwāḥ de Rabat, encuentra estrechos paralelos en la península (Márquez Bueno y Gurriarán Daza 2016Márquez Bueno, S. y Gurriarán Daza, P.2016: “La coracha almohade de la Torre de los Pozos de Cáceres”, Cuadernos de Arquitectura y Fortificación, 3, pp. 55-72., 59 y figs. 6-8).

57 

Por ejemplo, por Brossard (1901-1903Brossard, Ch.1901-1903: Les colonies françaises. Géographie pittoresque et monumentale de la France et de ses colonies, E. Flammarion, Paris., 197 “Salé, porte du cimetière”) o por Meakin (1905Meaking, B.1905: Life in Morocco and glimpses beyond, Chatto & Windus, Londres., 3, “Gate of the Seven Virgins”). Sobre las fotografías de Antonio Cavilla: https://antoniocavilla.blogspot.com/ [última consulta 24/04/2023].

58 

Ver también Terrasse y Caillé (1951Terrasse, H. y Caillé, J.1951: “Le plan de la mosquée de Hassan à Rabat”, Comptes rendus des Séances de l’Académie des Inscriptions et Belles-Lettres, 95 (1) pp. 5-29. 10.3406/crai.1951.9685). Para los datos más recientes sobre la mezquita de Ḥasan, incluida la representación en planta, ver ATARAL, https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-almohade-de-rabat.

59 

Sobre el alminar de la mezquita Qarawiyyin, ver Terrasse (1968, fig. 8 y lám. 2).

60 

Félix Hernández utiliza aquí unos términos franceses: se trata de unas incisiones en forma de espigas (chevrons) hechas con una paletilla (truelle).

61 

Terrasse (1943Terrasse, H.1943: La Grande Mosquée deTaza, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines XXXIX, París: Les Éditions d’Art et d’Histoire.) no da las medidas; este valor ha sido obtenido a partir de la escala de su figura 3.

62 

Sobre esta madrasa, ver, por ejemplo, Terrasse (s. f. [1927Terrasse, Ch.s. f. [1927]: Medersas du Maroc, París: Éditions Albert Morancé.], 24-28 y láms. 34-50; alminar: láms. 38 y 49 –la segunda corresponde al dibujo inferior izquierdo de F. Hernández–) y Marçais (1954Marçais, G.1954: L’architecture musulmane d’Occident. Tunisie, Algérie, Maroc, Espagne, Sicile. Arts et Métiers Graphiques, París., 291-293).

63 

El libro de Charles Terrasse (1927Terrasse, Ch.s. f. [1927]: Medersas du Maroc, París: Éditions Albert Morancé.) solo presenta unas cuantas fotografías.

64 

Se trata de una inscripción de fundación y constitución de habices: Maslow (1937Maslow, B.1937: Les mosquées de Fès et du Nord du Maroc, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines XXX. Les Éditions d’Art et d’Histoire, París., 38; traducción por É. Lévi-Provençal; 1937Maslow, B.1937: Les mosquées de Fès et du Nord du Maroc, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines XXX. Les Éditions d’Art et d’Histoire, París., 176-177 y lám. LVII-142).

65 

Darb al-Buwak está localizado cerca de las curtidurías de Sīdī Mūsā, las más antiguas de Fez, entre el mausoleo de Sīdī Aḥmad Tiǧānī y el de Mawlay Idrīs. Agradecemos aquí a nuestro colega Abdelaziz Touri por brindarnos esta información.

67 

Para agilizar la comparación hay que señalar que ATARAL ha simplificado la forma de designar la orientación de las caras del alminar respecto a la adoptada por Basset y Terrasse (1925Basset, H. y Terrasse, H.1925: “Sanctuaires et forteresses almohades. III. Le minaret de la Kotobîa”, Hespéris, V (3), pp. 311-376. y 1926Basset, H. y Terrasse, H.1926: “Sanctuaires et forteresses almohades. III. Le minaret de la Kotobîa (suite). IV. L’oratoire de la Kotobîa. V. La chaire de la Kotobîa. VI. La mosquée de la Qasba”, Hespéris, VI (2-3), pp. 107-270., que es la que utilizamos a continuación): norte, este, sur y oeste del Atlas son respectivamente los noroeste, noreste, sureste y suroeste de los autores franceses.

68 

Basset y Terrasse (1925Basset, H. y Terrasse, H.1925: “Sanctuaires et forteresses almohades. III. Le minaret de la Kotobîa”, Hespéris, V (3), pp. 311-376., lám. XVIII izq, y 361, fig. 57, para el detalle del tercer panel de arcatura a partir de la base). ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i01

69 

En la lám. XVIII izq. de la publicación de Henri Basset y Henri Terrasse, solo se ve la parte superior de esta arcatura. ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i06 y https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i05.

70 

Tampoco está indicada la localización. Ver Basset y Terrasse (1925, lám. XVIII izq.). Comparar con: ATARALhttps://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i05.

71 

Basset y Terrasse (1925Basset, H. y Terrasse, H.1925: “Sanctuaires et forteresses almohades. III. Le minaret de la Kotobîa”, Hespéris, V (3), pp. 311-376., lám. XVIII; 361, fig. 57). ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i0; https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i03.

72 

Ver nota 60Félix Hernández utiliza aquí unos términos franceses: se trata de unas incisiones en forma de espigas (chevrons) hechas con una paletilla (truelle)..

73 

Basset y Terrasse (1925Basset, H. y Terrasse, H.1925: “Sanctuaires et forteresses almohades. III. Le minaret de la Kotobîa”, Hespéris, V (3), pp. 311-376., lám. XVIII y 325, fig. 40); ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i08 y https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i11 (aunque esta imagen está indicada erróneamente como “alzado oeste del alminar).

74 

En Basset y Terrasse (1925Basset, H. y Terrasse, H.1925: “Sanctuaires et forteresses almohades. III. Le minaret de la Kotobîa”, Hespéris, V (3), pp. 311-376., lám. XIX), esta cara del alminar es incompleta: falta este panel inferior. ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i15 y https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i20.

75 

ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i15 así como Márquez Bueno, Gurriarán Daza y Martínez Núñez (2024).

76 

Ver Basset y Terrasse (1925, lám. XIX y fig. 45), y Terrasse (1932Terrasse, H.1932: L’art hispano-mauresque des origines au XIIIe siècle, París: Van Oest., 349, fig. 67). ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i12.

77 

Agradecemos esta información a nuestra colega María Dolores Villalba Sola.

78 

Basset y Terrasse (1925Basset, H. y Terrasse, H.1925: “Sanctuaires et forteresses almohades. III. Le minaret de la Kotobîa”, Hespéris, V (3), pp. 311-376., figs. 45, 46b, 46c y 46d). Es probable que, incluso trabajando con prismáticos, Félix Hernández no pudo observar estos motivos pintados por ser de tamaño demasiado pequeño.

79 

Comparar Basset y Terrasse (1925Basset, H. y Terrasse, H.1925: “Sanctuaires et forteresses almohades. III. Le minaret de la Kotobîa”, Hespéris, V (3), pp. 311-376., fig. 45) con ATARAL, https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i12.

81 

Ver Basset y Terrasse (1925, lám. XVIII). ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita-kutubiyya#&gid=2&pid=740_i08, y Márquez Bueno, Gurriarán Daza y Martínez Núñez (2024).

82 

Hemos dado un doble número a cada tipo de pilar, de 1 a 4 (desde la línea superior hasta la inferior) y, dentro de una misma línea, de 1 a 3 de izquierda a derecha.

83 

Henri Terrasse alude a estas excavaciones en una carta a Félix Hernández del 26 de mayo de 1949 (n.º FH_70_05_056_001/002/003 del epistolario conservado en el Archivo de Félix Hernández).

84 

Meunié et al. (1952Meunié, J., Terrasse, H. y [Deverdun, G.]1952: Recherches archéologiques à Marrakech, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines LIV. Arts et Métiers Graphiques, París., fig. 14, segunda Kutubiyya, y fig. 15, excavaciones de la primera Kutubiyya). Según su rotulación, el plano de la figura 14 ha sido dibujado por “J. M.” (probablemente Jacques Meunié) y “C. A.” (probablemente Charles Allain) en 1951. Sobre una planta actualizada de este oratorio, véase ATARAL: https://www.ataral.es/inventario.php?id=mezquita.kutubiyya#&gid=1&pid=740_01

85 

Al interesarse ante todo por los capiteles de la mezquita, Ewert fue más preciso en cuanto a la planta de los pilares dado que, por la temática de su investigación, le convenía localizar adecuadamente las columnitas entregadas que sostienen los citados capiteles.

86 

Salón de Embajadores del Alcázar de Sevilla, utilizado como sala del trono del rey don Pedro I, donde recibía en audiencia a las personalidades importantes.

87 

Meunié et al. (1952Meunié, J., Terrasse, H. y [Deverdun, G.]1952: Recherches archéologiques à Marrakech, Publications de l’Institut des Hautes Études Marocaines LIV. Arts et Métiers Graphiques, París., 52-55, descripción; 51, fig. 11, estructura de un tramo; fig. 15, plano de las excavaciones, desplegable; láms. 43-45, fotografías).

88 

Solo 2,10 m en la pequeña parte accesible cuando estuvo Félix Hernández.

89 

La comparación con las cisternas almohades de Sīdī Bū ‘Uṯmān, en el camino de Marrakech a Fez (Allain 1951Allain, Ch.1951: “Les citernes et les margelles de Sidi-Bou-Othman”, Hespéris, XXXVIII (3-4), pp. 423-440.) o con las almorávides y almohades de los demás tramos de la vía estatal entre Marrakech y Rabat-Salé (Allain 2022Allain, Ch.2022: “La route impériale de Maroc à Sala au XIème et au XIIème siècles”, Hespéris-Tamuda, LVII (1), pp. 205-244.) no es decisiva en cuanto a la cronología.

90 

El concepto de pseudoportada se trata ampliamente en Márquez, Gurriarán y Martínez (en prensaMárquez Bueno, S., Gurriarán Daza, P. y Martínez Núñez, Mª A.En prensa: Las portadas monumentales de la arquitectura andalusí y mudéjar. II. Dinastías africanas (ss. XI-XIII). Editorial Ergástula, Madrid.).

91 

Conviene no perder de vista que un diseño arquitectónico ideal se trazaría según criterios de estricta ortogonalidad. Otra cosa muy distinta es la representación de una obra arquitectónica ya construida, con sus deformaciones, producidas por una ejecución deficiente o alteraciones del terreno; sobre todo si se trata de obra antigua.

92 

Según Fernández Puertas (1974-1975Fernández-Puertas, A.1974-1975: “Bosquejo sobre la labor científica de Don Félix Hernández Giménez”, Cuadernos de la Alhambra, 10-11, pp. 1-9., 2-3), “El primitivo texto se ultimó en 1931 y se envió a don Manuel Gómez-Moreno para que lo examinase, quien, tras haberlo leído atentamente, se lo devolvió al autor acompañado de una larga carta autógrafa en la que le planteaba la posibilidad de desglosar el estudio en dos, uno el del codo y el otro el del alminar propiamente dicho, para lo cual no tenía que modificar la redacción original, sino sencillamente separar los apartados referentes a cada uno de los dos temas”. Es la solución que eligió don Félix, años más tarde (Hernández Giménez 1961Hernández Giménez, F.1961: El codo en la historiografía árabe de la Mezquita mayor de Córdoba. Maestre, Madrid. y 1975Hernández Giménez, F.1975: El alminar de ‘Abd al-Raḥmān III en la Mezquita Mayor de Córdoba. Patronato de la Alhambra y Generalife, Granada.).

93 

El verdadero nombre de esta puerta es Bāb al-‘Uqla. El de “Puerta de la Reina” es una introducción española (Valderrama 1975Valderrama, F.1975: Inscripciones árabes de Tetuán, Cuadernos del “Seminario de Arte y Arqueología” 2. Instituto Hispano-árabe de Cultura, Madrid., 11). Existe otra fuente asociada a una puerta urbana, la de Bāb Sa‘īda (Valderrama 1975Valderrama, F.1975: Inscripciones árabes de Tetuán, Cuadernos del “Seminario de Arte y Arqueología” 2. Instituto Hispano-árabe de Cultura, Madrid., 15).

94 

Para más información sobre este interesante artista, ver la contribución de Michèle Sellès (2008Sellès, M.2008: “Mammeri Azouaou”, en F.Pouillon (ed.), Dictionnaire des peintres orientalistes de langue française, pp. 636-637. Karthala, París.) en el diccionario de pintores orientalistas de lengua francesa de François Pouillon.

95 

Durante la preparación de este trabajo no tuvimos oportunidad de acceder a todo el archivo fotográfico de Félix Hernández solo a la parte relativa a los capiteles entre los que figuran por ejemplo algunos de la Kutubiyya de Marrakech y otros de la ciudad romana de Volubilis sitio arqueológico ausente no obstante del cuaderno aquí estudiado.

96 

En 1930 Boris Maslow era inspector regional del Servicio de Bellas-Artes y Monumentos históricos en Fez donde había sido nombrado tres años antes (Déléry y Boussyguina 2017). No consta en el cuaderno de apuntes de Félix Hernández que los dos arquitectos se conociesen en aquella ocasión.